Amazon, en un lío embarazoso

C. P. / Agencias

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Pascal Rossignol

Denuncian a la multinacional por apropiarse del nombre de una empresa de tests de gestación y ovulación

05 ago 2020 . Actualizado a las 00:11 h.

Criticada por eludir al fisco, por imponer condiciones laborales pétreas a los trabajadores rasos y por dinamitar el negocio del pequeño comercio, la multinacional Amazon tiene ahora abierto otro frente en España por un supuesto delito contra la propiedad intelectual. 

Una juez de Madrid ha sido la responsable de abrir fuego contra la filial del gigante de Internet al admitir a trámite la querella presentada por la gerente de una empresa especializada en la venta de test de embarazo y ovulación, según informa Efe. La sociedad denuncia que Amazon utilizó su nombre comercial, Libertytest, para comercializar bajo esa etiqueta sus propios tests, aprovechando su «prestigio adquirido dentro del sector».

El negocio le iba bien a la empresa española, que asegura ser un «referente entre las consumidoras de este tipo de pruebas», hasta que en un plazo corto de tiempo, empezaron a experimentar graves problemas. No solo detectaron un notable descenso en las ventas «sin que existiera ninguna causa que pudiera justificarlo». También comenzaron a recibir por correo electrónico quejas de clientas descontentas porque «el producto que han adquirido no cumple con las características y el nivel de calidad». 

La situación llevó a su administradora a indagar en las razones de este repentino bache. Las alarmas saltaron cuando la denunciante tropezó en Internet con un anuncio de Amazon en el que se vendían bajo la marca comercial de «Libertytest» pruebas de embarazo distintas a las originales. Todo ello a pesar de que la sociedad española cuenta con el  «derecho exclusivo» a utilizar la marca desde la primavera de 2015, vendiendo sus productos, destinados a pruebas de embarazo y ovulación, únicamente a través de su propia página web.

El primer impulso de la denunciante fue exigir a los buscadores de Internet que retiraran los anuncios. Contactó con un notario para levantar acta de las búsquedas en las que, de manera irregular, aparecía la marca pirateada y se dirigió a Amazon en busca de respuestas. También se vio obligada a dar explicaciones a las clientas a las que informó de que los test que estaban adquiriendo no pertenecían a Libertytest sino a «diferentes fabricantes adquiridos a través de Amazon».

Lejos de resolver el entuerto, la multinacional estadounidense hizo caso omiso de las advertencias de la empresa española. Según consta en la querella, también ignoró a las buscadores que comunicaron a la multinacional que dejarían de publicitar el producto por infracción de marca. Amazon insistió en su estrategia y volvió a poner en marcha campañas de venta de test utilizando de nuevo la marca. Una actitud que, los abogados de la querellante, creen que es deliberada. Sostienen que la compañía de Jeff Bezos era consciente de la «notoriedad» y el «prestigio» de la empresa y del gran interés que despertaban las pruebas de Libertytest, por eso maniobró para sustraer el tráfico de la web española hacia su propia plataforma de comercio electrónico.

Pérdidas del 80 % 

Esa «mala fe» con la que habría actuado la tecnológica no solo creó confusión entre las clientas, engañadas al adquirir el producto, también habría generado enormes perjuicios a la empresa española que denuncia una «una pérdida de clientes y de facturación superior al 80 %, con respecto a las cifras que manejaba con anterioridad». El sabotaje a su negocio también le ha hecho perder el prestigio adquirido desde que se echó a rodar el negocio, por eso la querellante incluye un informe en el que se calcula que el daño patrimonial alcanzaría los 120.000 euros