La mayoría de las grandes casas reales, en Europa y fuera del continente, se han visto sacudidas por escándalos en las últimas décadas. En la mayoría de los casos de carácter sexual o financiero, aunque pocas veces han puesto en duda la continuidad de unas dinastías muy arraigadas en sus países.

REINO UNIDO

Isabel II (Casa Windsor): Una reina indestructible en una tormenta de escándalos

Si el rey Juan Carlos necesitase consejo para lidiar con esos «ciertos acontecimientos pasados» de su vida privada, según sus propias palabras, es difícil que encuentre un asesor más bregado en ello que Isabel II del Reino Unido. En sus 68 años de reinado, la tataranieta de la reina Victoria —como Juan Carlos— las ha visto de todos los colores.

Su propio reinado deriva del que protagonizó su tío Eduardo VIII, cuando renunció al trono para casarse con Wallis Simpson, una estadounidense divorciada sin sangre azul. Décadas más tarde, ya en el trono, Isabel tuvo que lidiar con las distintas revelaciones sobre los lazos de su tío con el régimen nazi, que le veía como un títere idóneo para encabezar un gobierno británico aliado del Eje.

Pero la mayoría de los problemas que ha tenido la reina han sido más prosaicos, y casi siempre han tenido dos nexos en común: el sexo y el dinero. Desde la imagen de Sarah Ferguson, exmujer de su hijo Andrés, en Francia, pillada en topless mientras un asesor financiero le lamía los dedos de los pies, a la tormentosa relación entre Lady Di y el príncipe Carlos, salpimentada de infidelidades. El romance secreto del segundo con su ahora esposa, Camilla Parker Bowles, adquirió tintes esperpénticos en 1992, cuando los tabloides publicaron grabaciones de la pareja en las que el heredero al trono decía querer ser el támpax de Camilla.

La lista de escándalos financieros también es larga. Desde las acusaciones contra la propia Ferguson de aceptar sobornos, hasta las sospechosas amistades que hizo el príncipe Andrés durante su etapa como representante especial para el comercio del Reino Unido, un puesto que tuvo que abandonar. Entre aquellos cercanos destacaba el financiero Jeffrey Epstein, que apareció muerto en una celda de la cárcel de Nueva York tras ser acusado de múltiples delitos, entre otros prostitución de menores.

La enumeración de polémicas, escándalos y supuestas corruptelas podría continuar durante líneas y líneas. La generación más joven, la que encabezan los príncipes Guillermo y Harry, tampoco se han librado. Pero esos problemas apenas han afectado a la popularidad de la reina, que mantiene altísimos índices de popularidad y nunca se ha visto implicada directamente. Su momento más bajo se produjo tras la muerte de Lady Di, por su aparente impasibilidad ante la muerte de la llamada «princesa del pueblo». Pero remontó el bache y la boda de su nieto Guillermo con Catalina Middleton fue en un tour de force monárquico, con fiestas en casi todas las calles del país, que pareció asegurar la continuidad de la corona.

SUECIA

Carlos XVI Gustavo (Casa Bernadotte): Un rey aficionado a las orgías en un local de la mafia

En el 2010 se levantó el velo. El rey reluctante, una biografía sobre el sosegado y digno rey Carlos XVI Gustavo de Suecia, provocó un enorme ruido tras años de admiración total hacia el monarca. La biografía detallaba las orgías a las que era aficionado el jefe del Estado, a las que supuestamente se entregaba en un local de Estocolmo regentado por un tal Mille Markovic, vinculado al crimen organizado. El libro incluye el testimonio del propio Markovic, que confiesa su satisfacción por tener al rey entre sus clientes, porque así era más difícil que la policía interviniese. De hecho, esa biografía afirma que los agentes del Sapo —el servicio secreto sueco— se dedicó durante años a encubrir los pasatiempos reales, incautándose de las imágenes de las fiestas sexuales o instando a las participantes a no hablar del asunto. Y se completaba la obra con testimonios de mujeres que aseguraban haber tenido relaciones con el monarca sueco.

