La segunda ola hace temblar Europa y los países tratan de contener el virus

Uxía Rodríguez Diez
uxía rodríguez REDACCIÓN / LA VOZ

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Paris, varias personas esperan para entrar en un laboratorio a realizarse la prueba del covid-19
Paris, varias personas esperan para entrar en un laboratorio a realizarse la prueba del covid-19 MOHAMMED BADRA | efe

Los casos aumentan, mientras los Gobiernos imponen nuevas restricciones

13 oct 2020 . Actualizado a las 13:44 h.

Europa está inmersa de lleno en la segunda ola y los principales países del Viejo Continente ya tienen sobre la mesa nuevas restricciones para que la situación de la pasada primavera no se repita. España se convirtió en «la Italia» de este segundo envite del covid-19, pero su situación ya no es única: Francia o Reino Unido triplican y hasta quintuplican los positivos diarios españoles. El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades alerta de que la tasa de casos lleva 77 días en aumento y la media europea supera el límite que ellos mismo marcan como riesgo muy alto: más de 120 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. La República Checa (432), Bélgica (364) y Países Bajos (344) superan a España (308), mientras Francia (284) y el Reino Unido (242) siguen registrando fuertes incrementos.

Francia

Récord de contagios. Francia registró 26.896 contagios solo el sábado, una cifra sin precedentes. París, Marsella, Aix-en-Provence y Guadalupe (Antillas), Lyon, Lille, Grenoble y Saint-Etienne, se encuentran en «alerta máxima», clasificación que impone el cierre de gimnasios, cafés y bares y permite abrir restaurantes solo respetando un protocolo sanitario muy estricto. El primer ministro francés, Jean Castex, insistió este lunes en que hay que evitar por todos los medios un confinamiento general, pero al mismo tiempo dijo que no se pueden excluir confinamientos locales si los indicadores del covid empeoran y la presión en los hospitales se agudiza.

Reino Unido

Más restricciones. Ya hay más personas hospitalizadas (3.837) que las ingresadas el pasado marzo, cuando se decretó el confinamiento nacional. Las restricciones fueron confirmadas ayer por el primer ministro, Boris Johnson, después de que el Gobierno estableciese un semáforo epidemiológico con tres grados de alerta para armonizar y simplificar la implementación de medidas en el país. Liverpool será la primera en situarse en el máximo riesgo. Desde de mañana, sus pubs, bares, gimnasios, casas de apuestas y casinos deberán permanecer cerrados. Sí podrán abrir los restaurantes, comercios, colegios y universidades.

República Checa

Epicentro. Pese al éxito de las restricciones impuestas en marzo, unas de las más estrictas de Europa, el país está a la cabeza en la segunda ola. El viernes anotó récord de contagios y ya se preparan para una «versión mejorada del confinamiento» impuesto en primavera. «Vamos a tener que restringir las reuniones. No vamos a cerrar la economía. No vamos a cerrar la industria», mantiene la ministra de Finanzas checa, Alena Schillerova.

Bélgica

La sombra del confinamiento. Es el segundo país con peores datos de la UE. El Gobierno belga cree que las medidas aplicadas hace una semana, como la limitación de los contactos estrechos fuera del hogar a tres personas, la recomendación de teletrabajar y adelantar el cierre de bares y cafés aún puede dar resultado, pero no se descarta ninguna opción. «No puedo garantizar que podamos evitar el confinamiento», declaró el ministro de Sanidad, Frank Vandenbroucke, quien avisó que viene «un otoño difícil». Bruselas supera a Madrid en nuevos casos de coronavirus en relación a la población con 759 casos por cada 100.000 habitantes de media en los últimos 14 días.

Países Bajos

La cruz de la moneda. Cuatro días consecutivos de récord de contagios (7.000 al día) y una curva ascendente muy distinta a la de la primera ola sitúan a los Países Bajos como el tercer peor país de Europa en casos acumulados. Los mismos que cuestionaron a los países del sur por la gestión de la pandemia, negocian ahora a contra reloj medidas restrictivas con las autoridades locales. Entre otras cosas, estudian el cierre de la restauración, la restricción de los deportes en grupo y límites de aforo en espacios interiores públicos.

Italia

Contención. El primer ministro de Italia, Guiseppe Conte, ha aprobado un decreto por el que el Gobierno prohíbe las fiestas privadas, limita la asistencia a bodas, bautizos y otras ceremonias, restringe el horario de los bares y recomienda el uso de mascarilla incluso dentro de la propia vivienda cuando se esté con personas que no vivan en ese inmueble, todo ello en el marco de los esfuerzos para frenar la segunda ola de la pandemia de coronavirus. El decreto presidencial impone la prohibición de celebración de fiestas privadas, ya sea en interior o en el exterior, con más de seis personas y limita a un máximo de 30 personas el aforo en bodas, bautizos y otras celebraciones similares. La medida implica que se cancelan los viajes y excursiones escolares y la suspensión de los deportes de contacto de nivel aficionado. Aunque las cifras de casos son similares a las de abril, las autoridades reiteran la diferencia de hospitalizados: 420 personas en uci, frente a las 5.000 que llegó a haber entonces.

Portugal

Mascarillas. Lleva cinco días por encima de los mil contagios diarios, con cifras récord de casos activos. El Gobierno se prepara para anunciar nuevas medidas con el objetivo de atajar esta segunda ola, que incluso ha hecho que haya tres ministros del equipo de António Costa confinados.

