El despido colectivo de Alcoa es nulo

M. A. Sande VIVEIRO

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Xaime Ramallal

El TSXG ve «mala fe» y recoge en la sentencia que «el fin único y primordial que guiaba a la empresa era apagar las cubas y cerrar la fábrica de la manera más rentable posible»

04 ene 2021 . Actualizado a las 18:09 h.

El TSXG declara nulo el despido colectivo que pretendía aplicar ya Alcoa para 524 trabajadores de la planta de aluminio en A Mariña lucense. Los jueces recogen en la sentencia que «hay mala fe por parte de la empresa; su fin único y primordial era apagar las cubas y cerrar la fábrica de la manera más rentable posible».

Este fallo del TSXG coincide con un aniversario que se recuerda precisamente estos días en A Mariña: se cumplen 33 años de la parada de cubas como protesta por el traslado de los bidones tóxicos del barco hundido Casón en 1987 al complejo industrial. Se temía que la historia volviera a repetirse 33 años después, por eso la alegría fue inmensa entre los trabajadores de la fábrica: nada más conocer el fallo del TSXG anulando el ERE, se concentraron ante las instalaciones para celebrarlo. Su larga lucha en los últimos meses no ha sido en vano, aunque el capítulo no esté todavía cerrado. Unas dos mil familias de trabajadores de Alcoa y de las auxiliares están felices.

El alto tribunal gallego ha estimado la demanda de los sindicatos CC.OO., CIG y UGT. Aprecia «mala fe en el hecho de que la posición de la empresa no ha variado un ápice desde su propuesta inicial» durante el período de consultas del ERE.

Los magistrados concluyen que la intención de la compañía «es paralizar las cubas electrolíticas de la fábrica para su posterior cierre» y entienden que con la oferta de ERTE que realizó al comité de empresa «pretendía vestir lo mismo, pero de una manera diferente».

Los jueces también consideran «sumamente significativo el número de trabajadores afectados por el despido», 524; destacan que su porcentaje «se aproxima, sin superarlo, a aquel que le permite a la empresa consolidar las ayudas recibidas de las Administraciones públicas sin tener que devolverlas y, a la vez, sin impedirle el cierre de las cubas». El TSXG asegura que «todas las supuestas concesiones de Alcoa durante la negociación se produjeron con la finalidad de evitar la nulidad».

Recuerdan los jueces que la Xunta advirtió a Alcoa hasta en diez ocasiones sobre la necesidad de prolongar el período de consultas. Considera además el TSXG que «el ofrecimiento del ERTE por parte de Alcoa se produjo tras una advertencia de la Xunta, como autoridad laboral competente, y en un momento muy avanzado de la negociación». Resalta precisamente el tribunal «la pobreza de las negociaciones», lo que «permite sospechar la existencia de una decisión estratégica» para cerrar la planta, no por motivos económicos y organizativos, como alegó. Sostienen los jueces que la multinacional entró en la negociación «con posiciones predeterminadas y un claro obstáculo para no llegar a un acuerdo final».

«Hoxe é un día feliz, é a terceira bola de partido que salvamos, pero isto non está gañado»

Lucía Rey

Tras 27 años trabajando en la industria auxiliar de la fábrica de San Cibrao, Beny, de 48, compara con un partido de tenis al más alto nivel el intercambio «de golpes» que comenzó el pasado mayo, cuando Alcoa anunció el despido colectivo de 524 trabajadores de la planta de aluminio y la hibernación de la cubas de electrolisis; y el comité de empresa avanzó que plantaría cara y no se daría por rendido «nunca». Todo con la meta de proteger los casi mil empleos que están en juego, incluyendo las subcontratas, y el futuro de la comarca de A Mariña.

