Los Pujol niegan ser una organización criminal y acusan al juez de procesarles solo por ser miembros de la familia

La Voz REDACCIÓN / AGENCIAS

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Recurren su pleito porque aseguran que el magistrado no describe las conductas individualizadas necesarias para ser considerados parte de una red

14 ago 2020 . Actualizado a las 08:39 h.

El expresidente de la Generalitat de Cataluña Jordi Pujol, su mujer Marta Ferrusola y sus siete hijos han recurrido su procesamiento afirmando que no son una organización criminal y acusando al juez de la Audiencia Nacional José de la Mata, de proponer juzgar a todos solo por ser miembros de esa familia. A esto añaden que el magistrado no ha detallado las conductas de los diferentes miembros de la familia que justifican su organización como grupo criminal.

También piden el sobreseimiento de la causa en la que están imputados desde hace casi ocho años y cuya instrucción acaba de concluir el titular del Juzgado Central de Instrucción número 5, que ha propuesto juzgar a toda la familia por delitos contra la Hacienda Pública, blanqueo de capitales, organización criminal y falsedad documental.

Para empezar, la defensa de los Pujol considera en su recurso, de 76 páginas y al que ha tenido acceso Europa Press, que el magistrado no justifica en ningún momento el delito de organización criminal, pues no describe las conductas individualizadas que habría desarrollado cada miembro de la familia dentro de esa red.

«Se acude a una suerte de responsabilidad de la tribu o 'Sippe' germánica y a una suerte de derecho penal de autor (ser un Pujol), construcciones ambas impropias de nuestro sistema penal garantista, que se construye sobre el derecho penal del hecho y la exigencia de responsabilidad con arreglo al principio de culpabilidad, que solo atiende a la responsabilidad por el hecho propio», explica su abogado.

Según la defensa, que dirige el letrado Cristóbal Martell, el auto no describe «atribución individualizada de conducta» a los miembros de la familia porque «sencillamente no han desplegado esa conducta delictiva que tan graciosamente se les atribuye».

Jordi Pujol Ferrusola, el único responsable activo

Es más, recuerda que el auto subraya que era el primogénito, Jordi Pujol Ferrusola, quien administraba la fortuna, mientras que el resto de hermanos y la madre «muestran una conducta perfectamente estática y pasiva». «Son receptores de una corriente monetaria, que les efectúa liquidaciones periódicas. Su comportamiento es perfectamente pasivo como receptores de ingresos, conducta que no resulta subsumible en las exigencias típicas de miembro de la organización criminal», apunta.

«El auto no consigue concretar, ni remotamente, delitos singulares, y mucho menos la ejecución de actos de autoría o, más sencillamente, de colaboración, participación, preparación o encubrimiento. Nada, ni una sola atribución concreta a persona concreta en relación con padre, madre y conjunto de hermanos. El auto solo refiere conductas de Jordi Pujol Ferrusola relativas a predicada actividad delictiva», remarca.

Por otro lado, la defensa reprocha que el auto en el que el juez propone juzgar a los Pujol no dé crédito a la explicación de que la fortuna sea fruto de la gestión de la herencia del abuelo Florenci Pujol, pero al mismo tiempo diga que «desconoce el concreto origen de los fondos» aunque lo atribuya después a «pagos ilícitos» de autoridades o cargos públicos de Cataluña en concepto de comisiones a cambio de tener el favor de la familia.

En este sentido, la defensa llama la atención sobre la inconcreción sobre esos pagos que, en su opinión, se hace patente en el auto del instructor. «¿A qué autoridades se refiere? ¿A qué funcionarios públicos responsables de informar o resolver? ¿A qué resoluciones administrativas? ¿A qué modificaciones del planeamiento urbanístico? El auto no identifica a uno solo de ellos ni describe relación con empresarios ni intervención en operaciones económicas», explica.

En todo caso, la defensa opina que el delito de organización criminal estaría prescrito para Jordi Pujol, Marta Ferrusola y cinco de sus hijos --Marta, Josep, Pere, Mireia y Oleguer--, pues la investigación «no ha conseguido concretar respecto de ninguno de ellos tareas de dirección de la asociación ilícita».

En cuanto a la actuación concreta del expresidente catalán, el escrito resalta que «aparece muy escasamente mencionado» en el auto del juez, ya que «solo» se le atribuye de manera directa una cuenta en la entidad andorrana Andbank «que se afirma titularizaba».

«Una larga instrucción de ocho años no ha evidenciado ni puesto de manifiesto ni indiciaria ni remotamente que Jordi Pujol hubiera realizado en favor de los clientes de las empresas de su hijo mayor la más mínima gestión, sugerencia, invitación o influjo. Ni un solo caso», afirma la defensa, que añade que tampoco se le atribuye ninguna conducta relacionada con el blanqueo de capitales.