Interior autoriza el traslado de Fiti, un histórico preso de ETA, a una cárcel del País Vasco

La Voz REDACCIÓN

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«Marlaska traspasa la última línea roja», afirman desde la Asociación de Víctimas del Terrorismo

19 oct 2020 . Actualizado a las 17:13 h.

La secretaría general de Instituciones Penitenciarias autorizó el traslado a una cárcel del País Vasco de José María Arregi Erostarbe, alias Fiti, el histórico etarra de 74 años que ya fue acercado a finales del 2019 a Asturias en un movimiento cuestionado por las víctimas del terrorismo por ser un preso con delitos de sangre y aprobarse el movimiento en plena negociación de investidura.

Fiti, uno de los dirigentes de la banda del colectivo Artapalo que cayó en la histórica operación policial contra la cúpula de ETA en Bidart en 1992, fue trasladado en primer lugar desde Alicante y ahora lo hará de Asturias a la de San Sebastián, informó el organismo dependiente del Ministerio del Interior.

Según Instituciones Penitenciarias, Erostarbe ingresó en prisión el 20 de noviembre del 2000 y fue condenado a 30 años de cárcel por los delitos de terrorismo y varios asesinatos. Cumplió las tres cuartas partes de la pena en junio del 2019 y, de acuerdo a los datos facilitados por el departamento de Fernando Grande Marlaska, «acepta la legalidad penitenciaria, reconoce el dolor causado y ha manifestado por escrito su rechazo al uso de la violencia, comprometiéndose a hacer frente al pago de la responsabilidad civil».

A propuesta de la Junta de Tratamiento del centro Penitenciario de Asturias en el que cumple condena, el interno será progresado a segundo grado y trasladado al penal de San Sebastián. Además de Fiti, Instituciones Penitenciarias aprobó los traslados de otros cuatro condenados por terrorismo: Ugaitz Pérez Zorriketa, Alicia Lucía Sáez de la Cuesta Martínez de San Vicente, José Ignacio Armendariz Izagirre y Garikoitz García Arrieta.

Tras conocerse la decisión, la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) acusó al Gobierno de «traspasar la última línea roja» con el traslado de Fiti, un jefe «sanguinario» de ETA, al que se le atribuyen más de 15 asesinatos.