Aquello fue un punto de inflexión. Incluía otros incidentes similares, como que el monarca se había gastado más de 8.000 euros en un club nocturno de Atlanta durante los juegos olímpicos con el fin, entre otras actividades, de pasar un rato a solas con una de las strippers. Sin olvidar las páginas que dedica a su aventura extramatrimonial con Camilla Henemark, modelo vocalista del grupo musical Army of Lovers.

El segundo hijo del rey, Carlos Felipe, oficializó ese amor de su padre por las strippers cuando se casó con Sofía Hellqvist, una joven sin sangre azul que había participó en una variante del concurso Gran Hermano del país escandinavo antes de dedicarse al baile erótico. El príncipe la conoció, según distintos medios, en el trabajo de ella y nació una relación que ha prosperado. Llegaron al altar, pese a la oposición familiar, en especial de sus hermanas, Magdalena y Vitoria (la heredera al trono). Pese a las dificultades iniciales, Hellqvist, ahora Sofía Cristina duquesa de Värmland, ha logrado popularidad, con una conducta modélica y gestos como trabajar de enfermera voluntaria durante el covid.

marruecos

Mohamed VI: Del divorcio real a un polémico perdón a un pederasta

Mohamed VI apenas ha afrontado escándalos desde que llegó al trono en 1999, siendo un país en el que se denuncia la falta de libertad de prensa. Su popularidad, sin embargo, sufrió un revés en el 2013, cuando dio un perdón real a Daniel Galván, un español condenado a 30 años por violación en serie de menores. Solo había cumplido 18 meses. El perdón provocó unas inéditas protestas contra la corona. Desde hace tres años, además, se especula con la situación de la princesa Lalla Salma, apodada la princesa fantasma porque apenas ha sido vista en público desde el 2017, cuando inauguró un museo. El rey se divorció de ella un año después, en el 2018.

Bélgica

Felipe (Sajonia-Coburgo-Gotha): Una hermana secreta fruto de una aventura de su padre

Como en Suecia, el mayor escándalo del rey de los belgas llegó por una biografía. Sucedió con Alberto II al frente, padre del actual monarca Felipe. El libro, escrito por Mario Danneels trataba de la reina Paola, y en su final revelaba que su marido había tenido una hija secreta, fruto de una aventura extramatrimonial con la baronesa Sybille de Selys-Longchamps, que fue su amante durante largos años. El monarca negó la paternidad, y arrancó una larga batalla legal. Terminó con un final inesperado en enero de este mismo año: veinte años después de que Danneels pusiese el affaire sobre la mesa, un test de ADN terminó por demostrar que Delphine Boël, una escultora especialista en obras realizadas con papel maché residente en Londres, era su hija ilegítima. Ante esa evidencia científica, el rey emérito tuvo reconocer —tardíamente— la paternidad.

El caso ha ido persiguiendo a Alberto II desde 1999, cuando emergieron los primeros rumores de que tenía una hija no reconocida, pero su popularidad no se resintió en absoluto. Es más, el rey decidió retrasar su abdicación, que no se produjo hasta el 2013, para facilitar la estabilización de su país, que desde los años 90, dividido entre flamenco y valones, atraviesa una crisis de identidad que amenaza su integridad territorial.

La monarquía ha servido como punto de anclaje por la popularidad tanto del rey como de la reina, conocida por su estilo discreto y que hasta el 2007, cuando cumplió 70 años, no habló del tema; entonces se limitó a reconocer que ella y su marido habían tenido sus «problemas», pero para aquel entonces estaban solucionados y eran «muy felices».

Aunque menores, su hijo Felipe ha tenido algunos quebraderos de cabeza desde que llegó al trono en el 2013, cuando se empezó a cuestionar si tenía el carácter necesario para ser rey de un país tan complicado. Por el momento sigue siéndolo.

