Francia impone el toque de queda en grandes ciudades de las nueve de la noche a las seis de la mañana

La Voz REDACCIÓN

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Guillaume Horcajuelo

Se declara el estado de emergencia sanitaria en todo el país en la medianoche del viernes al sábado

15 oct 2020 . Actualizado a las 09:44 h.

Francia regresará al estado de emergencia sanitaria en la medianoche del viernes al sábado e impondrá un toque de queda en grandes ciudades de las 21.00 a las 6.00 horas. Esta última medida afectaría a toda la región de Ile-de-France (donde está París) y a ocho ciudades: Lille, Rouen, Saint-Etienne, Toulouse, Lyon, Grenoble, Aix y Montpellier. La medida permanecerá en vigor durante al menos cuatro semanas. El presidente de la República, Emmanuel Macron considera, que, dada la gravedad de la situación, incluso podría extenderse hasta semanas, lo que considera más conveniente, para lo que tendría que solicitar una prórroga en el Congreso. «Iremos ante el Parlamento para extenderlo hasta el 1 de diciembre, porque seis semanas es el tiempo que nos parece útil», dijo Macron.

«En vista de su propagación en el territorio nacional, la epidemia de covid constituye un desastre de salud que pone en peligro, por su naturaleza y su gravedad, la salud de la población. Se justifica que se declara el estado de emergencia sanitaria para que se puedan tomar medidas estrictamente proporcionales a los riesgos de salud y adecuadas a las circunstancias de tiempo y lugar», detalle el informe del Consejo de Ministros, según informa el diario Le Monde.

Emmanuel Macron compareció para dar los detalles de las nuevas restricciones. Era su primera intervención larga dirigida a la nación sobre la crisis sanitaria desde el 14 de julio. El mandatario francés reconoció que Francia se encuentra en plena segunda ola de la pandemia, pero defendió que el país no ha «perdido el control». «Estamos en una situación preocupante que justifica que no estemos inactivos ni en pánico». No obstante, se mostró «encantado» del «éxito» en el reinicio del curso escolar y rechazó reducir el transporte público o restringir los viajes entre regiones. El país registró este miércoles una cifra récord de contagios durante la segunda ola, con 22.591 nuevos infectados y un total de 104 muertos.

«Tenemos que tomar medidas más estrictas» porque «estamos en una situación preocupante», afirmó Macron. El objetivo es frenar el crecimiento de los contagios con el fin de pasar de los 20.000 diarios actuales a entre 3.000 y 5.000. La situación preocupa especialmente en París, donde se han multiplicado los pacientes en cuidados intensivos, con 1.633 ingresados.

«No se podrá ir al restaurante después de las 21.00, no se podrá ir a fiestas a casa de los amigos», explicó el presidente, quien avanzó que habrá controles policiales y multas para los infractores de 135 euros aunque más cuantiosas para los reincidentes. Además, se pondrá en marcha un sistema de autorizaciones para quienes tengan que salir por trabajo o motivos ineludibles. Los detalles sobre cómo quedarán las restricciones y el toque de queda los explicará hoy el primer ministro, Jean Castex.

Una medida excepcional con precedentes

El Gobierno francés es la primera vez que decide recurrir como tal al toque de queda en aquellas ciudades con un elevado número de contagios dentro de su territorio continental. Pero no es la primera vez que utiliza esta herramienta legal durante la crisis sanitaria. La estableció en el departamento de ultramar de La Guayana, aunque de una forma mucho más dura: entre las 5 de la tarde y las cinco de la madrugada. Durante el momento álgido de la epidemia también fueron varias las ciudades las que la impusieron de acuerdo con su regulación local. Así lo hicieron Nancy, Mulhouse, Montpellier, Béziers y Perpiñán.

El toque de queda tampoco ha sido un instrumento muy utilizado dentro de la Unión Europea, aunque sí se empleó como último recurso en Hungría, donde estuvo vigente desde el 28 de marzo hasta el 18 de mayo; en Chipre y en Rumanía, también en fechas similares. La ciudad belga de Amberes recurrió a esta herramienta disuasoria de forma excepcional el 29 de julio.

Fuera de la UE, aunque dentro del continente europeo, fue utilizada en Albania, Bosnia, Georgia, Macedonia del Norte, Montenegro, y Serbia. También se aplicó en Turquía, aunque en este último caso se impuso de forma parcial en distintos períodos.

Italia se plantea un posible cierre en Navidades

l conocido virólogo Andrea Crisanti, de la Universidad de Padua, no descarta que pueda haber un confinamiento en Italia en Navidad como forma de rebajar el aumento de los contagios de coronavirus, a pesar de que el Gobierno insiste en que no está prevista esta medida.

