La detención de un exasesor golpea al clan de los Bolsonaro

Héctor Estepa BOGOTÁ / E. LA VOZ

ACTUALIDAD

Jair Bolsonaro y, a la izquierda, su hijo Flavio, en un acto celebrado en mayo
Jair Bolsonaro y, a la izquierda, su hijo Flavio, en un acto celebrado en mayo Ricardo Moraes

El hijo del presidente se ve salpicado por un caso de corrupción

24 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Más problemas judiciales para Jair Bolsonaro. La detención, el pasado jueves, de un amigo de la familia y exasesor de su hijo mayor, Flavio, ha aumentado la presión sobre el mandatario, que se siente víctima de una persecución.

Fabrício Queiroz, asesor y chófer durante años del primogénito del presidente, durante su época como diputado regional de Río de Janeiro —ahora es senador— fue detenido en una casa de la zona rural del Estado de Sao Paulo, después de haber estado meses en paradero desconocido. Los brasileños habían llegado a confeccionar camisetas con la leyenda «¿Dónde está Queiroz?».

El arrestado, que ha sido confinado en una prisión de Río de Janeiro, es sospechoso de administrar un esquema fraudulento en la antigua oficina de diputado de Flavio. Los investigadores creen que el primogénito del presidente habría obligado a sus trabajadores a darle parte de sus salarios, a través Queiroz.

Movimientos bancarios

La cuenta bancaria del arrestado habría registrado el movimiento de unos 240.000 euros, cifras muy superiores a sus emolumentos. Sus testimonios ante la policía y el juez podrían ser clave para resolver el caso contra el ahora senador, que niega lo investigado y cree que «la verdad prevalecerá».

Queiroz es un expolicía, de oscura trayectoria, cercano al clan Bolsonaro. Conoció a Jair en el Ejército, ha sido uno de sus compañeros de pesca, y trabajó durante años para su hijo Flavio. No solo él, sino también su mujer y sus hijos. La esposa se encuentra en paradero desconocido y es buscada por la policía, que allanó ayer una vivienda en Minas Gerais, en un intento infructuoso de captura.

Los problemas para el clan Bolsonaro son mayúsculos, no solo por la detención de Queiroz, sino por dónde se produjo. La vivienda donde fue arrestado el exasesor está a nombre de Frederick Wassef, quien era, hasta este fin de semana, el abogado de Flavio, y se había reunido varias veces con Jair, hasta el punto de ser considerado un asesor jurídico del presidente.

El letrado renunció a la defensa del primogénito este fin de semana, negando haber dado cobijo a Queiroz, pero sin explicar cómo acabó el investigado en el caso de su defendido en una casa de su propiedad.

Los señalamientos contra Flavio Bolsonaro afectan a la credibilidad del clan y son un duro golpe contra el mandatario, que fue elegido como adalid anticorrupción en un país azotado durante décadas por algunos de los mayores casos de enriquecimiento ilícito en el marco político conocidos en el mundo.

No son, además, los únicos problemas judiciales del presidente, que también es investigado por su supuesto intento de interferencia en la Policía Federal para proteger a sus hijos, como denunció el exministro de Justicia, Sergio Moro.

Otro de sus vástagos, Carlos, es investigado por haber supuestamente creado una «factoría de noticias falsas» con el objetivo de difamar a los jueces del Tribunal Supremo.

El presidente ha sido también señalado por haberse presentado en manifestaciones que piden el cierre del Congreso y del Supremo. Todo ello, en medio de la crisis del coronavirus, que deja en Brasil 1.12 millones de casos confirmados y más de 151.000 muertos. Bolsonaro ha sido muy criticado por su postura de confinar tan solo a los grupos de riesgo, para salvaguardar la economía, y reclamar que terminen las cuarentenas impuestas por la mayoría de Estados.