Exigen ayudas urgentes para evitar la quiebra por la pandemia
04 dic 2020 . Actualizado a las 08:44 h.La hostelería lusa, uno de los sectores más afectados por la pandemia debido a la ausencia de turismo, las restricciones y los toques de queda de las últimas semanas para frenar el avance del covid, está en pie de guerra contra el Ejecutivo portugués, del socialista António Costa. Hartos de pedir al Gobierno ayudas y apoyos para que el sector no se hunda definitivamente, nueve conocidos chefs y empresarios decidieron crear el movimiento Sobreviver a Pão e Agua [Sobrevivir a Pan y Agua] y ponerse en huelga de hambre. Empezaron el pasado 27 de noviembre y continuarán hasta que Costa o su ministro de Economía, Pedro Siza Vieira, los reciba. Hoy cumplen su octavo día de protesta, en Lisboa, a las puertas del Parlamento, sin probar bocado, manteniéndose tan solo con agua, infusiones y café.
Uno de ellos, el televisivo chef Ljubomir Stanisic, dueño de uno de los más prestigiosos restaurantes de la capital, 100 Maneiras, tuvo que ser hospitalizado en la noche del miércoles al sufrir una drástica bajada de azúcar. Horas después dejaba el centro médico para juntarse de nuevo con sus compañeros a las puertas de la Asamblea de la República.
«De aquí no salimos»
João Sotto Mayor era hasta hace unos meses un empresario de éxito, con más de 50 trabajadores a su cargo, en su cadena de 20 hamburgueserías. Habla con La Voz sentado en una banqueta «porque solo nos levantamos cuando alguien nos viene a apoyar, como ahora estos moteros que se han acercado hasta aquí», dice. «Estamos muy débiles, de repente comienza a dolerte todo, sientes que te caes y no puedes más, como le sucedió a Ljubomir». «Lo único que pedimos -añade- es una exención fiscal hasta junio del 2021, para no tener que cerrar negocios ya en enero, eso es mucho más importante que una ayuda inmediata de 800 euros que casi nada soluciona», afirma Sotto Mayor.
«De aquí no salimos hasta que nos reciba el primer ministro o el titular de Economía, si no es así permaneceremos hasta que nos lleven en ambulancia o nos entierren», insiste convencido.
«Lo que nos da fuerza son las 75.000 firmas de apoyo que llevamos en la petición pública que se ha creado para que nos reciba el primer ministro», explica. Y lo que más destaca es la solidaridad recibida. «Es increíble -apunta- cómo la gente se está solidarizando con nosotros, no solo nuestros compañeros y familias, sino también conocidos artistas que han venido a hacernos compañía, y personas anónimas que nos traen mantas o agua hasta las tiendas donde dormimos y el baño portátil donde nos duchamos». Todos los días son examinados por un médico, quien también les realiza una PCR. Hasta el momento, nadie del Gobierno portugués se ha dirigido a ellos.
Cuestionado por la huelga de hambre, el primer ministro luso, António Costa, que avanzó que se reunió con uno de los afectados, dijo: «No podemos hacer distinciones entre unos y otros colectivos de restauración, ya que todos son igual de importantes».