Georgia decide el futuro legislativo de Biden

Esperanza Balaguer NUEVA YORK / E. LA VOZ

ACTUALIDAD

Georgia vivió ayer una jornada histórica. En la imagen, la cola en un colegio electoral en Marietta
Georgia vivió ayer una jornada histórica. En la imagen, la cola en un colegio electoral en Marietta MIKE SEGAR | Reuters

El Estado sureño elige dos escaños de los que depende el control del Senado norteamericano y la posibilidad para el demócrata de aplicar su agenda política durante los próximos cuatro años

06 ene 2021 . Actualizado a las 08:51 h.

El futuro de la política estadounidense está pendiente de los resultados de las elecciones celebradas este martes en Georgia. El estado sureño vivió una jornada histórica con la segunda vuelta de los comicios a dos escaños de los que depende el control del Senado y la posibilidad para Joe Biden de aplicar su agenda política durante los próximos cuatro años.

Tal y como sucedió en las presidenciales de noviembre, la participación anticipada alcanzó un récord histórico con más de tres millones de papeletas depositadas con anterioridad, lo que situó las encuestas a favor de los demócratas gracias al empuje del voto joven y afroamericano. La disputada contienda se convirtió en la más cara de la historia del Senado con un gasto total de 833 millones de dólares en propaganda electoral.

Georgia salió a votar con un desesperado Donald Trump que ahondó en la división interna del Partido Republicano en su afán por robar las elecciones al demócrata. «No se van a llevar esta Casa Blanca. Vamos a luchar hasta el final», dijo en su mitin de cierre de campaña en Dalton (Georgia). Biden, por su parte, intentaba hacer ver a votantes la envergadura del reto. «Un solo estado puede cambiar el curso no solo de los cuatro años siguientes, sino de la generación que viene», afirmó en su último discurso.

Como pasó en noviembre, un puñado de votos pueden decidir el resultado. El feudo conservador dio la sorpresa al elegir por primera vez en 28 años a un presidente demócrata por tan solo 11.779 votos. Los demócratas Jon Ossoff y el reverendo Raphael Warnock buscan ahora derrotar a los actuales senadores republicanos David Perdue y Kelly Loeffler, respectivamente. El Senado quedaría así empatado 50-50, pero la vicepresidenta electa Kamala Harris podría actuar como un voto de desempate, lo que le daría libre a las políticas de Biden.

La única incidencia de la jornada llegó desde Washington con las acusaciones por parte de Trump de irregularidades en las máquinas electrónicas de votación. «No están funcionando en ciertas fortalezas republicanas», denunció el presidente, a través de Twitter.

El recuento final podría tardar unos días, ya que las autoridades republicanas de Georgia -en plena guerra contra el presidente por unas irregularidades que, consideran, inexistentes- se tomarán su tiempo para realizar el recuento. Las urnas cerraron a las 19.00 horas de la Costa Oeste (una de la madrugada en España), momento en el que comenzó el recuento. Los votantes tienen hasta el próximo viernes para hacer objeciones.

Certificación de los votos

Por otro lado, Donald Trump redobló sus esfuerzos para obligar al vicepresidente, Mike Pence, a anular la victoria de Biden en la certificación de los votos del Colegio Electoral que se celebra hoy en el Congreso. El presidente afirmó falsamente que Pence tiene el poder de anular unilateralmente los votos. Una docena de senadores republicanos votarán en contra.

Los demócratas piden investigar a Trump por la polémica llamada 

La respuesta demócrata a la polémica llamada telefónica de Donald Trump no se hizo esperar. El presidente Donald Trump podría enfrentarse a dos frentes legales por sus intentos de presionar a las autoridades de Georgia para cambiar el resultado de las elecciones a su favor.

Los primeros en reaccionar fueron dos congresistas demócratas que pidieron al FBI la apertura de una investigación «penal inmediata» contra Trump por estos hechos. En una carta enviada al director del FBI, Christopher Wray, los miembros de la Cámara de Representantes Ted Lieu, de California, y Kathleen Rice, de Nueva York, acusaron al presidente de «participar en una solicitud o conspiración para cometer varios delitos electorales».

A esta acusación se sumó poco después Fani Willis, la fiscal demócrata del condado de Fulton, el más poblado de Georgia, quien anunció que su oficina está lista para procesar a Trump por decirle al secretario de Estado, Brad Raffensperger, que encontrara votos suficientes para anular la victoria de Joe Bien.

«Como fiscal de distrito, haré cumplir la ley sin temor ni favoritismos», avisó la fiscal en una entrevista en ABC. Willis, hija de un miembro del grupo de activistas afroamericano de las Panteras Negras y la primera afroamericana en acceder a este cargo, confirmó que ya ha recibido una denuncia civil y penal de un miembro de la Junta Electoral de Georgia contra Trump por presuntos delitos contra la ley electoral del Estado.