El rey afronta su discurso más difícil en pleno debate sobre el futuro de la Corona

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

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La Princesa Leonor junto con su padre, Felipe VI, en la entrega de los premios Prícesa de Asturias
La Princesa Leonor junto con su padre, Felipe VI, en la entrega de los premios Prícesa de Asturias BALLESTEROS

El Gobierno espera que se distancie nítidamente de su padre en el mensaje de navideño

28 ene 2021 . Actualizado a las 11:58 h.

Felipe VI pronunciará esta noche el discurso más importante de su reinado. Y el más difícil. En su tradicional mensaje de Nochebuena, afronta el reto de recuperar la confianza de los españoles en la institución de la monarquía tras los escándalos protagonizados por Juan Carlos I, que han obligado al rey emérito a abandonar España y a Felipe VI a distanciarse de su padre y retirarle la asignación. Zarzuela trabaja desde hace semanas en este discurso, que responderá a algunos de los interrogantes que se plantean los ciudadanos.

 ¿Va a mencionar Felipe VI a Juan Carlos I?

Es casi seguro que hará una alusión a la actuación de Juan Carlos I. Pero se ignora si será directa. El Gobierno quiere que esa referencia sea nítida. Y el reproche, contundente. Pero los mensajes del rey no suelen ser explícitos. Está el precedente de su primer discurso de Nochebuena como jefe del Estado en el 2014, en el que pidió «cortar de raíz y sin contemplaciones la corrupción». Entonces, no aludía a su padre, que abdicó ese año, sino a su hermana, la infanta Cristina, y su marido Iñaki Urdangarin, imputados en el caso Nóos. Pero no los mencionó explícitamente.

 ¿Va a pedir perdón por los actos del emérito?

Pese a las presiones en ese sentido, no es probable que pida personalmente perdón por las irregularidades de su padre. Ello supondría admitir que esos actos le afectan a él, y por tanto a la Corona. Algo que rompería no solo el discurso que sostiene Zarzuela, sino también el del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que ha insistido muchas veces en que no se juzga a la institución, sino a la persona, y ha dejado claro que ni Felipe VI ni la monarquía están afectados por el comportamiento del emérito.

 ¿Conoce el Gobierno lo que va a decir el rey?

El Gobierno siempre conoce de antemano el discurso del rey. Hace observaciones sobre su contenido e intercambia ideas. La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, que es la que ha actuado de interlocutora con la Casa Real, ha asegurado que el Ejecutivo tiene la función de «acompañar el papel y la función» en este mensaje, lo que da idea de que asume su contenido en su integridad. Sin embargo, ese diálogo entre Moncloa y Zarzuela es hermético, hasta el punto de que solo Calvo y Pedro Sánchez conocen el texto, pero no el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias.

 ¿Apartará a Juan Carlos I de la Familia Real?

En los últimos días se ha especulado con la posibilidad de que Felipe VI aparte a Juan Carlos I de la Familia Real. Algo que solo corresponde hacer al monarca. Ni la Casa Real ni el Gobierno contemplan por ahora la posibilidad de retirarle al emérito el título honorífico de rey.

 ¿Qué precedentes hay de una situación como esta?

Muy pocos. En el mensaje del año 2011, tras estallar el caso Nóos, que afectaba a su hija, Juan Carlos I dijo que «la Justicia es igual para todos». Y en el 2012, después de pronunciar en abril su célebre «lo siento mucho, me he equivocado y no volverá a ocurrir» tras su accidente en Botsuana cazando elefantes, en el menaje navideño de ese año habló del «desapego hacia las instituciones» y propuso «encontrar nuevos modos y formas de hacer algunas cosas que reclaman una puesta al día». Internacionalmente, la reina Isabel II del Reino Unido habló en su mensaje de 1992 de un «annus horribilis» para la monarquía británica tras conocerse las fuertes tensiones en el matrimonio de su hijo Carlos con la princesa Diana; la separación de la esposa de su otro hijo, Andrés, y el incendio en el Castillo de Windsor. Su mensaje, en el que admitió que la Corona no puede quedar «libre del escrutinio», dio paso a un histórico cambio en la transparencia de la actividad de la familia real.

Entre el ataque de Podemos y el intento de involucrarle en un golpe de Estado

 G. B.

El discurso de Felipe VI llega en medio de una fuerte polémica el hecho de que un partido del Gobierno, como Unidas Podemos, pida abiertamente el fin de la monarquía, atacando incluso personalmente al jefe del Estado en un vídeo que compara a la Familia Real con narcos. Llega también cuando desde la izquierda se acusa a los partidos de la derecha de querer patrimonializar la figura del monarca, y después de que un grupo de militares retirados tratara de involucrarle en un golpe de Estado con una carta en la que cuestionan la legitimidad del Gobierno y se ofrecen al rey para «revertir la peligrosa deriva». Las posibles alusiones de Felipe VI al necesario respeto a las instituciones y al papel de estricta neutralidad que le asigna la Constitución son otra clave.

Los sondeos indican que en los últimos meses ha crecido el apoyo ciudadano a la monarquía

 G.B.

Pese al debate abierto en torno a la monarquía tras conocerse las presuntas irregularidades cometidas por Juan Carlos I, la institución encarnada por Felipe VI no solo resiste, sino que su apoyo crece entre los ciudadanos, según los últimos sondeos publicados. En el barómetro del CIS del mes de diciembre, solo un 0,3 % de los encuestados citan la monarquía como uno de los tres principales problemas del país, aunque el centro demoscópico la incluye como una de las respuestas sugeridas. En julio del 2014, tras la abdicación de Juan Carlos I, ese porcentaje era del 1,1 %. Una cifra que también se alcanzó en octubre de este año 2020. Otro sondeo publicado ayer por La Sexta indica que el apoyo a la monarquía ha subido 20 puntos en los últimos tres meses y el de la república ha decaído en 13,5 puntos. Un 54,3 % apoya ahora a la monarquía frente a un 30,3 % que quiere la república. En septiembre del 2020, las cifras eran inversas. Un 43,8 % apoyaba la república y un 34,3 % la monarquía.