¿En qué consiste el cóctel experimental que Trump ha tomado para el covid-19?

Laura Barros EFE

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Trump descendiendo del helicóptero que lo llevó al hospital Walter Reed de Bethesda
Trump descendiendo del helicóptero que lo llevó al hospital Walter Reed de Bethesda Joshua Roberts | Reuters

El presidente norteamericano planea aprobar el tratamiento y distribuirlo de forma gratuita

08 oct 2020 . Actualizado a las 11:57 h.

Casi tan rápido como se extendió la noticia de que el presidente de EE.UU., Donald Trump, había contraído el covid-19 se ha propagado la fama del cóctel experimental de la farmacéutica Regeneron que le han administrado y que ahora él ha prometido aprobar de emergencia y suministrar gratis a los estadounidenses.

El cóctel en investigación REGN-COV2, desarrollado por la farmacéutica Regeneron ha pasado ya por las fases 1, 2 y 3 de ensayo y ha sido probado en 275 pacientes, todos con covid-19 confirmado por una prueba de laboratorio, según los datos preliminares difundidos por la compañía en un comunicado el pasado 29 de septiembre.

De acuerdo con la farmacéutica, el REGN-COV2, cuyo desarrollo y fabricación ha sido financiado con fondos federales de Estados Unidos, «es una combinación de dos anticuerpos monoclonales» y fue «diseñado específicamente para bloquear el poder de infección del SARS-CoV-2, el virus que causa la COVID-19».

Reduce la carga viral

Al dar a conocer los primeros datos del ensayo, Regeneron indicó que el cóctel en investigación «reduce la carga viral y ayuda a para aliviar los síntomas en pacientes no hospitalizados con covid-19», al tiempo que mostró «tendencias positivas en la reducción de visitas médicas».

Los participantes fueron divididos en tres grupos: uno que recibió (al igual que Trump) una dosis única de 8 gramos, considerada la más alta; otro al que le fue suministrada una infusión de 2,4 gramos; y un tercero al que se le dio un placebo.

«El mayor beneficio del tratamiento fue en los pacientes que no habían montado su propia respuesta inmune efectiva, lo que sugiere que el REGN-COV2 podría proporcionar un sustituto terapéutico a la respuesta inmune natural», explicó el presidente y director científico de Regeneron, George D. Yancopoulos.

En otras palabras, los pacientes con ausencia de anticuerpos contra el virus o con niveles virales más altos tuvieron mayores beneficios en el alivio de los síntomas, con una media de tiempo de 13 días, que varió entre ocho para los pacientes con la dosis más alta y seis con la más baja.

Nexos más allá del virus

Según la cadena estadounidense CNN, Trump y el cofundador y director ejecutivo de Regeneron, Leonard Schleifer, se conocen.

Schleifer ha sido miembro del Club de Golf de Trump en Westchester (Nueva York), asegura la cadena, que calcula en 450 millones los fondos que recibió Regeneron como parte de la operación «Warp Speed» (velocidad de la luz) que el Gobierno federal ha puesto en marcha promover el desarrollo y abastecimiento de tratamientos y vacunas frente al coronavirus.

Regeneron señaló en un comunicado enviado a CNN Business que ambos se conocen, pero aclaró que «no tenían ningún contacto regular hasta este año, cuando han discutido en ocasiones asuntos relacionados con la COVID-19».

La nota agrega que Trump tuvo acciones de Regeneron y Gilead Sciences, fabricante del antiviral Remdesivir, otro de los medicamentos que se le han administrado al presidente desde que anunció la madrugada del viernes que había contraído la enfermedad.

Las acciones figuraban entre los activos de Trump en la declaración que presentó en 2017 ante la Oficina de Ética Gubernamental, pero ninguna aparece en la que dio a conocer este año, indica la CNN.

Un cóctel de «uso compasivo» para Trump

El hecho de que Trump haya recibido el cóctel de Regeneron le ha valido también críticas a la farmacéutica, que aún no cuenta con una autorización formal para la distribución y venta del producto, que fue suministrado al presidente bajo la excepción de «uso compasivo», a petición de sus médicos.

De acuerdo al regulador estadounidense, Administración de Alimentos y Medicinas (FDA, en inglés), encargada de dar el visto bueno a los fármacos, el «uso compasivo» permite el acceso a medicamentos en fase experimental de pacientes cuya vida peligre.

Hasta que la FDA dé su aprobación al medicamento, Scheifer explicó al canal CNBC, que la única manera de acceder a ese tratamiento es presentándose voluntario a ensayos clínicos.

Trump se salta la cuarentena y dice que tener covid-19 es «una bendición»

El presidente estadounidense volvió este miércoles a rodearse de sus asesores en el Despacho Oval a pesar de no haber superado la enfermedad

LA VOZ

El presidente estadounidense, Donald Trump, volvió este miércoles a rodearse de sus asesores en el Despacho Oval a pesar de no haber superado el covid-19, y describió como una «bendición de Dios» el haber contraído esa enfermedad, al asegurar que eso ayudará a «curar» a otros estadounidenses.

