Alemania detiene a un médico sirio por crímenes de lesa humanidad

Patricia Baelo BERLÍN / CORRESPONSAL

ACTUALIDAD

Un mural de Al Asad, en la ciudad siria de Homs
Un mural de Al Asad, en la ciudad siria de Homs Marko Djurica | Reuters

Está acusado de torturar y golpear hasta la muerte a un opositor en el 2011, cuando trabajaba en una prisión de la inteligencia militar siria

23 jun 2020 . Actualizado a las 08:59 h.

Entre los más de 1,1 millones de refugiados que han llegado a Alemania desde el 2015, en su mayoría afganos, iraquíes y sirios, hay también antiguos colaboradores del dictador Bachar al Asad. Uno de ellos es Alaa M., un doctor que trabajaba en una prisión de la inteligencia militar siria de la ciudad de Homs, y que fue detenido el viernes en la región de Hesse, donde ejercía la medicina, tras ser acusado de crímenes contra la humanidad cometidos en su tierra natal.

Así lo comunicó este lunes la fiscalía general alemana, que le culpa de torturar y golpear hasta la muerte a uno de los que fueron detenidos en el 2011 en las manifestaciones antigubernamentales de Homs, bastión de la resistencia siria. «Fruto de las torturas, el prisionero sufrió un ataque epiléptico y llamaron a Alaa M. para que le ayudara. Cuando llegó, le pegó con un tubo de plástico. Incluso después de verlo en el suelo, siguió golpeándole y dándole patadas», relata la fiscalía.

Al parecer, este episodio de violencia se repitió al menos una vez más, hasta que el estado de salud del reo se deterioró. «Entonces fue enrollado en una manta y trasladado por varios guardias. Murió poco tiempo después, sin que se determinase la causa oficial», prosigue el relato. La fiscalía, con sede en Karlsruhe, basa su acusación en las declaraciones de dos testigos que estaban detenidos en la prisión en la que trabajaba Alaa M., cuya identidad salió a la luz en mayo gracias a una investigación conjunta entre el semanario alemán Der Spiegel y la cadena catarí Al Yazira.

Según ambos medios, los testigos podrían ser el hermano y el primo del fallecido. El abogado de Alaa M. niega los cargos, alegando que su cliente, de confesión cristiana, era objeto de calumnias por parte de islamistas radicales. No obstante, Der Spiegel dice haber contrastado los hechos con otros dos médicos que trabajaban en la misma cárcel y aseguran que el acusado alardeaba de haber operado a un reo sin anestesia, de haber rociado a otro sus genitales con alcohol antes de prenderle fuego y de haber obligado a un tercero con epilepsia a colocarse un zapato en la boca.

Alaa M. se encuentra ahora en detención provisional. Entretanto, Alemania parece dispuesta a seguir destapando los crímenes del régimen de Al Asad durante la guerra civil siria bajo el principio de justicia universal, al que se adhirió en el 2012. De hecho, en abril arrancó el primer juicio del mundo contra dos exmiembros de la inteligencia siria por crímenes de lesa humanidad.