El negacionista de la pandemia Jair Bolsonaro da positivo en coronavirus

Héctor Estepa BOGOTÁ / E. LA VOZ

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Adriano Machado | Reuters

La enfermedad del presidente agrava la crisis política que padece Brasil

07 jul 2020 . Actualizado a las 23:37 h.

Jair Bolsonaro tiene coronavirus. El presidente brasileño presentó, durante este fin de semana, síntomas asociados con la pandemia, como 38 grados de fiebre, y dolencias musculares, sometiéndose a una cuarta prueba de diagnóstico, que resultó positiva, según confirmó él mismo este martes a la prensa local.

«Estoy muy bien, hasta con ganas de hacer una caminata, aunque, por recomendación médica, no la haré», declaró el líder ultraderechista a los periodistas apostados en el palacio de Alvorada.

Al terminar la conferencia de prensa, pidió a los reporteros que se apartasen y se quitó la mascarilla. «Ya ven ustedes mi cara. Yo estoy bien, tranquilo, gracias a Dios», reiteró el presidente, que está siendo tratado con cloroquina.

Bolsonaro es uno de los líderes mundiales que mayor rechazo han mostrado contra las medidas rígidas de cuarentena para enfrentar al coronavirus, que calificó como «gripecita» al principio de la pandemia.

«En mi caso particular, por mi historial de atleta, en caso de contaminarme por el virus, no tendría de qué preocuparme, no sentiría nada o, como mucho una gripecita, un pequeño resfriado», dijo en marzo, cuando el virus comenzaba a expandirse por Brasil.

El líder del gigante sudamericano criticó durante meses a los gobernadores y alcaldes locales que han decretado férreas medidas de aislamiento social para frenar la pandemia.

Bolsonaro, de 65 años, es partidario del aislar solo a quienes se encuentran en grupos de riesgo, para no dañar así la economía brasileña, una posición que le llevó a enfrentarse con el exministro de Salud, Luiz Enrique Mandetta, partidario de mayores medidas de cuarentena, destituido en abril.

Economía o salud

Este martes volvió a ahondar en su posición. «La vida continúa. Brasil tiene que producir. Hay que poner la economía a trabajar. Algunos decían en el pasado, criticándome, que la economía se recupera, y la vida no. Mire, eso es una verdad absoluta. La vida sé que nadie la recupera, pero que no funcione la economía lleva a otras causas de muertes, de suicidio en Brasil. Eso fue completamente olvidado», señaló.

Pero la pandemia sigue extendiéndose por el país, que este martes registraba 1,63 millones de casos confirmados (más de 20.000 en las últimas 24 horas) y 65.631 muertes, siendo el segundo lugar más afectado del mundo, por detrás de EE.UU.

Dimisiones de ministros

La gestión de la pandemia ha generado una crisis política en el Gobierno. A la destitución de Mandetta le siguió la dimisión de su sustituto, Nelson Teich. También dejaron sus carteras los ministros de Cultura y Educación, mientras el mandatario intenta acercarse a los partidos de centro del Legislativo, para asegurar la gobernabilidad.

No solo la crisis sanitaria ha dejado tambaleando al Ejecutivo. El mandatario afronta una investigación de las autoridades por su supuesta interferencia en la Policía Federal en favor de dos de sus hijos con casos abiertos por corrupción y por la supuesta creación de una oficina de fake news.

Sergio Moro, popular juez del caso Lava Jato, dimitió también en abril como ministro de Justicia por esas supuestas intromisiones, dinamitando el apoyo a Bolsonaro en el centroderecha tradicional.

Manifestaciones sin mascarilla

Los seguidores más acérrimos de Bolsonaro, que conserva el apoyo de alrededor de un tercio de los brasileños, han organizado manifestaciones a favor del cierre del Congreso y del Tribunal Supremo. El mandatario ha acudido a protestas sin mascarilla y sin mantener la distancia de seguridad.

El líder ultraderechista ya delegó sus funciones, este enero, y en septiembre del 2019, en el vicepresidente, el exgeneral Hamilton Mourao, cuando fue operado para solucionar problemas derivados del apuñalamiento que sufrió en la campaña electoral del 2018. Confía en poder continuar teletrabajando estos días, pero podría volver a delegar si se agravasen sus dolencias.