Biden derrota a Trump: «Este es el momento de cerrar heridas en EE.UU.»

Esperanza Balaguer NUEVA YORK / E. LA VOZ

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Efe | JIM LO SCALZO

Kamala Harris se convierte en la primera mujer en ocupar la vicepresidencia. El presidente electo se presenta en su discurso de la victoria como un líder conciliador que buscará acabar con la polarización en el país

08 nov 2020 . Actualizado a las 09:24 h.

El demócrata Joe Biden se convertirá en el 46º. presidente de Estados Unidos tras derrotar al republicano Donald Trump. Estados Unidos respiró aliviado el sábado tras una recta final histórica que se recordará por el agónico recuento de votos que mantuvo al mundo en vilo durante cuatro días mientras las acusaciones de fraude electoral sin evidencias salían desde la Casa Blanca.

Poco antes de las 11.30 horas en la costa este (18.30 en España), la CNN adelantó la victoria del demócrata. Un país en silencio y pegado a la televisión explotó de júbilo segundos después. En Nueva York, ciudad que vio nacer y forjar su fortuna a Trump, se replicó la cacerola de las siete de la tarde, dedicada a los sanitarios durante la pandemia, antes de que la gente inundara las calles de gritos, aplausos y fuegos artificiales. La escena se repitió en Washington, Chicago, San Francisco y Filadelfia, capital de Pensilvania, estado que volcó la balanza a favor del demócrata.

«Me siento honrado de que me hayan elegido para dirigir nuestro gran país», agradeció en un tuit Biden, minutos después de confirmarse su triunfo. «Seré presidente para todos los estadounidenses, ya sea que voten por mí o no», prometió. La jornada dejó otro momento histórico. Su compañera de fórmula, la senadora Kamala Harris, se convertirá en la primera mujer en ocupar la vicepresidencia. «Lo logramos», fueron las primeras palabras de Harris a Biden, en una llamada de teléfono grabada y colgada en las redes. Ambos tenían previsto comparecer al final de la tarde (madrugada en España) en Wilmington (Delaware).

El triunfo demócrata supone el repudio de Trump por parte de millones de votantes exhaustos tras cuatro años de división y una Administración caótica que no ha logrado contener una pandemia que avanza sin control. 

Apoyos récord

Con más de 74 millones de sufragios, Biden se convirtió en el presidente más votado de la historia, por encima de la amplia victoria de Barack Obama del 2008. Trump también superó al demócrata por segunda vez, con 70 millones de votos, pero acabó como el primer presidente en perder la reelección en más de un cuarto de siglo. El republicano recibió la noticia de su derrota mientras jugaba al golf en su club de Virgina, donde se trasladó desde la Casa Blanca. «Biden está falsamente proclamándose vencedor», dijo Trump en un comunicado, en el que amenazó con acciones legales contra el conteo de «votos ilegales». El presidente no está dispuesto a conceder la victoria a su contrincante como manda la tradición política estadounidense.

Las perspectivas para Trump son poco halagüeñas. El férreo control del escrutinio por parte de observadores de ambos partidos deja poco margen a los errores. Una alianza de mujeres, afroamericanos, jóvenes y mayores, y una pequeña fracción de republicanos descontentos, firmaron su carta de despido. Biden consiguió derribar la llamada Blue Wall formada por los estados de Míchigan, Wisconsin y Pensilvania, que han votado demócrata desde 1992 al 2012, pero que el republicano arrebató a Hillary Clinton en el 2016. Mantuvo Nevada. Y a punto está de dar la estocada final con la conquista de Georgia y Arizona, dos feudos republicanos que no votan demócrata desde las victorias de Bill Clinton en 1992 y 1996. Una victoria incontestable de 279 votos electorales, del total de 270 necesarios, frente a los 214 de Trump.

Biden tomará posesión del cargo el 20 de enero, con 78 años y tras toda una vida dedicada a la política. Será la vuelta a Washington de una figura del establishment para ponerse al frente de la pandemia y la crisis económica. Su otra labor será la de restaurar la unidad rota por un discurso populista, que apoya el 47,7 % de los votantes. Incierto es el futuro de Trump, al que una veintena de jueces esperan para verle la cara ante los tribunales.