La defensa pide que no culpen a Trapero de «la impotencia del Estado»

M. Balín MADRID / COLPISA

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Fernando Villar | EFE

Visto para sentencia el juicio a la cúpula de los Mossos

18 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

«Un ciudadano de un pueblo libre no debe expiar las faltas que no son suyas, ni ser víctima de la impotencia de un Estado. Y eso es algo que pueden evitar los tribunales». La defensa del mayor de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, concluyó este miércoles su informe de conclusiones en el juicio contra la cúpula de Interior del Gobierno catalán durante el desafío independentista, que quedó visto para sentencia.

Al borde del llanto, la abogada Olga Tubau hizo un último alegato emocional en favor de la inocencia de su cliente, que se enfrenta a 10 años de prisión por un delito de sedición. La letrada aprovechó para lanzar varios dardos al coronel Diego Pérez de los Cobos, responsable del dispositivo del referendo ilegal del 1 de octubre del 2017, y rechazó que la policía autonómica tuviera el cometido de apoyar la consulta, tal y como defendió la Fiscalía en sus conclusiones.

La letrada admitió al tribunal de la Audiencia Nacional la «mala relación» entre Trapero y Pérez de los Cobos, Tubau descalificó su labor como coordinador del 1-O porque el «fallo» en la actuación de ese día no solo fue culpa de los Mossos, sino también de Policía Nacional y Guardia Civil.

La abogada detalló que las reuniones previas al 1-O se celebraron en un «clima de absoluta normalidad y cordialidad» y que la testifical del coronel en el juicio no obedeció a la realidad. «Nadie hizo ningún reproche» ante el hecho de que Trapero delegara en el comisario Ferrán López su presencia en las reuniones a finales de septiembre del 2017. Subrayó, además, que el mayor entonó en el juicio su mea culpa por esta reacción, pero apuntó que «no tener hábiles dotes de diplomacia no significa una conducta delictiva».

«Nadie alzó la voz»

La defensa recordó que Pérez de los Cobos no puso impedimentos al envío de binomios de los Mossos a cada centro de votación. «¿Alguien puede creer que si Trapero o los mandos de los Mossos estaban dando órdenes clandestinas diferentes al mandato judicial a un cuerpo formado por 17.000 agentes, nadie va a alzar la voz?», cuestionó Tubau. Mi cliente no tuvo «ninguna voluntad de desobedecer».

La Fiscalía pide 10 años de prisión por sedición para Trapero y la alternativa de 60.000 euros de multa e inhabilitación por desobediencia. Para el resto de acusados, el ex secretario general de Interior César Puig y el exdirector de los Mossos, Pere Soler, reclaman también 10 años de cárcel por sedición, y a la intendente Teresa Laplana, cuatro años de cárcel.