Las protestas contra el Gobierno tras la explosión de Beirut dejan varios heridos
08 ago 2020 . Actualizado a las 09:59 h.La explosión que sacudió el puerto de Beirut el pasado martes destrozó la capital de un país que ya se enfrentaba a una de las mayores crisis de su historia y donde las manifestaciones contra la corrupción del Gobierno solo se vieron pausadas por el avance del coronavirus. El accidente provocó la muerte de 150 personas y miles de heridos y dejó sin hogar a cerca de 300.000 personas.
Ahora, la negligencia de un Ejecutivo que ha almacenado sin las condiciones adecuadas y durante seis años material altamente explosivo ha reavivado la ira de los ciudadanos, convirtiendo a los voluntarios que están asistiendo a las víctimas en manifestantes. «Ni un solo libanés confía ya en los líderes políticos», resume Mike Mattar, uno de los jóvenes libaneses que en seguida se movilizó para ofrecer ayuda a los damnificados y ahora se muestra muy crítico con el Gobierno.
El ministro del Interior, Mohamed Fahmi, ha amenazado con dimitir si la comisión de investigación no encuentra a los culpables. Aunque, en realidad, es el pueblo libanés el que está trabajando para reparar la ciudad.
La explosión ha cambiado el movimiento social ya existente, haciéndolo más transversal, con libaneses de todas las clases sociales, edades y sectas, según apunta Colpisa. Mattar asegura que en Beirut «todo el mundo está ayudando, es muy alentador».
Sin embargo, el jueves por la noche, el clima en la capital cambió cuando las mismas personas que están reconstruyendo Beirut se concentraron para protestar contra las autoridades. Las manifestaciones se alargaron durante horas y los altercados acabaron con varios heridos leves.
«Nadie está a favor de este Gobierno, pero mucha gente, ignorante, quiere que Francia vuelva a gobernar sobre Líbano», critica Mattar. El presidente francés, Emmanuel Macron, tuvo un extraordinario recibimiento este jueves, al asegurar que organizará una conferencia internacional para coordinar la ayuda.