El Polisario declara el estado de guerra contra Marruecos

Efe RABUNI

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Brahim Gali, presidente de la República Árabe Democrática Saharaui y secretario general del Frente Polisario
Brahim Gali, presidente de la República Árabe Democrática Saharaui y secretario general del Frente Polisario

Considera que Rabat ha violado el acuerdo de alto el fuego firmado en 1991

15 nov 2020 . Actualizado a las 11:02 h.

El secretario general del Frente Polisario y presidente de la República Árabe Democrática Saharaui (RASD), Bahim Ghali, anunció ayer que considera roto el alto el fuego firmado con Marruecos en 1991 y responsabilizó a este país de las consecuencias de su ataque el viernes en el paso fronterizo de Guerguerat. Ghali decretó, asimismo, el estado de guerra en todo el territorio, impuso un toque de queda y subrayó que las Fuerzas Armadas saharauis asumen el control de la seguridad nacional.

El decreto insta a la Autoridad de Seguridad Nacional, encabezada por el primer ministro saharaui, Hamoudi Bouchraya Beyun, a «tomar las medidas relacionadas con la implementación de los requisitos de estado de guerra con respecto a la gestión y administración de las instituciones y organismos nacionales». Se ha impuesto un toque de queda en los campamentos de refugiados levantados hace 45 años en la región argelina de Tinduf, en la que malviven más de 250.000 personas, y en los denominados «territorios liberados». 

Ataque en Guerguerat

La tensión entre Rabat y el Polisario creció desde que el 21 de octubre un grupo de activistas saharauis llegaran al paso fronterizo de Guerguerat, que une Mauritania con los territorios ocupados por Marruecos en la antigua colonia del Sáhara Occidental, y bloquearan el paso por esta vía comercial. El viernes, unidades militares marroquíes cruzaron la línea para romper el bloqueo y levantar un pasillo de seguridad, lo que desencadenó un intercambio de disparos entre el Ejército y el Polisario. Horas después, unidades saharauis bombardearon cuatro bases militares y dos puestos de control de Marruecos situadas a lo largo del muro de seguridad construido en el desierto, el más largo del mundo con más de 2.500 kilómetros de longitud.

Poco después del ataque en Guerguerat, decenas de saharauis salieron a las calles de los campamentos de refugiados para expresar su apoyo al Polisario y pedir armas para sumarse a una eventual guerra. También hubo manifestaciones en las ciudades ocupadas por Marruecos en el Sáhara Occidental, en particular en El Aaiún, que fueron reprimidas por las fuerzas de seguridad.

En este clima bélico, Ghali advirtió a la ONU que consideraba el ataque marroquí «una flagrante violación del acuerdo de alto el fuego» firmado en 1991 y aseguró que sus fuerzas habían respondido «en un acto de legítima defensa».