Once detenidos por obligar a prostituirse a mujeres de Nigeria en una red que operaba en España y Reino Unido

La Voz REDACCIÓN / AGENCIAS

ACTUALIDAD

Imagen de archivo de una prostitua en un club de alterne
Imagen de archivo de una prostitua en un club de alterne

Los arrestos se han practicado en Madrid, Almería, Las Palmas y Málaga

02 jul 2020 . Actualizado a las 19:13 h.

Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización dedicada a la trata de seres humanos con fines de explotación sexual practicando once detenciones por obligar a las víctimas, captadas en Nigeria y sometidas al juramento vudú-juju, a prostituirse en clubes de alterne y en la vía pública para pagar la deuda contraída de 50.000 euros dentro de una red que se extendía hasta Reino Unido.

Los arrestos se han llevado a cabo en Madrid (7), Almería (1), Las Palmas (1) y Málaga (2) donde, además, se ha realizado la entrada y registro de una vivienda donde se incautó diversa documentación, equipos informáticos, teléfonos móviles, tablets, soportes físicos de memoria externa y 8.000 euros en efectivo.

Cuatro de los detenidos han ingresado en prisión en una operación en el que han sido liberados dos víctimas, una en Madrid y otra en Las Palmas de Gran Canaria.

La investigación se inició, según ha informado la Policía y recoge Efe, tras la denuncia de una víctima de trata, quien manifestó a los agentes que había sido captada y explotada sexualmente por la organización delictiva, informando que se encontraban asentados en diversas ciudades de España y en Wolverhamptom (Reino Unido).

Engañadas en Nigeria

La organización estaba compuesta en España por once personas que mantenían estrecho contacto con otras personas que, desde Nigeria, se encargaban de captar a mujeres jóvenes de los estratos más deprimidos del país. Allí contactaban con los familiares de las víctimas haciéndoles falsas promesas de que ellas tendrían mayor bienestar en España para que autorizaran los viajes.

Antes de ser trasladadas a nuestro país, eran sometidas al juramento vudú-juju donde se comprometían a pagar la deuda y a no denunciar a sus explotadores. Para el traslado de las mujeres, la organización optaba por diversas vías para no despertar sospechas en la frontera.

Una de las vías era aérea, utilizando documentación falsificada y un visado apto para viajar a Europa y, en otras ocasiones, el traslado era terrestre y aéreo hasta Marruecos para, posteriormente, coger un barco con destino a España de manera clandestina.

Ya en España, les retiraban el pasaporte y les comunicaban que la deuda que habían contraído era de 50.000 euros, siendo trasladadas hasta los clubes de alterne donde iban a ejercer la prostitución. En ocasiones eran prostituidas en la vía pública, controlándolas constantemente para impedir que se fugasen. Para evitar ser expulsadas del territorio, eran obligadas a solicitar asilo y refugio e instruidas en la forma de comportarse para que se lo concedieran.

Mientras unos captaban a las víctimas en Nigeria, otros se encargaban de su traslado y prostitución en varias ciudades españolas, «asegurándose unos beneficios ingentes que transferían simulando ayudas a sus familias en Nigeria, cuando en realidad eran invertidos en construir edificaciones en su país».

Los agentes llevaron a cabo la entrada y registro de un domicilio de Málaga donde se intervino diversa documentación, equipos informáticos, teléfonos móviles, tablets, soportes físicos de memoria externa y 8.000 euros. La Policía ha recordado que su teléfono contra la trata (900 10 50 90) no refleja la llamada en la factura.