El plan contra el fraude de Hacienda recauda un récord de 15.715 millones, con el foco en las grandes fortunas

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

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Entre sus intervenciones destacan el afloramiento de alquileres no declarados y todo tipo de actuaciones contra la economía sumergida

03 jul 2020 . Actualizado a las 08:52 h.

La Agencia Tributaria batió el pasado año el récord de recaudación en su lucha contra el fraude: creció un 4,1 %, hasta los 15.715 millones de euros, tras realizar 27.600 actuaciones de control sobre grandes empresas, patrimonios y economía sumergida. La mayor parte (15.101 millones) corresponden a la labor de vigilancia de la AEAT, a la que se suman otros 613 millones (un 2,3 % más interanual) procedentes de declaraciones extemporáneas sin requerimiento a los contribuyentes.

Las intervenciones de control tributario han abarcado múltiples ámbitos. Destacan, por ejemplo, el afloramiento de alquileres no declarados -el fisco subraya el efecto inducido que suponen los avisos remitidos en las últimas campañas de la renta- y todo tipo de actuaciones contra la economía sumergida.

En esta última área se enmarcan casi 3.000 actuaciones inspectoras bajo distintos programas de comprobación para destapar ventas ocultas, que regularizaron 674 millones de euros en cuotas. También se intensificaron los peinados presenciales en sectores de riesgo fiscal (30.700 visitas en el ejercicio, de las que más de la mitad corresponden al plan de visitas IVA).

Grandes patrimonios, bajo lupa

En su balance anual, Hacienda destaca especialmente las intervenciones realizadas sobre los grandes patrimonios. En este segmento de contribuyentes la AEAT liquidó deudas por importe de 608 millones, un 75 % más que el año anterior. También el número de expedientes finalizados creció un 78 %, hasta los 880, acumulando un incremento del 156 % en dos años sobre el colectivo de las grandes fortunas.

En el balance del control tributario publicado ayer, la Agencia Tributaria subraya igualmente la evolución positiva del «cumplimiento voluntario» de los contribuyentes más ricos, «efecto inducido» de las actuaciones de control, ya que en el 2019 sus bases imponibles crecieron un 16 % interanual y sus cuotas, un 13 %.