Holanda

Guillermo Alejandro: Una de las familias más caras en el país más frugal

a familia real de la frugal Holanda, los Orange, es de las más caras de Europa. Su gasto, estimado por la prensa, está en unos 350 millones anuales, más que la histórica y extensa familia real británica. Al rey Guillermo Alejandro lo apodaban «príncipe Pils» (un tipo de cerveza) por su afición a las juergas durante su juventud, en la que se ganó fama de playboy. Tuvo que pedir permiso al Parlamento para casarse, ya que su mujer, la argentina Máxima Zorreguieta, a la que conoció en la Feria de Abril, es hija de un miembro del gobierno de la dictadura militar. Hubo enlace, pero se celebró sin que se le permitiera entrar al país ni para asistir a la boda de su hija.

dinamarca

Margarita II: La discreción danesa rota por un alquiler sin declarar

La tranquila Dinamarca pegó un respingo cuando llegó a la prensa la extraña historia de la residencia que el príncipe Federico y la princesa María, de origen australiano y apellido de soltera Donaldson, tienen en Verbier (Suiza) a donde van a esquiar. El problema es que habían sido propietarios de la villa durante toda una década sin comunicarlo al Parlamento danés, como era su obligación, y la alquilaban por casi 12.000 euros a la semana a través de una popular página web de pisos turísticos.

Ambos se conocieron en las olimpiadas de Sídney, en el 2000, en una cena organizada por dos sobrinos del rey de España que participaban en los juegos.

 Mónaco

Alberto II (Casa Grimaldi): El cotizado heredero con tantos hijos dentro del matrimonio como fuera

Los herederos de Francisco Grimaldi el malicioso, que en 1297 se hizo señor del principado de Mónaco, acumulan un listado de problemas que podría rivalizar con el de los Royals británicos.

El matrimonio de Rainiero III con la actriz Grace Kelly abrió una etapa de glamur, que se ha desviado por otros derroteros. Su hijo Alberto, actual jefe de Estado, tiene dos gemelos con su mujer, la exnadadora Charlene Wittstock, y dos hijos reconocidos que nacieron antes de la boda. Y quizá sean tres, porque una mujer de nacionalidad brasileña le reclama la paternidad de otro retoño. Ese es el pasado de quien fue uno de los herederos más cotizados en Europa.

Su hermana Estefanía, la princesa rebelde, prefirió dedicarse a la moda y la música. Durante años llenó una portada tras otra en las revistas del corazón por sus romances, entre otros, con su guardaespaldas Daniel Ducruet, o más recientemente con un domador de elefantes.

Su otra hermana, Carolina, se casó en terceras nupcias con Ernesto de Hannover, conocido por sus juergas que le han llevado a ser internado en un psiquiátrico tras pelearse con dos policías austríacos: los agentes habían ido a buscarle después de que él mismo llamase a comisaria diciendo que estaba tirado en una zanja y le querían asesinar. Cuando le localizaron en su pabellón de caza amenazó a los agentes con un arma blanca. Un esperpento.

Noruega

Harald V: La princesa sin sangre azul que fue madre soltera

En Noruega la polémica vino (como en otras ocasiones) por el enlace del príncipe heredero, Haakon Magnus, que se enamoró de Mette-Marit Tjessem, hija de una familia sin sangre azul que había sido madre soltera con un hombre condenado por tráfico de cocaína. Pese a las reticencias de la familia, la boda se celebró. Pero el pasado de Mette-Marit la persiguió: tuvo que renegar de las drogas en público tras anunciarse el enlace con el príncipe, al que había conocido en un festival de música rock, y hubo de firmar un documento en el que se declara que su hijo no entraría en la línea sucesoria, y ni él ni su madre tendrían privilegios si se divorcia.

arabia Saudí

SAUDI PRESS AGENCY

Salman bin Abdulaziz: Un clan opaco y dictatorial con una inmensa fortuna

La autocrática y opaca monarquía de los Saud, liderada por Salman bin Abdulaziz, y su hijo, el príncipe, Mohamed bin Salman, siempre ha tenido estrechas relaciones con España. Bin Salman, considerado el poder en la sombra, es un hombre excéntrico, que pagó más de 250 millones por un castillo próximo a Versalles, 500 por un yate de lujo, o 400 por el cuadro Salvator Mundi, de Leonardo da Vinci, que tiene en el yate.

La trastienda de la corona está plagada de purgas, como la detención de tres miembros directos de la familia real, el arresto de la princesa Basmah, o el secuestro y asesinato de Jamal Khasoggi, un disidente y periodista del Washington Post, que fue asfixiado y desmembrado con una motosierra en el consulado saudí en Estambul, supuestamente a manos de agentes del Gobierno del país árabe.