El Gobierno concede a Rubalcaba las máximas distinciones de la Policía y Guardia Civil por su contribución al final de ETA
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El exministro del Interior, fallecido el 10 de mayo del 2019, ha sido condecorado con la Medalla de Oro al Mérito Policial y la Gran Cruz de la Orden del Mérito de la Guardia Civil
03 nov 2020 . Actualizado a las 19:13 h.El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha condecorado a título póstumo a Alfredo Pérez Rubalcaba, dirigente del PSOE que ocupó esta cartera ministerial, con las máximas distinciones de la Policía Nacional y de la Guardia Civil. Entre los méritos se destaca que «en su mandato se produjo el cese definitivo de la actividad armada de ETA».
Alfredo Pérez Rubalcaba, fallecido el 10 de mayo del 2019, fue ministro del Interior entre abril del 2006 y julio del 2011. Según ha informado Interior, la concesión de la Medalla de Oro al Mérito Policial, con carácter honorífico, ha sido aprobada por Grande-Marlaska a propuesta del director general de la Policía Nacional, Francisco Pardo, obteniendo el informe favorable de la Junta de Gobierno del cuerpo «por su labor durante el tiempo que ejerció como titular del Ministerio del Interior».
De esa labor, la solicitud de medalla destaca el respaldo de Rubalcaba a la lucha policial contra la delincuencia organizada y el terrorismo, «siendo de significar que en su mandato se produjo el cese definitivo de la actividad armada de ETA», informa Europa Press.
Asimismo, Grande-Marlaska ha propuesto al Consejo de Ministros, que así lo ha aprobado en su reunión de este martes, la concesión de la Gran Cruz de la Orden del Mérito de la Guardia Civil a Pérez Rubalcaba, quien desde las distintas responsabilidades asumidas en los gobiernos presididos por Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero «colaboró de manera decisiva en la ordenación, coordinación y ejecución de las misiones» propias del cuerpo.
El real decreto aprobado este martes por el Consejo de Ministros recuerda que Rubalcaba «impulsó una política de lucha contra la organización terrorista ETA al tiempo que dispuso el máximo nivel de protección y reconocimiento a sus víctimas», y también «coadyuvó a reforzar las relaciones institucionales que, en estos momentos, mantiene la Guardia Civil con la mayoría de los países de su entorno».