José María Lassalle: «En España falta un debate sobre el modelo de app de rastreo a usar»

Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

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Sandra Alonso

El filósofo dice que «es muy importante que haya transparencia por parte de los gobiernos»

22 jun 2020 . Actualizado a las 09:00 h.

En pleno debate sobre el uso de la tecnología, y en concreto de las aplicaciones de rastreo de contagios para controlar la pandemia de coronavirus su voz no podía ser más pertinente. En su Ciberleviatán, José María Lassalle (Santander, 1966) alerta sobre una revolución digital apartada del humanismo que está demoliendo la democracia.

-¿Es peligroso implantar este tipo de herramientas?

-Los peligros están asociados a la arquitectura digital, si permite un alojamiento centralizado o descentralizado de los datos. La polémica en Europa se ha dado precisamente alrededor de esa cuestión. En España ha habido una falta de debate alrededor de estos temas y la verdad es que sería importante tener claro cuál es el diseño que pretende desarrollar el Gobierno español.

-Supongo que es mejor que el diseño sea descentralizado.

-Es muy importante que el alojamiento de los datos esté descentralizado, que unos códigos encriptados garanticen la anonimidad. Es decir, que se pueda tener el efecto positivo de esta información, que es necesaria para evitar la propagación del virus, pero que se ciña a una funcionalidad epidemiológica, que no permita que la capacidad de monitarización se extienda más allá.

-Este debate tampoco se ha librado de la desinformación.

-La desinformación desgraciadamente es uno de los problemas que van a acompañar la gestión tecnológica de este tipo de aplicaciones y por eso es muy importante que haya transparencia por parte de los gobiernos a la hora de explicar a la ciudadanía en qué consiste la aplicación, como debe utilizarse y que efectos tiene en orden de salvaguardar la anonimización de los datos.

-¿Estamos fiando la solución de la pandemia a la tecnología?

-Es un elemento complementario, pero no único y esencial. La lucha contra el coronavirus mediante el empleo de este tipo de aplicaciones es una estrategia híbrida que combina varias aproximaciones. Esta es útil en la medida en que complementa a otro tipo de actuaciones que desde los gobiernos se vayan desarrollando, pero siempre que se salvaguarden estos elementos que son fundamentales y que garantizan y preservan nuestra privacidad y nuestros derechos: la anonimización, la voluntariedad, la descentralización, la temporalidad, la seguridad y la transparencia.

-Sin embargo hay quien alerta de que quizá se extralimiten sus funciones.

-Los debates en Europa han girado alrededor de la centralización de esos datos y la posibilidad de que se utilicen más allá de esa funcionalidad epidemiológica. Si se comienzan a establecer asociaciones y agregaciones vinculadas a registros de movilidad social de las personas, de entornos familiares y amistosos... estaremos entrando en escenarios inquietantes que deben ser objeto de un control democrático riguroso.

-¿Y la voluntariedad?

-La voluntariedad es un elemento básico que puede resolverse a través de una campaña pedagógica. Este tipo de aplicaciones son útiles, no creo que debamos rasgarnos las vestiduras por que se introduzcan, pero siempre y cuando se introduzcan los elementos que hemos autorizado de modo voluntarios.

-¿Es posible que solo se utilicen para la epidemia o existe riesgo de otros usos?

-Por supuesto. Se puede establecer una arquitectura con distintas capas de sondeo y de rastreo y por eso es importante definirlo de antemano mediante mecanismos de transparencia y control democrático que salvaguarden la confidencialidad y la seguridad.

-Es que hay gran desconfianza.

-Es fundamental la transparencia y el debate público dentro de la institucionalidad democrática, es decir, que el gobierno explique cuál es el diseño y cuál es su funcionalidad, y siempre a priori. Esa es la mejor garantía para que la gente pueda vencer la desconfianza Y desarrollar una estrategia pedagógica que permita que el seguimiento de la información y por lo tanto el uso de la capacidad de rastreo se ciña a esas finalidades.