Guerra abierta entre los socios del nuevo Gobierno catalán tras la remodelación

Mercedes Lodeiro REDACCIÓN / LA VOZ

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El nuevo consejero de Empresa, Ramón Tremosa, saluda a su predecesora durante el acto de traspaso de la cartera
El nuevo consejero de Empresa, Ramón Tremosa, saluda a su predecesora durante el acto de traspaso de la cartera Marta Perez | EFE

La pelea con el PDECat puede dejar a Torra con 30 diputados frente a los 32 de ERC

05 sep 2020 . Actualizado a las 21:03 h.

Tan solo 24 horas después de ser nombrado consejero de Empresa por Quim Torra, Ramón Tremosa ya ha dado la clave de por qué Àngels Chacón fue cesada y para qué el presidente de la Generalitat lo ha integrado en su equipo de Gobierno: desgastar a ERC, sus socios de conveniencia en la Generalitat, desde las propias instituciones que comparten.

Con un perfil más independentista que muchos de los seguidores del expresidente huido de la Justicia, Carles Puigdemont, impulsor de noticias falsas y político con huellas de que falta a la verdad conscientemente, Tremosa se estrenó ayer sin pelos en la lengua con su habitual lenguaje para reprochar al vicepresidente Pere Aragonès (ERC) que no apoyara a Torra cuando reclamó algunas medidas como la paga extra a los sanitarios o cuando hace meses pidió a Pedro Sánchez más recursos para Cataluña a través del Mecanismo Europeo de Estabilización (MEDE).

«Me hubiera gustado que el vicepresidente Aragonès lo hubiera apoyado, porque no lo ha hecho que yo sepa», aseguró, para recriminar: «Ya va tarde el vicepresidente en esto».

Aragonès, que el jueves parecía el convidado de piedra durante la toma de posesión en el Palau de los tres nuevos consejeros tras la purga del PDECat, estuvo hábil al contestarle a su socio de Gobierno que las extras a los sanitarios ya se están pagando y que prevén concluir esos abonos este mes. De una forma prudente, pero hiriente, también soltó: «Cuando entras nuevo en un lugar, es normal que tengas que ponerte al día».

Este intercambio belicoso, que pasa por inflar el desgaste de sus contrincantes independentistas, se veía venir. Lo vaticinó el mismo jueves el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, quien ha recriminado a Torra que traslade al Gobierno catalán la «guerra civil interna» en la que está inmersa JxCat y PDECat.

Tremosa no milita en ningún partido, y quizás por eso es el elegido para protagonizar estas trifulcas que acercan la coalición a la ruptura. A la voz de Aragonès para recriminar a los de Torra sus grescas se sumó ayer la portavoz y secretaria general adjunta de ERC, Marta Vilalta. Esta les echó en cara que los «debate internos», en alusión al espacio posconvergente de PDECat y Junts, perjudiquen al Gobierno catalán y que tras pelear por lograr una mesa de diálogo con el Gobierno central y ahora, después de las gestiones de ERC, pactar con Pedro Sánchez el retomarla, Torra no esté por la labor. En el fondo, Esquerra le está atribuyendo a los de Puigdemont la ruptura del diálogo. 

El PDECat se hace valer

Es decir, unos y otros están tomando posiciones de cara a las urnas. También lo están haciendo los huérfanos del PDECat. Su portavoz, Marc Solsona, aseguró ayer en TV3 que seguirá apoyando al Gobierno, pero eso sí «con condiciones». Solsona añadió que el partido estudiará si sus cuatro diputados en el Parlamento catalán y los cuatro que mantiene en el Congreso continúan o no en el grupo de JxCat. De momento el lunes se reunirá la ejecutiva del partido. La formación fundada por Artur Mas en el 2016 analizará cómo concurrir a las elecciones y se espera que rompa con el grupo de JxCat para recuperar esencias de Convergència, incluso las pactista con los Gobiernos centrales. Tampoco descarta que sus cuatro diputados en el Congreso apoyen los presupuestos del Estado, en línea con el PNV.

Los cuatro que tiene en el Parlamento catalán tras la marcha de once a las huertas de Junts dejaría a Torra con 30 diputados frente a los 32 de ERC, los 36 de Cs, 16 del PSC, 8 de CatComú-Podem, 4 de la CUP y 4 del PP.