El principal sindicato británico rompe con los laboristas por su «giro a la derecha» con Starmer

Juan Francisco Alonso LONDRES / E. LA VOZ

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El líder laborista, Keir Starmer, en una intervención en septiembre en la Cámara de los Comunes
El líder laborista, Keir Starmer, en una intervención en septiembre en la Cámara de los Comunes Uk ParliamentJessica TaylorPA

El líder del partido se ofrece a seguir colaborando con Unite

09 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

«Cualquier cambio, incluso un cambio para mejor, siempre va acompañado de inconvenientes y resistencia». El líder laborista, Keir Starmer, está comprobando en carne propia la veracidad de esta frase del escritor británico Arnold Bennett, pues el giro al centro que ha impuesto a la principal formación opositora desde que en abril pasado se hizo con sus riendas ha molestado a los sectores más a la izquierda, entre ellos al poderoso sindicato Unite.

El disgusto de Unite quedó patente el miércoles, cuando el presidente de la organización, Len McCluskey, anunció que reducirían un 10 % la contribución monetaria que venían haciendo al partido por lo que considera su «giro a la derecha». «Los trabajadores empiezan a decir: ‘No estoy seguro de lo que representa el Partido Laborista’, y pronto los afiliados me preguntarán: ‘¿Por qué estamos dando tanto dinero a ese partido?», soltó McCluskey durante una entrevista en la BBC, en la cual dejó claro que no le agradaba la decisión de nueva directiva de la formación de indemnizar a los exmiembros de la misma que denunciaron las tendencias antisemitas de dirigentes próximos al anterior líder, Jeremy Corbyn.

Reacción del líder

Starmer no tardó en reaccionar a la decisión de Unite y, tras expresar su respeto por la misma, les tendió la mano. «Ellos pueden decidir qué hacen con su dinero. Yo seguiré trabajando constructivamente con ellos, haciendo campaña con ellos en materia de empleo y en cuestiones realmente importantes, como evitar el despido de trabajadores y su recontratación en condiciones peores», declaró a la prensa.

Desde el partido, sin embargo, se mostraron más críticos. «El laborismo seguirá tomando las decisiones que más convengan al país. El objetivo de Keir [Starmer] y de todos en el partido es recuperar la confianza de los británicos y ganar las elecciones del 2024», declaró un portavoz de la formación.

Unite aportó para las elecciones del 2019 unos 3 millones de libras (3,1 millones de euros) y es uno de los fundadores del partido. Sin embargo, también fue uno de los grandes apoyos de Corbyn, quien era considerado el representante de la vieja izquierda y cuyas ideas radicales espantaron a muchos votantes centristas.

El distanciamiento del poderoso sindicato vino precedido por la destitución de Rebecca Long-Bailey, rival de Starmer en las primarias y de la línea de Corbyn, por compartir un polémico artículo en sus redes sociales.