Seis días después de dar positivo por coronavirus y menos de 48 horas después de salir del hospital, Trump regresó al epicentro del brote de covid-19 que ya ha infectado a al menos nueve empleados de su Casa Blanca: la estrecha Ala Oeste, un apéndice de la residencia presidencial en cuyo extremo se encuentra el Despacho Oval.

«Una bendición de Dios»

El mandatario, que según sus médicos no estará fuera de peligro hasta el próximo lunes, publicó después un vídeo en el que afirmó que contraer el covid-19 ha sido «una bendición de Dios».

Dijo que así ha comprobado en carne propia el efecto del cóctel experimental de anticuerpos de la farmacéutica Regeneron, que se ha aplicado a menos de diez personas fuera de ensayos clínicos.

«Para mí no fue algo terapéutico, hizo que me sintiera mejor, yo lo llamo una cura (...). Y quiero que todo el mundo tenga el mismo tratamiento que su presidente», subrayó.

Por tanto, explicó Trump, su Gobierno planea aprobar con carácter de urgencia el cóctel de Regeneron que le administraron a él, y aseguró que se distribuirá gratuitamente.

El presidente, que hasta ahora había estado trabajando desde la residencia presidencial en el segundo piso de la mansión, grabó su vídeo fuera del Ala Oeste.

Allí, en el Despacho Oval, se reunió poco antes con su jefe de gabinete, Mark Meadows; su subdirector de comunicaciones y redes sociales, Dan Scavino, y posiblemente otros funcionarios, dotados de equipos de protección personal, según varias informaciones de prensa.

«Podemos interactuar con él a distancia y la gente puede llevar mascarillas, anteojos o guantes, o lo que se necesite», dijo poco antes Brian Morgenstern, uno de los portavoces de la Casa Blanca.

Meadows ya había reconocido unas horas antes que Trump había presionado este martes a sus asesores para ir al Despacho Oval, una petición que, de acuerdo con el Washington Post, su equipo rechazó por no saber cómo garantizar un regreso seguro al espacio constreñido del Ala Oeste.

Parte de su estrategia electoral

La decisión de Trump de volver a su escenario habitual de trabajo en plena cuarentena encaja con su estrategia de minimizar su diagnóstico de covid-19, en un intento de controlar el discurso público a 26 días de las elecciones, y rezagado en las encuestas frente al candidato demócrata, Joe Biden.

Al regresar a la Casa Blanca, el lunes, Trump pidió a los estadounidenses «no temer» a la pandemia ni dejar que «domine» sus vidas, a pesar de que la abrumadora mayoría de los ciudadanos no tienen acceso a los recursos que él ha tenido a su disposición.

El médico de Trump en la Casa Blanca, Sean Conley, aseguró este miércoles que el presidente se encontraba «genial», que «ya lleva cuatro días sin fiebre, más de 24 horas sin síntomas, y no ha necesitado ni recibido oxígeno suplementario desde su hospitalización inicial».

Conley también afirmó que los análisis del sangre del presidente, tomados este lunes, «demostraron niveles detectables de anticuerpos IgG del SARS-CoV-2».

Eso extrañó a algunos expertos, porque lo normal es que esos anticuerpos no se desarrollen hasta entre una y tres semanas después de la infección con covid-19, aunque la farmacéutica Regeneron apuntó que es posible que los niveles detectados provengan del cóctel experimental de anticuerpos que Trump recibió el viernes.

Sin embargo, el presidente está impaciente por retomar su actividad electoral, como demostró al tuitear este miércoles, en mayúsculas, que tiene «derecho a pedir a los votantes cuatro años más», tras reiterar su acusación no demostrada de que el Gobierno del expresidente Barack Obama «espió» a su campaña en 2016.

Batalla sobre el estímulo por la pandemia

El motivo por el que Trump acudió al Despacho Oval fue para que sus asesores le pusieran al día del avance del huracán Delta, que se dirige a la costa sur de EE.UU., pero también de las conversaciones sobre un posible paquete de estímulo, según la Casa Blanca.

El martes, Trump ordenó suspender hasta después de las elecciones del 3 de noviembre las negociaciones con el Congreso para aprobar un nuevo paquete de estímulo económico por la pandemia del coronavirus, aunque luego intentó dar marcha atrás y pidió a la Cámara Baja aprobar un segundo cheque de 1.200 dólares para los estadounidenses.

Meadows precisó este miércoles que la Casa Blanca no apuesta ya por un gran paquete de estímulo antes de las elecciones, sino que quiere que el Congreso apruebe algunas medidas aisladas, entre ellas un rescate de las aerolíneas del país.

El secretario del Tesoro de EE.UU., Steven Mnuchin, empezó a negociar este miércoles sobre las aerolíneas con la presidenta de la Cámara Baja, la demócrata Nancy Pelosi, quien advirtió que la negativa de Trump a aprobar un paquete de estímulo amplio puede costarle caro en las urnas.

«(Trump) está tratando de arreglar el terrible error que cometió ayer, y los republicanos en el Congreso están en caída libre con él», dijo Pelosi a la cadena televisiva ABC News.