Villarejo, en las grabaciones de la Kitchen: «Cospedal todavía me debe 100.000 pavos»

La Voz REDACCIÓN

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El excomisario de la Policía Nacional, José Manuel Villarejo.
El excomisario de la Policía Nacional, José Manuel Villarejo.

El excomisario asegura en otra conversación grabada que montó un «tinglado» contra Esperanza Aguirre en el 2014 porque Rajoy quería «cortarle la cabeza»

29 sep 2020 . Actualizado a las 20:04 h.

El comisario jubilado y en prisión preventiva José Manuel Villarejo relata en una conversación grabada en febrero del 2017 que se personó en los tribunales contra la expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre por el altercado de tráfico que esta tuvo en el 2014 en la Gran Vía porque el entonces presidente del Gobierno Mariano Rajoy quería «cortarle la cabeza».

Así, según recoge un oficio de la Policía incluido en el sumario de la pieza 7 Kitchen de la macrocausa Tándem, el propio Rajoy podría haber llegado a realizar un encargo a Villarejo, según resalta este mismo. Y tendría que ver con ese incidente de tráfico de Aguirre de abril del 2014, cuando tras ser multada por aparcar en un carril bus de Gran Vía se marchó con su vehículo del lugar tras arrollar la moto de uno de los agentes.

El caso llegó a los tribunales madrileños después de que la Policía Municipal remitiera el atestado policial sobre lo sucedido, y poco después la Audiencia Provincial de Madrid calificó de un posible delito de desobediencia el incidente de tráfico, aunque finalmente en el 2015 se archivó la causa.

Villarejo, en el 2017 asegura charlando con sus socios Adrián de la Joya y Alberto Pedraza que «Rajoy quería cortarle la cabeza» y que por esa razón él le montó a la expresidenta ese «tinglado» para «meterle por delito». Tiempo después, cuando el comisario quería que apartaran de Asuntos Internos a Marcelino Martín Blas, enemigo acérrimo de Villarejo, usó el encargo de Aguirre y le indicó al abogado Javier Iglesias (al que denomina 'el largo'), persona de confianza de Rajoy, que o quitaban de en medio a Martín Blas o él levantaría el pie a Esperanza Aguirre. «Entonces yo, un día empiezan las hostias con el Marcelino y digo, dile al tonto polla del Asturiano -así se refiere a Rajoy- que o me quitan al Marcelino o le levanto el pie a la Esperanza», llega a comentar.

Según explica Villarejo en esa grabación, presiona a Iglesias para que aparten a Martín Blas y les llega a dar 24 horas para que lo hagan porque de lo contrario le retira de la acusación contra Aguirre por el incidente de Gran Vía. Iglesias habría sido contratado por Villarejo para personarse en el procedimiento.

«A mí me suda la polla como quedes tú -por Iglesias-, me tenéis hasta la polla. Y al día siguiente lo quité de abogado, al día siguiente lo quité de abogado del tema de Esperanza», señala Villarejo, a lo que acto seguido apunta otro de los que están en la conversación: «Y se acabó el tema».

Dado que no consiguió con esta amenaza que destituyeran a Martín Blas, el comisario, siempre según su relato, se habría dirigido al secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez -al que llama Paquito el Chocolatero-, para decirle que o le libraban del jefe de Asuntos Internos o «al asturiano me lo llevo por delante». «Y al día siguiente Marcelino a tomar por culo», añade.

El encargo de Cospedal

En otro apartado del sumario, Villarejo aseguró en una conversación que María Dolores de Cospedal le debía «100.000 pavos más los gastos», una deuda por la que la entonces secretaria general del PP dejó de verle, aunque él mantuvo la relación a través de su marido, Ignacio López del Hierro. «María Dolores ya no quiere verme porque las últimas veces le dije, dame mi pasta y le creo una situación y le dije tía 100.000 pavos más los gastos que he tenido más tal, no que tal, no te preocupes que ya... pero claro ya la última vez le dije, me voy a cagar en la madre, un poquito de cabreo y ya no quiere verme», le relata el excomisario a ese abogado.

En la conversación participan el abogado Javier Iglesias, el empresario Adrián de la Joya y el entonces director del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), José Luis Olivera, horas antes de que Villarejo se reuniera con López del Hierro. El excomisario vuelve a sacar este asunto: «como la otra todavía me debe 100.000 pavos más los intereses y más su puta madre... ¡Claro! Porque estamos en eso, pero si él me (ininteligible) le perdono los 100.000 pavos, fíjate...».

Rajoy, señalado en las esuchas

El levantamiento prácticamente completo del secreto de sumario de la operación Kitchen apunta directamente a Mariano Rajoy y apuntala las sospechas de que el expresidente del Gobierno pudo estar al tanto de la contabilidad B que durante años existió en el partido. Las grabaciones encontradas en poder del excomisario José Villarejo no solo confirmarían que el PP contrató al expolicía y a su camarilla para espiar a Luis Bárcenas, sino que incluyen referencias a la presunta financiación irregular del partido. En una de las grabaciones de Villarejo con su socio Adrián de la Joya y que figura en los doce tomos que este lunes vieron la luz, el excomisario asegura: «¡Tengo al Rato inmortalizado diciéndome que el otro (Rajoy) trincaba!». Villarejo, que tilda de «delincuentes» y «chorizos» a los dirigentes del PP, reproduce en esa conversación una confesión que, según el expolicía, le dijo el exvicepresidente, en referencia al supuesto pago de sobresueldos en negro en la cúpula del PP procedente de comisiones: «Yo estaba en la fila... Rajoy iba delante mía y cada uno con el sobre».

Las cintas de Villarejo que el juez Manuel García-Castellón desclasificó este lunes no son solo delicadas para Rajoy por el tema de la supuesta financiación ilegal de la formación, sino que también le implican en la propia operación parapolicial para espiar al extesorero popular. Y es que, en otra de las grabaciones, el excomisario asegura que el exsecretario de Estado para la Seguridad con el ministro Jorge Fernández, el ya imputado en este procedimiento Francisco Martínez, al que identifica como 'Paco', llegado el momento «tirará para arriba» (tirará de la manta) porque «él le daba todas las novedades al 'Asturiano'», el nombre en clave con el que Villarejo y los policías a su servicio en el caso Kitchen se referían al expresidente Rajoy.