La Eurocámara presiona para cerrar un pacto «posbrexit» antes del domingo

Juan Francisco Alonso LONDRES / E. LA VOZ

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YVES HERMAN | Reuters

Los pescadores británicos buscan alternativas a los puertos franceses

18 dic 2020 . Actualizado a las 10:46 h.

Tras decenas de plazos que no se han cumplido, el Reino Unido y la Unión Europea (UE) habían decidido dejar a un lado los ultimátums en las negociaciones sobre su relación posbrexit. Sin embargo, al Parlamento Europeo le tiene sin cuidado esta decisión y, por ello, le dio al jefe negociador comunitario, Michel Barnier, hasta la medianoche de este domingo para que le presente un acuerdo, porque de lo contrario no podrá aprobarlo antes de la Nochevieja, cuando se producirá el divorcio.

Los líderes de los grupos parlamentarios europeos decidieron ayer ponerle un límite a las negociaciones, tras reunirse con Barnier, quien les aseguró que la posibilidad de lograr un pacto antes del viernes «es difícil pero posible», aunque les pidió no fijar nuevas fechas para evitar entorpecer las conversaciones. Sin embargo, los eurodiputados hicieron caso omiso.

Preparada para el pleno

La Eurocámara asegura estar «preparada para organizar un pleno extraordinario hacia finales de diciembre en el caso de que se llegue a un acuerdo antes de la medianoche del domingo 20 de diciembre» para así tener tiempo para «debatir el resultado de la negociación y considerar si da su consentimiento».

Algunos Estados miembros de la UE creen que, si el acuerdo se logra incluso el mismo 31 de diciembre, el texto se podría aplicar provisionalmente, para evitar un divorcio abrupto de consecuencias imprevisibles y que luego en enero el Parlamento de Estrasburgo lo podrían avalar.

No obstante, esta tesis parece no agradar en la Comisión Europea ni a los eurodiputados. La primera quiere contar con la aprobación legislativa y los segundos no quieren aceptar un «precedente» que permitiría que otros acuerdos comerciales entren en vigor sin su visto bueno.

La pesca sigue siendo el gran obstáculo a superar. El Gobierno británico insiste en mantener una zona de 12 millas náuticas como exclusivas para sus pescadores, mientras que la UE quiere que esta se reduzca a 6. Hasta ahora Bruselas ha aceptado la posibilidad de que Londres cierre sus aguas tras el fin del período de transición, cuando lo considere necesario. Igualmente ha aceptado entregar buena parte de lo capturado por la flota comunitaria, pero no el 60 % reclamado por Downing Street, según señaló The Guardian.

Cierre de puertos

Pero no solo los pescadores comunitarios están preocupados por su suerte a partir del 1 de enero. Los británicos están comenzando a buscar puertos alternativos donde distribuir sus capturas, ante el temor de que Francia les cierre sus puertos.

Organizaciones de marineros de Brixham, una localidad al sur de Inglaterra, ya han entrado en conversaciones con autoridades de zonas costeras de Bélgica y Holanda para sortear cualquier posible represalia gala.

El Reino Unido exporta a la UE un 80 % de su pescado (que alcanzó las 452.000 toneladas por valor de unos 2.219 millones de euros en el 2019) y buena parte se distribuye a través del puerto pesquero de Boulogne-sur-Mer, cerca de Calais (norte de Francia), donde en el pasado ha habido encendidas protestas.