Biden se acerca a la Casa Blanca

Esperanza Balaguer NUEVA YORK / E. LA VOZ

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Biden compareció este miércoles para anunciar que la victoria estaba cerca
Biden compareció este miércoles para anunciar que la victoria estaba cerca KEVIN LAMARQUE | Reuters

Trump agita el fantasma del fraude y reclama parar el recuento de votos en dos estados claves

05 nov 2020 . Actualizado a las 08:38 h.

La noche electoral del 3N entre Donald Trump y Joe Biden pasará a la historia por la ausencia de un ganador claro en la noche electoral y las amenazas del presidente de no reconocer la derrota y llevar los comicios a un limbo legal. Estados Unidos se encuentra todavía en plena cirugía de precisión para extraer el resultado electoral más claro posible y evitar una crisis constitucional, pero el avance del conteo de votos acercaba cada vez más al candidato demócrata a ocupar el despacho oval de la Casa Blanca. Frente a un Trump desatado, la jornada del miércoles se caracterizó por las llamadas a la calma por parte de los medios y de los responsables del recuento, mientras el mundo entero se mantenía en vilo sobre el futuro de la primera potencia mundial.

El desenlace final se esconde tras los millones de votos por correo y el escrutinio en las grandes ciudades aún por contabilizar en siete estados claves. El resultado podría tardar varios días en llegar. 

Los estados en los que los medios no han proyectado ganadores son Nevada, Arizona, Carolina del Norte, Pensilvania y Georgia. Hasta el momento, Biden lidera en Nevada y en Arizona, mientras que el presidente estadounidense lo hace en los otros tres. Sin embargo, el candidato demócrata está recuperando terreno tanto en Georgia como en Pensilvania, donde quedan por contarse los votos por correo y anticipados de las ciudades, algo que beneficia a Biden en dos sentidos: más demócratas han votado por anticipado y las ciudades son más demócratas. Por su parte, Trump está recortando distancia en el estado de Arizona, que Fox News y AP proyectaron para Biden durante la noche del miércoles, pero que otros medios consideran que está demasiado ajustado como para decantarse por algún candidato.

Según las proyecciones de la cadena de televisión estadounidense CNN, Biden cuenta con 253 votos electorales de los 270 necesarios, Trump suma 214. Con una victoria en Pensilvania, que reparte 20 votos electorales, el candidato demócrata conseguiría la presidencia. Lo mismo ocurriría con cualquier combinación que incluyera dos de los otros estados en disputa: Arizona (11 votos), Nevada (6 votos), Georgia (16 votos) y Carolina del Norte (15 votos).

reclamaciones

Wisconsin, Míchigan y Pensilvania. En medio del frenético recuento, el jefe de campaña de Trump, Bill Stepien, anunció que el presidente pedirá un recuento de votos en Wisconsin, estado clave en su victoria frente a Clinton en el 2016 gracias al apoyo de los blancos de clase trabajadora. Además, el presidente presentó una demanda ante el Tribunal de Reclamaciones de Míchigan y otra similar en Pensilvania con el objetivo de detener el recuento de los votos. En Míchigan, Biden le adelantaba con 3.000 votos. Los republicanos alegan que se les ha impedido participar en el escrutinio. 

El presidente pretende así poner en duda la legitimidad del repunte de su rival en los estados claves que le dieron la victoria hace cuatro años para lo que cuenta con un ejército de abogados repartidos por la geografía estadounidense. Esta situación abriría la posibilidad de que los aspirantes se enzarcen en una batalla legal con el Tribunal Supremo, de mayoría conservadora, como destino final. La sombra del escándalo electoral del 2000 por el que George W. Bush arrebató la presidencia a Al Gore con una ventaja de 537 papeletas vuelve a asomar en una versión más enrevesada con disputas en varios estados. 

aMENAZAS DEL PRESIDENTE

«Votos de Biden por todas partes». El presidente está dispuesto a batallar hasta el final. Si la noche electoral se proclamó ganador y lanzó acusaciones de fraude electoral, este miércoles continuó la pataleta a través de Twitter a medida que las perspectivas mejoraban para su contrincante. «Están encontrando votos de Biden por todas partes: en Pensilvania, Wisconsin y Míchigan. ¡Qué mal para nuestro país!», tuiteó. La red social colocó etiquetas de advertencia de posible engaño a sus mensajes. Ya en la noche electoral, Trump se atribuyó la victoria y trató de parar el recuento acusando a Biden de fraude. A esa hora, Biden insistía en esperar al recuento de votos final consciente de que las papeletas por correo le favorecen, gracias a que sus seguidores son más cautos con la pandemia. 

lA BATALLA DE PENSILVANIA

El viernes, resultados. Los intentos de sabotaje del presidente, por el momento, se dan de bruces con el muro del meticuloso del recuento. Pero Trump está dispuesto a luchar por el premio gordo de Pensilvania ante los tribunales. Donde su gobernador demócrata, Tom Wolf, redobla los esfuerzos por proteger la legitimidad de un recuento que no finalizará hasta, al menos, el próximo viernes. El presidente cuenta allí con una ventaja de casi 10 puntos sobre Biden cuando faltan 2,5 millones de sufragios por contabilizar, 1,4 de ellos postales, a los que el demócrata confía su victoria. En el 2016, Trump ganó los 20 delegados del estado por 77.741 votos. 

recta final de biden

«Creemos que seremos los ganadores». Como hizo en la noche electoral, el demócrata se adelantó a Trump con una comparecencia pasadas las seis de la tarde (22.00 horas en España) junto a la candidata a la vicepresidencia, Kamala Harris, para pedir «paciencia» y asegurar que las perspectivas para su victoria son buenas. «Creemos que seremos los ganadores», dijo. 

Los números de la campaña demócrata apuntaba al triunfo. Biden podía ganar la presidencia pese al fracaso en Pensilvania. La recta final para el demócrata se sitúa en Míchigan (que cayó hacia su lado), Arizona y Nevada, donde cuenta con una ventaja limitada sobre Trump. Si gana en los tres, sumará 23 votos electorales que unidos a los 10 casi asegurados de Wisconsin serían decisivos. Otros dos estados que siguen en la balanza son Georgia, donde el presidente cuenta con 1,7 puntos de ventaja. Y Carolina del Norte, donde supera al demócrata con 1,6 puntos. Los dos estados le daría 35 comisarios, necesarios para resucitar su reelección, solo, si consigue Pensilvania y arrebatar Nevada.

Sin embargo a los demócratas, con la mayoría de la Cámara de Representantes asegurada, se les escapa su sueño de controlar el Senado. Algo que puede condicionar fatalmente la legislatura.