Un rayo de 16 segundos

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La Organización Meteorológica Mundial acaba de informar del recórd histórico de duración de una descarga eléctrica

25 jun 2020 . Actualizado a las 21:28 h.

La Organización Meteorológica Mundial acaba de dar a conocer dos registros históricos que se midieron en el 2018 y el 2019 relacionados con tormentas. El 4 de marzo del 2019 en Argentina cayó un rayo que permaneció en el cielo 16,7 segundos. La OMM también reconoce un nuevo récord mundial de distancia que cubrió el destello de una descarga eléctrica. El 31 de octubre del 2018 la luz de un rayo cubrió una distancia horizontal de 709 kilómetros en el sur de Brasil. Esto es el equivalente a la distancia entre Boston y Washington DC o entre Londres y la frontera suiza. 

El cumulonimbo es la reina del cielo. Comparte características con cualquier otra nube pero tiene aspectos que la hacen única. Se eleva más que ninguna otra, alcanzado alturas que superan los doce kilómetros. Su desarrollo vertical solo se interrumpe cuando llega a la tropopausa, el límite entre la troposfera, la capa que está en contacto con el suelo y la estratosfera, la que está justo por encima. En esa frontera la temperatura ya no desciende sino que aumenta, y el aire comienza a desplazarse horizontalmente, dando a la nube la típica forma de yunque.

Dentro de un cumulonimbo hay intensas corrientes de convección, que desplazan el aire de arriba a abajo y de abajo a arriba de forma violenta. Tanta agitación tiene consecuencias importantes y produce fenómenos que no se ven en otras nubes. Por ejemplo, las gotas de agua se juntan unas con otras y aumentan de tamaño. Por ello, esta nube provoca los chaparrones, precipitaciones intermitentes pero fuertes. Además, las corrientes del interior de la nube obligan a las gotas a ascender y a una determinada altura y la temperatura es tan baja que cambian de estado. El agua pasa de líquido a sólido. En ese momento aparece el granizo, que cae por su propio peso, otro evento exclusivo del cumulonimbo.

 Las corrientes ascendentes y descendentes que hay en el corazón de la nube y la fricción entre las partículas ionizan las gotas de agua y la nube queda cargada. Como la naturaleza odia los desajustes, rápidamente descarga en forma de tormenta eléctrica. Por esta razón, son las nubes que dan lugar a los rayos y los truenos. Hay tormentas que se producen dentro de la nube, cuando conectan las cargas eléctricas de la cima y la base, y tormentas exteriores, cuando interactúan las cargas de la base de la nube y la superficie terrestre.