La guerra entre EE.UU. y Facebook

Mónica Pérez
Mónica Pérez REDACCIÓN / LA VOZ

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Erin Scott | Reuters

El litigio judicial será largo y sin cambios inmediatos para los usuarios

11 dic 2020 . Actualizado a las 09:49 h.

Tras numerosos escándalos, finalmente Estados Unidos ha actuado de oficio y ha decidido intentar poner coto al poder de Mark Zuckerberg. Lo han hecho la Comisión Federal de Comercio y un grupo de fiscales de 48 de los 50 estados del país acusando a Facebook de «monopolio ilegal». Recriminan a la red social que nació en un garaje de la mano de dos jóvenes emprendedores violar la libre competencia. Porque lo que comenzó como una revolucionaria plataforma para encontrar amigos, ha terminado por formar un conglomerado de empresas que además suma millones de usuarios en el mundo de los que conoce numerosos datos personales. Primero compró WhatsApp y más tarde Instagram, sin dejar prácticamente alternativas a los consumidores.

Pero, ¿puede suponer algún cambio para los usuarios esta demanda? El litigio judicial que se avecina será largo y, en principio, no se producirían cambios para los que usan a diario estas redes sociales. Así lo asegura Alberto Dafonte, profesor del departamento de Comunicación Audiovisual e Publicidade da Universidade de Vigo. «Vai ser longo porque as dúas partes teñen os seus argumentos. Facebook defende que no momento as compras de Instagram e WhatsApp, que agora lle recriminan, foron autorizadas», explica. Y pronostica que lo que podría hacer Facebook es avanzar en sus planes de integración de las tres redes sociales. «Este é un dos argumentos que pode mover Facebook para que a demanda non vaia adiante, que esas tres redes que en orixe eran algo totalmente independente hoxe están moi integradas dentro do mesmo servizo».

Variaciones menos visibles

En la misma línea habla Sergio Juan-Creix, profesor colaborador de los Estudios de las Ciencias de la información y la Comunicación de la UOC. «Para el usuario de a pie puede que no cambie nada, ya que Instagram tiene vida propia y continuaría existiendo», afirma. Eso sí, apunta que sí que podría haber cambios importantes que se ven menos, como son la gestión de datos y publicidad, y en general de todo lo que Facebook conoce del usuario. Y coincide en que el proceso que se avecina sería largo. «Es información, pero también es dinero y poder. Facebook es un país en sí mismo, no son teorías de la conspiración, compañías como Google o Microsoft son muy poderosas», advierte.

Tras las acusaciones de monopolio subyacen los escándalos que en los últimos años han rodeado a Facebook, como por ejemplo el de Cambridge Analytica tras el que debió pagar una multa de más de 4.000 millones de euros por compartir ilegalmente los datos de millones de usuarios. «Xa van varias eleccións nas que se fala da capacidade dos seus anuncios para impactar na xente, a través de desinformación e de contidos inexactos, é moi probable que iso estea detrás dese celo que agora mostra a entidade reguladora en Estados Unidos cando en anos precedentes non lle fixera moito caso. Nos últimos tempos as investigacións ao redor de Google, Amazon, Apple e o propio Facebook se teñen intensificado porque comezan a ser uns conglomerados que parecen ter máis poder que os propios gobernos», añade Dafonte.

Enorme poder

Juan-Creix destaca además que «las redes sociales son datos y publicidad, y Facebook trabaja con publicidad predictiva, y ya hemos visto que tanto poder en manos de una misma empresa es peligroso porque tienen el poder de influir en unas elecciones». Este experto en derecho de la comunicación advierte de «las redes sociales dan miedo, están vivas, hay programadores, pero también una tecnología que va evolucionando. Es casi el inicio de la inteligencia artificial. De ahí la importancia de separar y no concentrar en una compañía tanto poder, tanta información y tanta capacidad de influir». Y subraya que Facebook «domina todo, al usuario ya los anunciantes. Y no tiene una red social: tiene tres».