El Gobierno aprueba los Presupuestos tras rechazar en el Senado todas las enmiendas

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID | LA VOZ

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David Fernández

Las cuentas del 2021 marcan un punto de inflexión en el Ejecutivo de coalición

23 dic 2020 . Actualizado a las 08:36 h.

Ahora sí, los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el 2021 son ya una realidad. El Pleno del Senado dio este martes luz verde a las nuevas cuentas y rechazó en bloque todas las enmiendas presentadas por los grupos en la oposición, por lo que las cuentas públicas no se han visto modificadas y, de este modo, no tendrán que volver al Congreso para someterse a una nueva votación el día 29 de diciembre, tal tal y como se preveía en un primer momento.

El Gobierno tenía pactado de antemano con sus aliados parlamentarios esenciales, es decir, PNV, ERC y EH Bildu, que estos no presentasen más enmiendas durante el paso del proyecto presupuestario por la Cámara Alta, por lo que su tramitación definitiva se acelera una semana. Lo que no podrá apurarse más será su entrada en vigor, fijada por ley para el primer día del 2021, momento en el que las cuentas de Rajoy y Montoro aprobadas en el 2018 pasarán a mejor vida tras dos cursos en los que tuvieron que ser prorrogados ante la falta de consenso en el arco parlamentario.

Los soberanistas vascos y catalanes no solo no presentaron más enmiendas durante el paso de las cuentas por la Plaza de la Marina Española, sino que unieron sus fuerzas con las del Ejecutivo para rechazar las enmiendas presentadas por el resto de grupos políticos, que ascendieron a 3.872, la mayor parte de ellas registradas por el PP, pero también por Ciudadanos, Coalición Canaria y otras fuerzas que también contribuyeron a la aprobación de los Presupuestos, como Más País o Compromís.

Con la aprobación de los Presupuestos aumenta de forma considerable la esperanza de vida de la legislatura, ya que el Ejecutivo podría prorrogar estas nuevas cuentas durante los tres próximos años, cuando expira el mandato. Sin embargo, fuentes consultadas en los dos partidos coinciden en que también supondrá un punto de inflexión en las relaciones bilaterales de las dos fuerzas que sustentan al Ejecutivo. Si hasta la fecha las diferencias entre el PSOE y Podemos han sido «públicas y notorias», tal y como admitía recientemente a La Voz el portavoz de UP en el Congreso, Pablo Echenique, las fricciones podrían aumentar una vez que la coalición ha logrado salvar la pelota de partido de las cuentas públicas.

Iglesias pide el punto para UP

Entre las principales diferencias que mantienen socialistas y morados destaca el posicionamiento hacia la Casa Real, institución que está siendo sometida a una campaña de asedio por parte de los dirigentes de Podemos, pero los puntos de desencuentro aumentan, y sus síntomas cada vez más evidentes.

Este martes volvió a aflorar una nueva discordancia entre las dos sensibilidades del Ejecutivo. Casi en el mismo instante en el que comparecieron en Moncloa la ministra portavoz, María Jesús Montero, el titular de Transportes, José Luis Ábalos, y la vicepresidenta Primera, Carmen Calvo, todos de la rama socialista, el vicepresidente segundo y líder de Podemos, Pablo Iglesias, difundió un vídeo en las redes sociales tratando de anotar la reforma antidesahucios en el casillero de la formación morada, deslizando que si dependiera exclusivamente de ellos, todavía irían más allá: «Este decreto seguramente no es la panacea y tendremos que seguir trabajando, pero creo que es una muy buena noticia».