El presidente de Kirguistán dimite para evitar un baño de sangre en el país

La Voz REDACCIÓN

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IGOR KOVALENKO | EFE

Sooronbai Jeenbekov reconoce que la exrepública soviética se encuentra al borde de un «conflicto bilateral» tras las polémicas elecciones parlamentarias

15 oct 2020 . Actualizado a las 10:49 h.

El presidente de Kirguistán, Sooronbai Jeenbekov, ha anunciado este jueves su dimisión ante la persistente tensión en el país por la crisis desatada por las recientes elecciones parlamentarias, posteriormente anuladas, con el fin de evitar lo que considera un «inevitable derramamiento de sangre».

En un mensaje a la nación, Jeenbekov ha reconocido que pese al nombramiento el miércoles de Sadir Japarov como nuevo primer ministro y la aprobación de su Gobierno por parte del Parlamento, «la situación sociopolítica en Bishkek sigue siendo tensa». En la capital se han producido en las últimas horas concentraciones de partidarios de Japarov para exigir su renuncia.

«Desgraciadamente, la agresión no remite y las demandas de mi dimisión inmediata continúan», ha subrayado el mandatario, que la víspera reiteró al nuevo primer ministro su voluntad de renunciar una vez se celebren las nuevas elecciones parlamentarias.

El presidente ha subrayado que en la situación actual, Kirguistán se encuentra al borde de «un conflicto bilateral». «Los manifestantes están de un lado, las fuerzas de seguridad de otro» y estas últimas deben «usar sus armas para proteger la residencia del Estado» por lo que «el derramamiento de sangre es inevitable en tal caso».

Jeenbekov ha asegurado que «la paz, la integridad y la unidad» del país están «por encima de todo» para él y que no está aferrado al poder, según informa la agencia AKIpress. «No quiero quedar en la historia de Kirguistán como el presidente que derramó sangre y disparó contra sus ciudadanos, por esta razón, he tomado la decisión de dimitir», ha anunciado.

El mandatario, quien ocupa el cargo desde noviembre del 2017, ha pedido tanto al primer ministro como al resto de políticos del país que «saquen a sus partidarios de la capital y devuelvan la paz a los residentes de Bishkek». «Ningún poder es más importante que la integridad de nuestro país y el acuerdo en la sociedad», ha remachado, llamando a no ceder a las «provocaciones».