Piden 5 años de cárcel a un entrenador por abusos sexuales a una de sus jugadoras de 16 años

La Voz VIVEIRO / LA VOZ

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Óscar Cela

La vista se verá en la Audiencia de Lugo los días 24 y 25; procede del Juzgado de Mondoñedo

19 sep 2020 . Actualizado a las 22:23 h.

La próxima semana, el jueves y el viernes, se celebrará en la Audiencia Provincial de Lugo el juicio a un entrenador mariñano acusado de mantener una relación sentimental con una de sus jugadoras, menor de 16 años. El investigado, según el fiscal, mantuvo en varias ocasiones «contactos de naturaleza sexual, con besos y caricias íntimas mutuas».

El caso, procedente del Juzgado de Instrucción Número 1 de Mondoñedo, dirimirá la responsabilidad de unos hechos ocurridos al menos entre el mes de julio de 2015 hasta enero de 2017, cuando el entrenador mariñano fue denunciado. Según el escrito de acusación de la fiscalía, el acusado, mayor de edad y sin antecedentes penales, «actuando con el ánimo de satisfacer sus instintos libidinosos, mantuvo una relación sentimental con (...), menor de edad en esos momentos y de la cual el acusado era entrenador deportivo, prevaliéndose este de su posición de referente y autoridad que ejercía sobre (...), la cual encontraba en el acusado su referente y autoridad en el mundo del deporte y a nivel personal».

«A lo largo del tiempo de relación, el acusado mantuvo con la menor en varias ocasiones contactos de naturaleza sexual, con besos y caricias íntimas mutuas», se añade en el escrito de acusación, que el fiscal concluye sosteniendo que estos hechos son constitutivos de un delito continuado de abusos sexuales a una menor de 16 años, y pide que se imponga al acusado una pena de cinco años de prisión y las accesorias de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena; la prohibición de aproximarse a la víctima a una distancia inferior a 500 metros y comunicarse con ella por cualquier método durante seis años, y la inhabilitación especial para cualquier profesión u oficio, sea o no retribuido, que conlleve contacto regular y directo con menores de edad durante cinco años. Finalmente, el fiscal también solicita que una vez se cumpla la pena de prisión a la que sea condenado el acusado, se le apliquen cinco años de libertad vigilada; y que haga frente a una indemnización a la menor de 6.000 euros, por los daños morales ocasionados.