«Creo que un confinamiento en Navidad está en el orden de las cosas: así se podría reiniciar el sistema, disminuir la transmisión del virus y aumentar el rastreo de contactos. Como estamos, el sistema está saturado», explicó el experto, que también asesora al Gobierno, en una entrevista en la televisión pública RAI.

Crisanti citó el ejemplo de Reino Unido, que se está planteando cerrar durante las vacaciones escolares, aunque en Italia, por el momento, las cifras son mucho menores que en otros países europeos en esta segunda ola.

Italia ha comunicado hoy 7.332 nuevos contagios por coronavirus, lo que eleva a 372.799 la cifra total de casos desde el 21 de febrero cuando comenzó la emergencia en el país, y supone un récord en toda la pandemia, informó hoy el Ministerio de Sanidad en un comunicado.

El anterior pico máximo de contagios se había producido el 21 de marzo, cuando hubo 6.557 casos, y ese día se hicieron 26.300 pruebas. Este miércoles, por contra, se contabilizaron 7.332 casos y se hicieron 152.196 pruebas.

Pese a ello, el país registró ayer un nuevo récord de casos, que no se habían visto desde la primera ola. De los 7.332 nuevos contagios, 1.844 son de Lombardía, la región más afectada por la pandemia; y le siguieron Campania (818), el Véneto (657) y Toscana (575). En las últimas 24 horas fallecieron 43 personas y 36.289 desde febrero.

Actualmente hay 92.445 enfermos con covid-19 en Italia, de los que 539 se encuentran en unidades de cuidados intensivos y 5.470 en hospitales, mientras que el resto está en sus casas, sin síntomas o leves. El Gobierno aprobó hace unos días el estado de emergencia al 31 de enero para poder afrontar la pandemia.

Alemania supera por primera vez desde abril las 5.000 infecciones diarias

Los muertos han aumentado de forma muy significativa: de 13 fallecidos del martes a los 43 de este miércoles

juan carlos barrena

Alemania ha superado por primera vez desde mediados del pasado mes de abril la barrera de las 5.000 nuevas infecciones diarias por coronavirus, según datos del Instituto Robert Koch (RKA), responsable de coordinar la lucha contra la pandemia en este país. El RKI anunció este miércoles que la cifra de nuevos contagios se incrementó en 5.132 casos en las últimas 24 horas, un millar de casos más que en la jornada anterior, con 4.122 positivos. Más importante ha sido el aumento del número de fallecimientos en un solo día al pasar de los 13 registrados el martes a 43 óbitos este miércoles. También la cifra de pacientes en las estaciones de cuidados intensivos se ha disparado hasta las 618 personas, el mayor número desde finales de mayo pasado.

Entre tanto, aumentan también las localidades y comarcas consideradas regiones de riesgo por superar las 50 nuevas infecciones por cada 100.000 habitantes en el plazo de una semana. Entre tanto se trata de 47 distritos y poblaciones frente a los 40 de la jornada anterior. El nivel más alto de contagios se registra con una tasa de 161 casos en el distrito de Neu Kölln de la capital alemana, un popular barrio con una elevada población migrante y una animada vida nocturna. Esta se encuentra, sin embargo, en suspenso desde el pasado fin de semana, después de que las autoridades pusieran en práctica una ley seca que prohíbe la venta y consumo de alcohol en lugares públicos desde las 23.00 a las 06.00 horas y ordenaran el cierre de todos los restaurantes y bares una hora antes de la medianoche.

El primer ministro del estado federado de Renania del Norte Westfalia, Armin Laschet, presiona entre tanto para que se llegue a un acuerdo para homologar las normas a seguir en las regiones y localidades que han alcanzado un nivel crítico de contagios.

Con motivo de la reunión esta tarde de la canciller federal, Angela Merkel, con los primeros ministros de los 16 estados federados para abordar la crisis del coronavirus y consensuar medidas comunes, Laschet afirmó que «necesitamos la protección correcta y debemos centrarnos en acordar medidas realmente efectivas». En declaraciones al rotativo Rheinischen Post, el jefe del gobierno del más populoso estado alemán subrayó que es fundamental consensuar normas consecuentes para las regiones de riesgo que sean vinculantes y comprensibles para los ciudadanos y efectivas en la lucha para reprimir la pandemia.

Se amplía la obligatoriedad de la mascarilla

Ante esta situación, el gobierno de la canciller Angela Merkel se propone ampliar el uso obligatorio de la mascarilla, y el cierre nocturno de bares y restaurantes ante el claro aumento de los contagios en Alemania. A partir de ahora, el nivel a partir del cual se impondrán esas restricciones serán los 35 contagios por 100.000 casos en 7 días, según informó el semanario Der Spiegel. Hasta ahora, se aconsejaba reforzar las medidas a partir de los 50 contagios por ese cómputo de nuevas infecciones y días.

