Podemos sigue adelante con su ley de la Corona a pesar de la negativa de Sánchez

Ramón Gorriarán MADRID / COLPISA

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Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, durante la moción de censura de Vox
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, durante la moción de censura de Vox E. Parra

Iglesias quiere avivar el debate sobre la monarquía tras el fracaso de las comisiones de investigación

18 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Unidas Podemos mantiene su idea de presentar en las próximas semanas en el Congreso una proposición de ley de la Corona para regular el funcionamiento de la Casa Real y de sus miembros. Pretende avivar un debate sobre la monarquía parlamentaria y centrar el foco en la encrucijada de monarquía o república en vista del fracaso de su media docena de intentos para crear una comisión de investigación sobre la Jefatura del Estado .

En el momento que Unidas Podemos dé ese paso abrirá otro flanco de conflicto en el Gobierno de coalición. Pablo Iglesias, según fuentes de la formación morada, respalda la iniciativa del grupo parlamentario a pesar de la negativa de Pedro Sánchez a regular mediante una ley la actividad real. El vicepresidente segundo sabe que sin el respaldo socialista su iniciativa está condenada, pero no busca el triunfo, busca colocar el «horizonte republicano» en el escaparate político y ganar visibilidad.

Los últimos debates en el Consejo de Ministros, aumento del salario mínimo o la prolongación de algunas medidas del llamado «escudo social», se han saldado con reveses para las tesis de Unidas Podemos. Y se avecinan otros, como la reforma de las pensiones o la derogación de la reforma laboral, en los que sus posiciones están en minoría. Al fin y al cabo, recuerdan en el partido morado, «el PSOE tiene 120 escaños y nosotros, 35».

En este contexto, la Corona se ha convertido en la válvula de escape, el terreno para confrontar diferencias sin poner en riesgo la coalición, al menos por ahora. Es un capítulo, además, con el que Podemos reconforta a su parroquia, aglutina al resto de fuerzas de izquierda e independentistas, empuja al PSOE a ir de la mano con la derecha y remece las conciencias de las bases republicanas de los socialistas. Un terreno propicio para cobrar protagonismo y alejarse del yugo del socio mayor.

El partido que lidera Iglesias ve un paripé en el proyecto que negocian la Moncloa y la Zarzuela para avanzar en la modernización y ahondar en la transparencia de la institución monárquica. Las palabras ambiguas de Sánchez en su balance de fin de año dejaron abierta la puerta a una ley de la Corona, pero desde el Gobierno desmintieron que esa fuera la intención del presidente. La Moncloa no piensa en una ley de esas características, aseguraron portavoces oficiales.

La inviolabilidad

Otra cosa es acotar con una ley la inviolabilidad del jefe del Estado y ceñirla al ejercicio de sus funciones, apuntó la vicepresidenta Carmen Calvo el pasado miércoles. Un asunto que suscita un intenso debate jurídico porque al afectar al título II de la Constitución puede abocar, según más de un experto, a una reforma agravada de la Carta Magna. Pero Sánchez quiere explorar esa posibilidad para que la reforma tenga cabida en la tarea de «adaptar» la monarquía a «la España del siglo XXI», como dijo él mismo el 30 de diciembre.

El Gobierno no cuenta para esa operación con Podemos ni con las fuerzas que permitieron sacar adelante la investidura y los Presupuestos, que, por otra parte, «son minoritarios en el arco parlamentario», recordó Calvo, la encargada de pilotar con el jefe de la Casa Real, Jaime Alfonsín, la renovación de la Corona. Pero no será un cambio de hoy para mañana. «Estas cosas -avisó la vicepresidenta- hay que hacerlas bien pensadas, bien planteadas en fondo y en forma, en la forma jurídica que necesiten, con grandes consensos si se puede».

Un planteamiento que apunta a un pacto con el PP y que encendió las luces rojas en Unidas Podemos porque vislumbró la posibilidad de un giro de Pedro Sánchez una vez aprobados los Presupuestos. Las suspicacias de los morados crecieron ante la inusual disponibilidad de Pablo Casado a entenderse con el PSOE, siempre que no se toque la Constitución. Derivada que tampoco está en los planes gubernamentales.

Un acuerdo entre los dos grandes partidos con la anuencia de Felipe VI para la renovación de la institución monárquica sería una mala noticia para los planteamientos republicanos de Unidas Podemos. De ahí que Iglesias haya dado instrucciones a su grupo parlamentario para ir adelante con la ley de la Corona y avivar el debate sobre la viabilidad del modelo de Estado constitucional.

La Moncloa y la Zarzuela buscan una reforma discreta, alejada de las hostilidades diarias, pero Podemos pretende un debate parlamentario a la luz del día para que todos se retraten.