El Gobierno y el PP pactan la reforma de la sanidad y la posición en la UE

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

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El presidente Pedro Sánchez, recibido en el Congreso entre aplausos de los diputados del PSOE y de Unidas Podemos
El presidente Pedro Sánchez, recibido en el Congreso entre aplausos de los diputados del PSOE y de Unidas Podemos J. Hellín

Un error de Unidas Podemos obligará a repetir la votación sobre las medidas económicas

23 jul 2020 . Actualizado a las 08:58 h.

Un trabajado acuerdo con el PP en políticas sanitarias y Unión Europea; un varapalo al Gobierno con el rechazo a las propuestas sociales y el caos en las medidas de reactivación económica. Ese es el saldo de la votación en el Parlamento sobre los dictámenes aprobados por la comisión de reconstrucción económica y social del Congreso para paliar los efectos del coronavirus. La votación del dictamen sobre las recomendaciones económicas tendrá que repetirse en un nuevo pleno extraordinario porque la diputada de Unidas Podemos Marisa Saavedra pidió votar telemáticamente, pero finalmente lo hizo de forma presencial, lo que invalida ese voto. Dado que la votación de ese dictamen se aprobó por un solo voto de diferencia (169 síes frente a 168 noes y 11 abstenciones), habrá de repetirse. La aprobación peligra porque, aunque el voto no se contabilizó dos veces, otros dos diputados que pidieron votar telemáticamente (del PP y de Vox, que no apoyaron el texto) finalmente no lo hicieron. Votaron no PP, Vox, ERC, PNV, BNG y CUP. La abstención de JxCat fue decisiva para que el texto impulsado por el Gobierno no fuera rechazado.

En el capítulo de medidas sociales, la negativa del PSOE y Unidas Podemos a incluir la educación concertada en las ayudas hizo naufragar por tres votos el paquete de medidas sociales que el PSOE y Unidas Podemos habían sacado adelante en la comisión exclusivamente con sus apoyos. El voto en contra de Vox, que se había ausentado de la comisión, pero acudió al pleno, y el del PP, sumado al de Ciudadanos, JxCat, PNV, Eh Bildu, CUP y Coalición Canaria, dio un resultado de 175 noes, 172 síes y la única abstención del BNG.

En ninguno de esos dos paquetes hubo nunca esperanzas de que el PP llegara a un acuerdo con el PSOE. Algo que sí sucedió, sin embargo, en los dictámenes sobre sanidad y política europea. La portavoz del PP, Ana Pastor, negoció hasta el último minuto y finalmente los populares apoyaron el texto tras lograr incorporar enmiendas como la creación de un centro estatal de salud pública y calidad asistencial para impulsar la coordinación entre las comunidades y la de un grupo de reservistas sanitarios con los que reforzar las plantillas en caso de necesidad y una estrategia nacional de vacunas, entre otras. 

Primer gran acuerdo con el PP

En lo que afecta a la Unión Europea, el acuerdo en Bruselas por el que España recibirá 170.000 millones de euros en créditos y ayudas para hacer frente a las consecuencias del coronavirus movió la posición del PP hacia el sí, lo que permitió que el dictamen, el único que apoyó el PNV, se aprobara por amplia mayoría.

Las votaciones constatan la ruptura de la mayoría de la investidura y refuerzan por el contrario el vínculo del Gobierno con Ciudadanos. Un giro que deja en el aire la aprobación de los presupuestos, ya que el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, advirtió ayer de que no pactará con los naranjas ni con el PP. Pero el pleno deja también el primer gran pacto alcanzado del Gobierno de coalición con el PP, el de la reforma de la sanidad, y permite también a Sánchez mirar a Europa con el respaldo de los populares a la posición española en la Unión.

Un dictamen que debía sentar las bases para superar la crisis 

G. B.

La votación del dictamen final de la comisión de reconstrucción fija las bases para la reforma de la sanidad y deja en el aire las prioridades en materia económica para hacer frente a la crisis generada por el coronavirus. En sanidad, PSOE y PP pactaron, entre otras medidas, el aumento con carácter general de las plantillas de la sanidad pública hasta situar a España «en la media de médicos y enfermeros por habitante de los países desarrollados», así como la creación de una agencia de salud pública para coordinar las acciones con las autonomías. El dictamen insta a «revisar» el número y el tipo de profesionales que configuran las actuales plantillas para adecuarlas «a las necesidades actuales y previsibles en el mediano plazo de acuerdo con los horizontes demográficos y poblacionales,». Se propone una planificación «a medio plazo» sobre las necesidades de profesionales en Atención Primaria basadas en indicadores de la población como envejecimiento, ruralidad, vulnerabilidad social y económica o dispersión. 

En el capítulo económico, el texto que habrá de ser sometido de nuevo a votación incluía la posibilidad de que las entidades locales hagan uso del superávit del 2019 y 2020 y se establece un régimen sancionador contra la morosidad. Una enmienda introducida por Más País exigía que todas las empresas que reciban ayudas actúen en la lucha contra el cambio climático y contribuyan al cierre de la brecha salarial entre hombres y mujeres. Otra enmienda de Unidas Podemos corregía su error al haber votado en la comisión una enmienda de JxCat que recomendaba la puesta en marcha de un sistema de jubilación similar a la llamada mochila austríaca. Y tampoco se incluía la propuesta de Bildu que abogaba por la derogación de la reforma laboral del 2012. JxCat, cuya abstención fue decisiva para que el dictamen no fracasara, logró incluir la culminación «lo más pronto posible» de los ejes ferroviarios descentralizados como el Corredor del Mediterráneo y los accesos a los diferentes puertos.

Por último, en cuanto a la Unión Europea, fijado ya el apoyo del PP a la negociación de los fondos de reconstrucción en Bruselas, se plantea impulsar una nueva política de migración y asilo europea eficaz, aplicar los elementos centrales del Pacto Verde; de la Agenda de Digitalización Europea y de la Agenda Europea de Innovación, y elaborar una política común en el ámbito de las redes digitales y el 5G.

El rechazo a las medias sociales deja en el aire las ayudas económicas a la educación concertada, a la que el Gobierno quería excluir en un principio.