Merkel se reúne este miércoles con los poderes regionales en medio de las demandas desde diversos sectores -incluidos algunos «Länder»- de una armonización de las medidas a aplicar. En diversos estados federados se han introducido nuevas restricciones como el cierre de bares y restaurantes a partir de las 23:00 horas y la prohibición de venta de alcohol a partir de esa hora.

La mayoría de los estados federados han prohibido además a los hoteles albergar huéspedes provenientes de zonas consideradas de riesgo, es decir de lugares con una incidencia semanal de más de 50 nuevos contagios por 100.000 habitantes y siete días. Solo si los huéspedes presentan un test negativo, de menos de 48 horas, pueden ser liberados de esa prohibición. Actualmente hay más de treinta distritos o ciudades clasificadas como zona de riesgo -incluido Berlín, Múnich y otros núcleos urbanos-. Se estima que la prohibición de hospedaje afecta a unos 14 millones de ciudadanos, de los 83 millones de habitantes del país.

El Reino Unido se encamina hacia un confinamiento general a finales de octubre

Johnson impulsa su estrategia regional, pero científicos y oposición le empujan a decretar un cortafuegos de dos semanas

Íñigo Gurruchaga

El Gobierno británico parece encaminado hacia la introducción de un confinamiento general durante quince días, coincidiendo con las vacaciones escolares de mitad del trimestre, para detener la expansión de la epidemia. Mientras sus portavoces afirman que hay un 80% de seguridad en que ocurra y la oposición laborista se lo exige, el primer ministro, Boris Johnson, defiende su estrategia regional de contención.

Irlanda del Norte se ha adelantado. Las vacaciones en cada trimestre suelen ser de una semana pero durarán quince días a partir del lunes. Cerrarán a partir del viernes peluquerías o la hostelería que no dé comida para llevar o a domicilio. Tampoco se podrá pernoctar en otra vivienda. Estas restricciones se añaden por un mes a las ya vigentes, como el máximo de seis personas en una reunión, a puerta cerrada o al aire libre.

Un sistema de limitaciones con tres niveles ya se aplica en regiones de Inglaterra, según la evolución en los últimos días del índice de casos positivos o del nivel de ocupación de sus hospitales. La comarca en torno a Liverpool es la única en el nivel tres, el máximo, que incluye la prohibición de ver a alguien con quien no se conviva, salvo en parques o bosques. Se aconseja que no se viaje a, o desde, esas áreas.

Alcaldes del Gran Mánchester piden a Johnson que les transfiera recursos de la empresa privada que dirige el sistema de rastreo o poder para cerrar lugares que incumplen las regulaciones. Si no lo hace, prefieren el confinamiento temporal. El jefe médico oficial ya afirmó que no confía en las restricciones regionales. El comité de asesores científicos pidió en septiembre un cortafuegos de quince días.

«A alguien que ha sido un oportunista toda su vida le resultará difícil entenderlo, pero tras leer y considerar el informe del comité científico he llegado genuinamente a la conclusión de que el cortafuegos es de interés nacional», le dijo Keir Starmer a Johnson en el Parlamento. Enumeró los beneficios anotados: bajaría el coeficiente de transmisión, reduciría la incidencia, retrotraería la epidemia 28 días o más.

Equilibrios

Hasta ahora, el líder laborista ha apoyado las medidas adoptadas por el Gobierno, criticando la ejecución por la incompetencia de su líder. En el inicio de la larga guerra de desgaste que tiene por delante, Starmer ha tenido éxito en los sondeos. Quizás gracias a Johnson. Su ineptitud se mide en cifras: el 66 % de la población lo tenía por buen gobernante en abril y ahora es el 35 %, según YouGov.

Por primera vez, Starmer afirmaba que su partido apoya una estrategia diferente a la del Gobierno. «La epidemia se ha desarrollado regionalmente y no a nivel nacional», le replicó Johnson, «y eso nos da una oportunidad». «Pero él quiere cerrar lugares en los que la incidencia es baja y quiere hacerlo ahora», sentenció el primer ministro, que devolvió el golpe y sugirió que el cierre puede llegar después.

No solo están divididos los políticos. Los científicos oficiales son criticados por otros con largas y prestigiosas carreras. Una mayoría de la población desea medidas estrictas, pero la Policía tuvo que disolver una juerga callejera en Liverpool celebrando vísperas. Según la revista Public Health (Salud Pública), a principio de mayo solo el 18 % se aisló adecuadamente tras tener síntomas, solo el 11 % cumplió la cuarentena correctamente tras contacto con un caso confirmado.

Johnson traza un equilibrio también en su partido, donde los conservadores libertarios se rebelan contra los edictos del Gobierno y su impacto en la economía y en los derechos individuales. Hacer que el confinamiento coincida con vacaciones escolares, a finales de octubre, amortiguaría el impacto en familias ya preparadas para tener a los hijos en casa durante esos días.