Un programa para potenciar el talento del alumnado rompiendo la brecha en la elección educativa

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AMESPA promueve el programa para romper la brecha en la elección educativa
AMESPA promueve el programa para romper la brecha en la elección educativa

AMESPA organiza un proyecto de orientación formativa libre de sesgos de género

30 dic 2020 . Actualizado a las 05:01 h.

La Asociación de mujeres de Empresas de Economía Social del Principado de Asturias, AMESPA, ha puesto en marcha un programa para potenciar el talento del alumnado, acercándoles a la realidad de las profesiones y potenciando que las alumnas se decanten por carreras científicas.

El programa piloto desarrollado con alumnos de 2ºESO del Colegio José García Fernández de Villar, concejo de Valdés, contó con la implicación del profesorado y del entorno familiar de los alumnos. Amalia González López, profesora de Biología del Centro escolar, destaca el éxito de la experiencia y la importancia de orientar al alumnado, planteándoles enseñanzas desconocidas para ellos, como la robótica o la electrónica. 

Como centro de formación, los profesores se implicaron en el programa, adaptándolo a sesiones online, como consecuencia del confinamiento, en el que participaron 16 alumnos y alumnas de segundo de ESO. 

Una vista del Colegio Jose Garcia Fernandez, gestionado por una cooperativa de enseñanza
Una vista del Colegio Jose Garcia Fernandez, gestionado por una cooperativa de enseñanza

En el año 2019 AMESPA organizó un programa piloto de orientación laboral libre de sesgos de género para alumnado de 3º de la ESO, en el que se trabajó descubrir y potenciar las capacidades individuales para posteriormente orientarles hacia la formación y salidas profesionales acordes a sus capacidades y no a su género. 

También se facilitó una mirada diferente a la información que se le aportaba al alumnado sobre los distintos estudios a su alcance, más centrado en nuevas profesiones y no en la visión clásica (especialmente en el caso de las llamadas «carreras de letras», o socializando y aportando un lado más humano a las «tecnológicas»). En este piloto se observó la verdadera necesidad que existe de cambiar el proceso de orientación y de información que existe hasta ahora.

El programa fue muy aceptado tanto por profesorado como por padres, madres y alumnado. Esta experiencia, además, ha permitido perfeccionar el sistema, mejorando tiempos, actividades y capacidad de participación. 

Este programa es el resultado de la apuesta de AMESPA por repetir la experiencia desarrollada previamente, pero centrada en un único centro y abarcando el volumen total de alumnos/as de ese nivel formativo. Por eso, contó con un curso para profesorado para que pudiesen incorporar la metodología de trabajo de manera autónoma en sus clases y a largo plazo no fuesen necesarias experiencia o proyectos paralelos.

Posteriormente se organizaron jornadas de trabajo en las que se utilizó una orientación metodológica activa: learning by doing (aprender haciendo), con una formación dinámica y vivencial, en la que se utilizaron técnicas de creatividad y pensamiento divergente, apoyadas en ejercicios de Visual Thinking y materiales audiovisuales, que fomentan el aprendizaje cooperativo y por proyectos. 

El objetivo de estos ejercicios es que cada persona descubriese sus capacidades y las posibilidades que la formación les ofrece, sin sesgos. En tercer lugar, se trabajó con las AMPAS y los padres/madres del alumnado. 

Entre los objetivos del programa destacan los siguientes: 

  • Entrenar a profesorado, alumnado y AMPAS en el desarrollo de talentos y capacidades para una posterior orientación laboral.
  • Acercar al alumnado a la realidad de las profesiones.
  • Potenciar que las alumnas elijan estudios y profesiones STEM.

Para el desarrollo del programa, la Asociación de Mujeres de Empresas de Economía Social del Principado de Asturias contó con el apoyo del Instituto Asturiano de la Mujer de cara a poner en marcha las actividades, basadas en una metodología dinámica, que permitió autodescubrir las potencialidades de cada persona para, posteriormente, hacer una adecuada elección de estudios basado en el conocimiento personal y no de creencias o estereotipos. De esta forma se logrará eliminar los sesgos de género existentes, al «entrenar» tanto al alumnado como al profesorado que lo aplicará en el futuro.