Alemania

Aceleración de contagios. La cifra de nuevos contagios diarios rebasó este martes los 4.000 casos en Alemania, en medio de un fuerte debate por la prohibición de algunos poderes regionales a los viajeros de zonas de riesgo del país de pernoctar en su territorio. La aceleración de los contagios registrada la semana pasada ha derivado en nuevas restricciones en las regiones de mayor incidencia. El sábado se superaron los 4.700 contagios en 24 horas, el máximo diario desde mediados de abril, y se temía una progresión rápida hacia el pico alcanzado a finales de marzo, con 6.000 contagios diarios.Se adopta como norma para declarar una zona como de riesgo que se rebasen los 50 contagios por 100.000 habitantes en 7 días, de acuerdo a los criterios del RKI. En esta situación se encuentran el conjunto de Berlín y otras grandes ciudades -Colonia, Fráncfort, Stuttgart y, desde hoy, Múnich-, además de numerosos distritos del «Land» de Renania del Norte-Westfalia, el más poblado del país, y también de otros «Länder».

La cuarta parte de España está sometida a restricciones

Lejos de estabilizarse, la situación vuelve a empeorar, con 7 comunidades ya con más de tres contagios por mil habitantes

M. VIÑAS / m. sáiz-pardo

La segunda ola tenía como mínimo un segundo asalto. Con localizadas excepciones, la situación parecía haber empezado a amainar pero, lejos de confirmarse la estabilización, ha vuelto a empeorar, de golpe además. Hace dos fines de semana, el Ministerio de Sanidad computó 31.848 nuevos casos. El pasado fueron menos: 23.480. Ayer los datos de Moncloa recogieron, sin embargo, 27.856 contagios nuevos desde el viernes, un aumento del 16 % con respecto a la semana anterior que delata que España no está siendo capaz de reponerse de una embestida que se está ensañando especialmente con Madrid y Navarra, pero también con Cataluña y Aragón.

En las últimas 24 horas se diagnosticaron en todo el país 2.825 infecciones: 546 en la comunidad navarra y 397 en la aragonesa, los territorios con más nuevos contagios. Madrid, en cambio, solo anotó 330 (5.134 desde el viernes) y el País Vasco, ninguno, presumiblemente por retrasos en las notificaciones. Estos desajustes apremian a interpretar con cautela la situación que muestran las tablas de Sanidad: con probabilidad los positivos de este lunes, a la larga, serán muchos más. Aún así, las incidencias acumuladas ya han comenzado a acusar estos últimos diagnósticos. El valor de Navarra a 14 días se dispara hasta los 746 casos por cada 100.000 habitantes; el de Aragón a los 404, solo superado por Melilla, en 505, y Madrid, que cae esta vez a 501, a solo un punto de la barrera psicológica establecida por Sanidad para confinar las grandes ciudades con altas tasas de transmisión.

También se deteriora la incidencia media nacional de las últimas dos semanas, que sube cinco puntos hasta los 263 positivos por 100.000 habitantes, y hay cinco comunidades que este fin de semana se han acercado peligrosamente al límite que marca el departamento de Salvador Illa: la ya citada Aragón, Castilla y León con 402, La Rioja con 359, Castilla-La Mancha con 326 y Murcia con 316. Resulta preocupante, además, el incremento también en los indicadores de los últimos siete días: un 27% con respecto al lunes pasado y significativamente en Navarra, Melilla y Aragón, las tres con tendencia creciente.

Desde el viernes, el Gobierno añadió otros 195 fallecimientos al total de víctimas mortales, que ya marca las 33.124. En los últimos siete días han perdido la vida 447 personas. Destaca la cifra de Castilla y León, donde en la última semana han muerto 91 contagiados.

Alrededor de 12,5 millones de españoles, más del 26,5 % de la población, viven ya bajo algún tipo de restricción con el fin de contener la transmisión, según las estimaciones de Sanidad y de las autonomías. Esta nueva normalidad en la que la gestión sanitaria es responsabilidad de las comunidades ha alumbrado una guerra con estrategias también muy dispares, desde retrocesos a las fase 1 ó 2 de la desescalada a confinamientos perimetrales, pasando por las medidas más laxas de limitaciones de horarios o aforos de locales comerciales o de ocio. Un abanico de medidas que este fin de semana ya afectaban a no menos de 650 de los 8.131 municipios del estado.

Desde que España comenzó con la primera restricción de derechos fundamentales para contener el virus (el aislamiento el 25 de febrero del hotel H10 Costa Adeje Palace en Tenerife), la totalidad del territorio nacional solo ha vivido libre de limitaciones 20 días, entre el fin del estado de alarma del 22 de junio y la decisión de la Generalitat de atacar el 12 de julio el primer gran foco de esta segunda oleada con el confinamiento perimetralmente la comarca ilerdense del Segriá.

Estos aislamientos con controles policiales están sufriéndolos en la actualidad cerca de 5,7 millones de españoles, poco más del 12 % del total de la población, distribuidos en al menos 46 municipios de 9 de provincias. No obstante, las que han usado esta herramienta en algún momento de esta segunda ola supera la quincena. Desde que acabó el estado de alarma, al menos 13 comunidades han recurrido en algún momento a esta medida.

Madrid es la autonomía con más población confinada: 4,8 millones de habitantes. Pero no son los únicos. Desde ayer, también los vecinos de otras siete zonas básicas de salud con elevadas tasas de incidencia acumulada repartidas por toda la región. El caso de Madrid, tanto por la cantidad de población como por la guerra desencadenada entre las administraciones central y regional, eclipsa otras situaciones similares, pero hay confinadas fuera de esa comunidad cerca de 900.000 personas en distintas ciudades, entre las que se encuentra Ourense.