Sánchez advierte a Iglesias de que su pacto de Gobierno es «incluyente, no excluyente»

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ojea unos documentos durante una reunión de la ejecutiva del PSOE en presencia del entonces ministro y secretario de organizacion José Luis Ábalos.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ojea unos documentos durante una reunión de la ejecutiva del PSOE en presencia del entonces ministro y secretario de organizacion José Luis Ábalos. EVA ERCOLANESE | EFE

El líder de Podemos insiste en rechazar un acuerdo de presupuestos con Cs

08 sep 2020 . Actualizado a las 09:29 h.

«Incluyente, no excluyente». Así definió ayer el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el acuerdo entre el PSOE y Unidas Podemos para formar un Gobierno de coalición. El jefe del Ejecutivo justificaba de esa manera su intención de incluir a Ciudadanos en la mayoría parlamentaria con la que intenta aprobar los presupuestos, pese a las reticencias de sus socios de Gobierno, que insisten en defender la vía de reeditar la mayoría de la investidura, junto a los independentistas de ERC, excluyendo al partido de Inés Arrimadas. Sánchez sigue sin querer cerrar por ahora ninguna puerta y, a pesar de los vetos cruzados entre Cs y los republicanos catalanes, que le dejaron claro que son incompatibles, insiste en la necesidad de «apartar la lucha partidista» y sumar el apoyo del máximo de fuerzas posible a los presupuestos. 

Negociará con el PDECat

Al margen de la búsqueda de una mayoría, las desavenencias se mantienen en el seno del propio Gobierno, con el alcance de las subidas de impuestos como principal caballo de batalla. Sánchez explicó ayer en una entrevista en TVE que el acuerdo con Unidas Podemos «sigue vigente» y la coalición es «fuerte y firme en sus objetivos». Pero, aunque admitió que el acuerdo con los de Pablo Iglesias es el que «ata y compromete», precisó que ese pacto es «incluyente, no excluyente», por lo que planteó «mirar más allá de lo que son bloques ideológicos» para lograr un acuerdo «transversal». «Es inimaginable que no encuentre el apoyo de una mayoría en el Congreso de los Diputados», señaló, añadiendo un toque de dramatismo a la negociación.

En ese propósito de no cerrarse puertas, Sánchez adelantó que, una vez que se ha producido la escisión de Junts per Catalunya, llamará a los cuatro diputados del PDECat para tratar de sumar su apoyo a los presupuestos. 

Presiones cruzadas de Cs y ERC

Pese a la llamada del jefe del Ejecutivo a la integración, el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, mantiene el pulso. Ayer, advirtió de que «los intentos de pacto con una de las tres derechas», en referencia a Cs, se han traducido en los últimos años «en una inestabilidad que solo benefició a la derecha». «La mayoría que sacó a la Gürtel de la Moncloa y dio lugar al Gobierno de coalición es la que puede sacar los presupuestos que necesita España», indicó en Twitter, excluyendo de nuevo al partido naranja. La ministra de Igualdad, Irene Montero, señaló también que la «única vía» para aprobar los presupuestos es la mayoría que permitió la investidura de Sánchez.

Desde la orilla contraria, la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, advirtió a Sánchez de que en la negociación de presupuestos «le tocará elegir», porque no le cabe duda de que «el separatismo catalán quiere negociar». «En los próximos meses, Sánchez tendrá que elegir si quiere una salida moderada a la crisis o una salida de la mano de Iglesias, Rufián y Torra», indicó Arrimadas.

Y, para completar el círculo de las presiones a Sánchez, ERC endureció sus condiciones para apoyar los presupuestos. Advirtió de que no basta una foto de la mesa de diálogo, sino que hay que fijar una agenda y «avanzar» en la solución del «conflicto». Además, los republicanos imponen también otro veto al Gobierno. La secretaria general del partido, Marta Rovira, avisó ayer a Sánchez de que no cuente con ERC si pacta los presupuestos con Ciudadanos o el PDECat.

El jefe del Ejecutivo se compromete a rebajar la sedición en el Código Penal 

Pedro Sánchez confirmó que reformará el Código Penal para rebajar el delito de sedición, lo que afectaría retroactivamente a los políticos catalanes presos por el procés, y pidió ser «empáticos y sensibles» con la «ruptura emocional» que esta situación supone para «parte de la sociedad catalana». Defendió que es necesario sacar «muchas lecciones» de lo que ha ocurrido con el «mal llamado procés» y «con la situación de líderes que están en la cárcel», y no solo «desde el punto de vista del incumplimiento legal» sino «desde la ruptura emocional que está representando para parte de la sociedad catalana». «El objetivo que tiene este Gobierno es que se mantiene nuestro compromiso de actualizar, modernizar y revisar, vía modificación del Código Penal, estos delitos», señaló.