El inicio del trámite parlamentario de los Presupuestos divide al Gobierno

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Hacienda, María jesús Montero, durante el debate de los Presupuestos
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Hacienda, María jesús Montero, durante el debate de los Presupuestos E. PARRA

El PP exige al Ejecutivo que aclare sus cesiones a los grupos independentistas, Montero aboga por integrar a Ciudadanos en la mayoría y Unidas Podemos solo contempla repetir el bloque de investidura

12 nov 2020 . Actualizado a las 09:31 h.

El Congreso arrancó este miércoles el trámite parlamentario de los Presupuestos para el 2021 con el debate sobre las enmiendas a la totalidad, que con toda probabilidad serán rechazadas por la mayoría de la cámara. El debate evidenció las divergencias en el seno del Gobierno. Aunque el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, pretende sumar a Ciudadanos al acuerdo, Unidas Podemos rechaza esa opción y apuesta por aprobar las cuentas públicas exclusivamente con la mayoría de investidura. La sesión del miércoles no cerró ninguna puerta, pero dejó claro que el Ejecutivo tendrá que contar necesariamente con los independentistas catalanes y vascos para ganar la votación.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se fajó frente a los grupos enmendantes calificando de «irresponsabilidad manifiesta» la petición de que se devuelvan los Presupuestos. Acusó a los que se oponen al proyecto del Gobierno de «incapacidad para entender el momento que vive el país» y defendió que son las cuentas públicas más sociales de la democracia. Insistió en la necesidad de que sean aprobados con la mayoría más amplia posible y rechazó por ello los vetos cruzados entre formaciones.

Con quien no podrá contar el Gobierno en ningún caso es con el PP, cuyo líder, Pablo Casado, recuperó su tono más duro acusando al Ejecutivo de «incompetencia», «arrogancia» y «despilfarro». Más que una enmienda a la totalidad de las cuentas públicas, su discurso fue una enmienda a la totalidad de la acción del Gobierno, desde la gestión de la pandemia hasta las cesiones ante los grupos independentistas. Casado acusó al Gobierno de haber entrado en «una subasta» con sus socios y preguntó a Sánchez qué es lo que le ha ofrecido a EH Bildu para que sea el primero en anunciar su apoyo a las cuentas públicas. «Decir que son Presupuestos país cuando traen el sello de Bildu, de ERC y del partido más radical que forma parte de un Gobierno en la UE, como es Podemos, creo que no es la mejor definición», señaló.

El líder del PP aseguró que estas cuentas públicas conducirán a nuevos recortes, como ocurrió en la anterior crisis económica después de que el Gobierno de Zapatero negara la crisis, y resumió los Presupuestos en lo que calificó como «las d» propias del PSOE: deuda, desempleo, despilfarro y disparar los impuestos.

 Fractura secesionista

Casado acusó además al Ejecutivo de pretender hacer lo imposible», que es «vender una política de gasto de una talla del 44 en un zapato del 38», con una previsión de ingresos «falsa». Casado recordó que Sánchez dijo que jamás subiría los impuestos a la clase media y afirmó que tanto la subida del diésel como de los seguros o las bebidas azucaradas repercuten en esa clase media. «Yo le he ofrecido mi mano y la ha vuelto a rechazar, le dijo al presidente, al que acusó de tener como única hoja de ruta «pactar con aquellos que quieren destruir la nación». «O hay futuro para España o hay futuro para su Gobierno», advirtió.

El debate sirvió también para constatar la fuerte división en el independentismo catalán. Mientras la portavoz de JxCat, Laura Borrás, defendió la enmienda la totalidad por considerar que la inversión es insuficiente para Cataluña y por la «criminalización política» del independentismo, el diputado del PDECat Ferran Bel, encuadrado en el mismo grupo, presentó su rechazo a esa enmienda como un «ejercido de responsabilidad» para que los Presupuestos inicien su trámite y poder «negociar».

Otegi anuncia su apoyo a las cuentas públicas e Iglesias dice que EH Bildu se integrará «en la dirección del Estado»

G. B.

«EH Bildu está en disposición de votar favorablemente los Presupuestos Generales del Estado si las cosas no se tuercen». Arnaldo Otegi se convirtió ayer en el primer líder político en anunciar su apoyo a las cuentas públicas presentadas por el Gobierno, que hoy superarán su primera prueba en el Congreso con el rechazo a las enmiendas a la totalidad. El líder de la izquierda aberzale no aclaró qué es lo que el Ejecutivo le ha ofrecido a su partido a cambio de su respaldo, pero indicó que durante la negociación ha encontrado «receptividad» del Gobierno ante sus demandas.

En una entrevista en Radio Euskadi, Otegi expresó su «posición proactiva y favorable» al proyecto de Presupuestos presentado por el Gobierno y justificó el voto a favor de su formación asegurando que en estas cuentas públicas «se juega la relación política con el Estado para los próximos años». En ese sentido, aclaró que tiene una interlocución «muy fluida» con el PSOE y Unidas Podemos, con reuniones «públicas y privadas».

La irrupción de Otegi y la expresión de su cercanía con el Ejecutivo marcó el debate sobre los Presupuestos y complicó de manera intencionada las posibilidades de que Ciudadanos los apoye. Una estrategia en la que el líder de EH Bildu coincide con el de Unidas Podemos, Pablo Iglesias.

El vicepresidente segundo del Gobierno no ocultó su satisfacción. Celebró como una «buena noticia» el voto a favor de EH Bildu y dio a entender que ha sido él quien lo ha logrado. «Llevamos mucho tiempo trabajando para lograr que el Gobierno mantenga una dirección de izquierdas», explicó, asegurando que seguirá negociado «con discreción». Y, respecto a qué contrapartidas ha ofrecido el Gobierno a los independentistas vascos a cambio de su apoyo, Iglesias indicó que «la política es también el arte de lo que no se ve». En un mensaje en Twitter, el vicepresidente segundo fue más lejos y aseguró que EH Bildu se integrará a partir de ahora «en la dirección del Estado» dentro de un «bloque de investidura» que «se refuerza y será de legislatura».

El presidente de la Junta de Extremadura, el socialista Guillermo Fernández Vara, indicó por el contrario que ver a Otegi jugar un papel «clave para decidir» los Presupuestos de un Estado que el líder de EH Bildu «combatió desde un grupo terrorista» le produce una «sensación muy dolorosa» y es un «fracaso como país». Unas críticas con las que Vara se une a las ya expresadas por los socialistas Javier Lambán y Emiliano García-Page.