Georgia se convierte en el nuevo campo de batalla electoral por el futuro de Estados Unidos

Esperanza Balaguer NUEVA YORK / E. LA VOZ

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Trump junto a su esposa, Melania, en un mitin en Georgia
Trump junto a su esposa, Melania, en un mitin en Georgia DPA | Europa Press

Trump sigue sin aceptar su derrota en las presidenciales: «Los demócratas solo pueden ganar si engañan»

07 dic 2020 . Actualizado a las 09:54 h.

Los votantes de Georgia tienen en sus manos el futuro de Estados Unidos. La contienda que tendrá lugar en el estado el 5 de enero por dos puestos en el Senado ha devuelto a la política estadounidense al campo de batalla tan solo un mes después de las elecciones presidenciales.

En plena transición de poderes entre Donald Trump y Joe Biden, con un presidente que se niega a admitir su derrota y continúa desafiando el resultado, la carrera por el control de la Cámara alta es una olla a presión. Los republicanos se juegan la mayoría si ganan uno de los dos puestos en juego. Esto les permitirá bloquear la agenda legislativa del demócrata los próximos dos años. Mientras, los demócratas tienen la oportunidad de arrebatar el control si consiguen esos dos escaños, después de alcanzar su primera victoria en Georgia en las presidenciales desde 1992 por tan solo 12.670 votos.

La pelea por este puñado de papeletas sacó a Trump por primera vez de Washington desde su derrota. El presidente viajó el sábado hasta la localidad de Valdosta (Georgia), donde se presentó como una víctima del robo en los comicios en un mitin, que llamó «de la victoria», de cerca de dos horas ante sus seguidores. «Los demócratas solo pueden ganar si engañan», aseguró Trump, que volvió a declararse vencedor frente a Biden y animó al voto por adelantado, al contrario de lo que defendió en la pasada campaña electoral.

Grietas entre los republicanos

Poco antes de viajar, el presidente llamó al gobernador de Georgia, el republicano Brian Kemp, para presionarle sin éxito con el propósito de que convocara una sesión legislativa para anular los resultados de las elecciones en el estado. Este rechazo se sumó al mostrado por el secretario de Estado, Brad Raffensperger, encargado de certificar los resultados. Los líderes locales republicanos han abierto las grietas con el presidente, mientras que el grueso del partido se mantiene en silencio. De los 249 miembros republicanos del Senado y la Cámara de Representantes, 221 se niegan a señalar a Biden como ganador, según las respuestas recogidas por The Washington Post.

Los demócratas contaron con el expresidente Barack Obama, quien se unió a la candidata a gobernadora en el 2018 Stacey Abrams, y a los dos candidatos demócratas al Senado, Jon Ossoff y Raphael Warnock, en un mitin virtual el viernes. «Esto no se trata solo de Georgia, se trata de EE.UU. y se trata del mundo», advirtió Obama.

Como si fuese un duelo, a la misma hora, el vicepresidente, Mike Pence, se unió al candidato republicano David Perdue en un mitin celebrado en Savannah, en el que sin reconocer la victoria de Joe Biden insistió en la necesidad de mantener la mayoría en el Senado.

Un millón de georgianos ya han solicitado el voto por correo. Los demócratas en el terreno luchan para que los 23.000 jóvenes que han cumplido 18 años desde las elecciones de noviembre se registren para votar.