Claves del despegue económico fuera de España: potentes avales y ayudas directas

Cristina Porteiro
c. porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

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Jan Woitasdpa-Zentralbild

Alemania ha salido al auxilio de su economía con una potencia de fuego ocho veces mayor que la española

12 ago 2020 . Actualizado a las 08:57 h.

«No hay otra alternativa, la de no gastar sería mucho peor», advertía el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, el pasado mes de mayo. No ha pasado mucho tiempo desde entonces, pero la realidad le está dando la razón: la timidez con la que intervino el Ejecutivo español a la hora de rescatar a hogares, trabajadores y empresas está pasando factura. España se está quedando atrás en la recuperación, según la OCDE. ¿Qué han hecho sus socios para despegar más rápido? Seguir la receta expansiva: desplegar potentes programas de avales públicos y ayudas directas a costa de un mayor endeudamiento.

La aversión del Gobierno español a pedir prestado tiene que ver con la habitual desconfianza que albergan los mercados sobre la sostenibilidad de su deuda y el rápido encarecimiento de la financiación que sufrió el país en la anterior crisis. De ahí que la respuesta fiscal haya sido la más pobre de entre todas las grandes potencias europeas. A ese conservadurismo se suma un problema de base: ya no hay ahorros en la hucha.

Los planes del Ejecutivo se han traducido en avales y préstamos públicos de 140.000 millones de euros, moratorias de hasta 30.000 euros para pymes y autónomos, aplazamientos en el pago de hipotecas para las rentas bajas y la introducción del Ingreso Mínimo Vital (3.000 millones de euros). También se ha extendido la cobertura de desempleo a trabajadores vulnerables, extendido la red de apoyo de los ERTE y se ha habilitado un fondo de rescate empresarial de 10.000 millones. A pesar de los esfuerzos, los españoles están consumiendo a más velocidad que sus vecinos las ayudas.

Alemania

Dinero a raudales. El optimismo con el que los alemanes encaran la crisis se sostiene con los potentes grifos de liquidez que ha enchufado su Gobierno, que ha salido en auxilio de la economía con un programa de avales ocho veces más voluminoso que el español (820.000 millones de euros). Proporcionalmente son los europeos que cuentan con más apoyo financiero respecto a sus necesidades, según datos del Banco de España. Autónomos y pymes germanas han recibido ayudas directas del Gobierno para mantener sus negocios hibernando, además de aplazar impuestos. A las moratorias y préstamos blandos, se suma el desembolso de ayudas a familias con hijos (pago único de 300 euros), ha reforzado sus programas de renta básica y mejorado la cobertura por desempleo. La defensa más potente viene por la vía empresarial: un fondo de rescate de 400.000 millones de euros, garantías por 100.000 millones y otros 100.000 solo en préstamos para recapitalizaciones.

Por si no fuera poco, Berlín ha movilizado un plan de inversiones de 12.000 millones de euros para cuatro años, otro adicional para la transición digital y ecológica de los municipios y un fondo de reserva de 55.000 millones «para cubrir necesidades adicionales».

Italia

El más ambicioso. El país transalpino puso el broche al 2019 con un 134,8 % de deuda sobre el PIB. Esas cifras no fueron óbice para el Ejecutivo de Giuseppe Conte, abriese las compuertas del gasto hasta convertirse en la potencia del euro que más dinero ha movilizado para combatir la crisis en relación a su riqueza: 450.000 millones de euros solo para su plan de avales públicos. Para impulsar la reactivación, Italia canceló todas las tasas municipales a los hoteles en el mes de junio y extendió aplazamientos de impuestos hasta el mes de septiembre para empresas y autónomos. Suspendió las contribuciones a la Seguridad Social, los despidos y regularizó trabajadores irregulares. El marcado social de las ayudas se vio reforzado con medidas de conciliación, ayudas para alimentos, el subsidio de 600 euros a autónomos, la creación de un fondo para trabajadores de renta baja y el despliegue de una renta de emergencia para hogares vulnerables.

Francia

A rebufo. El Ejecutivo francés ha mostrado más reservas a la hora de endeudarse. Aún así, el país galo despedirá el 2020 con una deuda más abultada que la española. París ha querido movilizar lo justo para ir tirando: 300.000 millones de euros en avales y créditos. Si bien es cierto que no ha dudado en salir con toda la artillería al rescate de sus empresas estratégicas en sectores como el del motor o las aerolíneas. Al margen de aplazar impuestos y el pago de facturas, ha reforzado los sistemas de desempleo, ha extendido pagas para el cuidado de hijos e incrementado las ayudas sociales para las familias en situación de vulnerabilidad.