El ERE acaba de ser declarado nulo por el TSXG en una sentencia de 303 páginas que alude a la «mala fe» que, según argumenta, tuvo la multinacional en las negociaciones. «Hoxe é un día feliz, é a terceira bola de partido que salvamos, pero o partido non está gañado», comentaba en el exterior del complejo mariñano por la tarde Beny. «A primeira bola salvámola cando o AGA [Acordo Interprofesional Galego sobre Procedementos Extraxudiciais de Solución de Conflitos de Traballo] lle impediu cambiar os servizos mínimos da folga. A segunda salvámola cando o TSXG aprobou as cautelares para evitar que Alcoa parase as cubas, e a terceira é esta», explicó. «Moi contento e esperanzado» se mostraba Jorge Leivas, vecino de Foz de 45 años. Padre de una niña de diez, lleva 16 en aluminio y estaría afectado por el ERE. «Que como vexo o futuro? O primeiro é loitar pola fábrica ata o final. Sabemos que é viable, é eficiente e ten futuro cun pequeno investimento», subrayó mientras departía algo más relajado que otras veces con sus compañeros de fatiga.

Feliz se mostraba también el presidente del comité, José Antonio Zan (CC.OO). «Llevamos desde mayo luchando y merecemos celebrar algo», bromeaba, antes de insistir a los trabajadores en la necesidad de colaborar en la recogida de alimentos y juguetes del Banco de Alimentos.

Con los pies en la tierra

Son muchos meses de lucha, y el cansancio es visible en los rostros que cubren las mascarillas contra el coronavirus, pero este jueves la incertidumbre dio paso a la felicidad. Aunque sea momentánea, porque los pies siguen sobre la tierra, como quiso subrayar Xosé Paleo, delegado de la CIG en el comité. «A sentenza do TSXG é moi positiva porque demostra que Alcoa primeiro retirou toneladas de aluminio do mercado e logo buscou argumentos para encaixalos nun ERE que acordou como estratexia corporativa, non por que os datos da fábrica fosen malos, pero non é a solución. Iso si, gañamos tempo, seguimos na carreira», manifestó, antes de expresar el agradecimiento «a todos os traballadores e a toda A Mariña». «É a loita de todos», ensalzó. Pero también advirtió que el gigante industrial que dirige Roy Harvey —Álvaro Dorado, en España— está dejando morir de inanición a la fábrica mariñana. «O 80 % da actividade da miña empresa ten que ver co mantemento das cubas, e como non se está facendo hai 33 traballadores no ERE», desveló Beny. «Alcoa non está facendo labores de mantemento. As cubas seguen funcionando polo esforzo dos traballadores, que están conseguindo prolongar a súa vida útil, pero iso non é infinito», recalcó Paleo.

Juanry, de 42 años y vecino de Foz que lleva 17 en la planta de aluminio, recordaba con emoción a su padre. «Él se vino de Asturias para trabajar en la fábrica», relató el hombre, padre de dos hijos, de 10 y 8 años. El hecho de que el posible comprador, el grupo británico Liberty House, siga interesado en el complejo industrial para invertir en él de cara al futuro, les da aliento. «Iso dános a vida», manifestaron Beny, Juanry y Jorge. «Non sabemos o que vai pasar, pero tumbarlle un ERE a unha multinacional como Alcoa e a un despacho de avogados como Garrigues, que é dos máis prestixiosos do mundo, é tremendo», confesaron. «A estas alturas, se os plans de Alcoa se cumprisen, estarían apagadas todas as cubas», concluyeron.

Xunta y sindicatos celebran el fallo y aguardan que fuerce una negociación

El conselleiro de Economía y sindicatos como UGT festejaron el fallo del tribunal y aguardan que la empresa se vea forzada ahora a retomar las negociaciones para vender la fábrica.

Por su parte, la multinacional analiza qué hacer. «Creemos que actuamos de buena fe y en pleno cumplimiento de la ley. Estamos revisando el fallo del tribunal para determinar los próximos pasos». Es la respuesta de Alcoa a la sentencia del TSXG anulando el ERE; fallo sobre el que cabe recurso de casación ante el Tribunal Supremo que deberá de ser anunciado por parte de la multinacional en cinco días. «La necesidad de reestructurar la planta de aluminio persiste ya que los problemas continúan», añaden desde Alcoa. La empresa asegura que la fábrica lleva tres años en pérdidas a causa de la situación de mercado y al precio eléctrico.