El Banco de España cuestiona los Presupuestos del Gobierno

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Fernando Alvarado

Hernández de Cos anticipa una mayor caída del PIB, más déficit y peores expectativas para el empleo

04 nov 2020 . Actualizado a las 16:15 h.

Las cuentas del Gobierno para el 2021 son excesivamente optimistas. Es lo que se desprende de la intervención que ha hecho esta mañana el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ante la Comisión de Presupuestos del Congreso. Las expectativas económicas siguen empeorando en el último trimestre del año, debido a la multiplicación de los rebrotes, y eso ha dejado caduco el cuadro macroeconómico del Ejecutivo español. 

Según Hernández de Cos, el peor escenario que habían previsto se cumplirá al cierre del 2020. El PIB de España caerá en el conjunto del año un 12,6 %, no un 11,2 % como consta en los Presupuestos. La tasa de paro además «es demasiado optimista», estima. La cifra de desempleados alcanzará el 18,6 % frente al 17,1 % previsto por el Gobierno. Y el déficit, por tanto, se disparará por encima del 7,7 % del escenario base al 10,8 % en el mejor de los casos, igual que la deuda, que oscilará entre el 120 % y el 130 % del PIB tras la crisis.  

No solo pone en duda las previsiones más básicas, también señala que una parte importante de los Presupuestos depende de la recepción de unos fondos europeos que no se sabe cuándo se podrán desembolsar y alerta de las dificultades que arrastra el país para «ejecutar a tiempo y en proyectos de calidad» esas ayudas, cuyos efectos multiplicadores se han inflado: «Parecen optimistas a la luz de la evidencia histórica y empírica».

Subidas de impuestos

Una de las críticas vertidas esta mañana tiene que ver con la subida impositiva incluida en las cuentas para las rentas más altas, empresas o la introducción de gravámenes como la tasa Tobin (a las transacciones financieras) o la tasa Google. Estas dos últimas podrían tener efectos negativos a medio plazo en la economía si no se coordina a nivel internacional. «Hubiera sido preferible retrasar la introducción de algunas subidas impositivas», subrayó Hernández de Cos, quien cree que puede tener efectos sobre el ritmo de recuperación de la economía española. Más en un momento en el que las empresas afrontan graves problemas de estabilidad. El gobernador del Banco de España teme que los problemas de liquidez que arrastraban hasta ahora se conviertan en problemas de solvencia, por eso ha instado al Gobierno a estudiar la posibilidad de convertir el colchón de avales en ayudas directas (subvenciones), recapitalizaciones de las que demuestren ser solventes y hablar de la reestructuración de la deuda empresarial. 

Revalorización de pensiones y salarios públicos

«Creo que todavía estamos a tiempo de tener una posición más prudente», deslizó Hernández de Cos al abordar el capítulo de las pensiones. Para el organismo que dirige no tiene sentido revalorizar las pensiones y los salarios de los funcionarios un 0,9 % cuando se prevé para este año una inflación que podría entrar en terreno negativo (-0,3 %). En un contexto de destrucción del empleo y cierres empresariales, el Banco de España no comparte la insistencia del Gobierno por primar a estos dos colectivos. «Sería más conveniente que, en lugar de incrementos salariales generalizados», se contemplaran «aumentos más focalizados».

Planes de ajuste

La pandemia arrasará con todo el esfuerzo fiscal que hizo España en los últimos años. El déficit estructural (aumentarán partidas de gasto que tendrán impacto a largo plazo en la economía) se disparará al 5 % del PIB. Ese es el ajuste que tendrá que acometer el país. A un ritmo del 0,5 % por año, el plan de ajuste «llevaría una década», por eso Hernández de Cos ha instado al Gobierno a elaborar cuanto antes un plan de consolidación fiscal que se debería ejecutar una vez que se supere la pandemia. Y es que con las cuentas que proyectan los Presupuestos, España no recuperaría los niveles de deuda precrisis hasta el 2036.