España se queda rezagada en la recuperación económica

Cristina Porteiro
C. Porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

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La OCDE detecta una inflexión a la baja en la reactivación del tejido productivo

10 ago 2020 . Actualizado a las 20:54 h.

A contracorriente. El verano en España ha dado un giro de timón en la senda de recuperación que había encarado el país desde el desconfinamiento. La economía se descuelga de sus socios y empieza a dar signos de fatiga. Es la alerta que ha lanzado este lunes la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE): España se está quedando rezagada. 

El organismo percibe una inflexión a la baja de la actividad, en contraste con el despegue de Alemania o Francia, donde se refuerzan los signos de recuperación que se empezaron a atisbar hace dos meses.

La variación en julio para España del indicador compuesto avanzado, que señala por anticipado inflexiones del ciclo económico, fue el peor de todos los miembros de la OCDE, según apunta EFE, con una caída de 0,63 puntos. España se quedó así en 93,72 puntos, claramente por debajo del nivel 100 que marca la media de largo plazo y también de los 98,88 puntos que tenía en enero, antes de que se empezaran a sentir los efectos de la crisis del coronavirus.

Ese movimiento contrasta con la subida de la gran mayoría de sus socios en julio, con un alza de 0,98 puntos para el conjunto de la OCDE a 97,98 puntos, y de 0,64 en la zona euro hasta 97,29 puntos.

En su informe semestral de perspectivas publicado el 10 de junio, la OCDE avanzaba que la economía española sería una de las más castigadas por la crisis de la covid-19, con una caída del producto interior bruto (PIB) este año del 11,1 % en uno de sus dos escenarios, y que podría llegar al 14,4 % en caso de una segunda ola de la epidemia. 

Barra libre al gasto

A pesar de los brotes verdes veraniegos, que no germinan en España, la Comisión Europea no se fía. Quiere evitar a toda costa que la recesión se cronifique, por eso su vicepresidente, Valdis Dombrovskis, anunció ayer en una entrevista al Financial Times que la institución no tiene intención de reactivar las normas del Pacto de Estabilidad hasta que las economías del euro no salgan de la «grave recesión económica» a la que les ha empujado el covid-19. Ofrece barra libre al gasto público.

Bruselas está dispuesta a prorrogar la «cláusula de escape» que activó en el mes de marzo para suspender las obligaciones presupuestarias de los Estados en torno a los objetivos del déficit (no más del 3 % del PIB) y la deuda (no más del 60 % del PIB). Dombrovskis, conocido por ser del ala más ortodoxa del Ejecutivo comunitario, asegura que es «relativamente seguro asumir» que no se «reactivarán las reglas» porque «la crisis y la incertidumbre continúan».

Ante las ingentes necesidades de gasto que afrontan los países del euro, no solo en terreno sanitario, también el laboral, social y empresarial, Bruselas está dispuesta a exprimir la flexibilidad del Pacto para ofrecer a los Gobiernos un balón de oxígeno hasta el 2022. Las sombrías perspectivas económicas que se ciernen sobre la eurozona, a pesar de la recuperación, empujan al equipo de Von der Leyen a pensar que no habrá disciplina fiscal hasta que los países logren capear la tormenta.

Dombrovskis admite que tenían previsto revisar la situación el próximo otoño, pero no será, como muy pronto, hasta primavera del 2021 cuando se sienten de nuevo a debatir sobre la posibilidad de introducir planes de ajustes. «Por supuesto, todo está sujeto a la evolución real de la situación económica», matizó.

¿Qué supone para España? El Gobierno de Sánchez dispondrá de un margen más amplio para elaborar los presupuestos del 2020 y, probablemente, los del 2021 con la seguridad de que no habrá señalamientos por rebasar los techos de déficit y deuda que, en el caso español, podrían dispararse del 2,8 % del PIB al 10,34 % y del 96,5 % al 116 % respectivamente.