El equipo de Biden, listo ante cualquier escenario en la toma de posesión

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Miembros de la Guardia de honor, en un ensayo para la investidura de Joe Biden
Miembros de la Guardia de honor, en un ensayo para la investidura de Joe Biden WILL OLIVER | Efe

Defensa examina a los 25.000 miembros de la Guardia Nacional desplegados en Washington ante el temor a un ataque interno

19 ene 2021 . Actualizado a las 09:41 h.

A dos días de la toma de posesión de Joe Biden como el presidente número 46 de EE.UU., una tensa calma se respira en el Capitolio, franqueado por un despliegue militar inédito desde la guerra civil. Calma que se rompió este lunes por un momento con un pequeño incendio que se quedó en nada, pero que activó las alertas. La falsa alarma en un cercano campamento de personas sintecho puso en evidencia que los nervios están a flor de piel.

El equipo de Biden reconoce sentir cierta «preocupación» por el acto de investidura del miércoles, aunque asegura que están preparados de cara a «cualquier tipo de escenario». «Estamos en tiempos volátiles, por lo que estamos haciendo preparativos», dijo la futura directora de Comunicación de la Casa Blanca, Kate Bedingfield, a ABC News.

Alrededor de la transición de poder en la Casa Blanca ha entrado en juego la violencia, las amenazas, las hipótesis sobre la desestabilización del Estado y el miedo. Las autoridades temen nuevos incidentes, no solo en Washington, sino en otros puntos del país, donde numerosas cámaras legislativas y oficinas federales permanecerán blindadas o cerradas el miércoles. También por un ataque interno de los miembros del servicio involucrados en asegurar la toma de posesión, lo que ha llevado al FBI a examinar a los 25.000 miembros de la Guardia Nacional desplegados.

La capital es objeto de un estricto plan de emergencia: además del despliegue de la Guardia Nacional, edificios oficiales -especialmente el Capitolio y la Casa Blanca- han sido rodeados de bloques de hormigón y alambre de púas, y el día de la investidura permanecerán cortados los puentes. Además, se han establecido decenas de controles. El National Mall, la explanada donde la multitud es testigo de la jura del nuevo presidente, estará en esta ocasión cerrado al público y solo podrán acceder quienes lleven un pase especial.

El FBI, que ha establecido una oficina específica para evaluar posibles amenazas, ha identificado hasta el momento a unos 200 sospechosos de participar en actos violentos desde el 6 de enero y ha detenido a otro centenar. Entre los arrestados está Lonnie Coffman, acusado de conducir hasta Washington desde su casa en los bosques de Alabama una camioneta llena de cócteles molotov, un rifle de asalto, varios machetes, bombas de humo, pistolas e incluso una ballesta.

El perfil bajo de Coffman, un hombre de 70 años sin antecedentes penales ni redes sociales en las que dejar constancia de sus intenciones, representa una de las grandes dificultades a las que se enfrentan estos días las agencias de seguridad. Lo tienen menos complicado con los grupos de extrema derecha, más acostumbrados a publicar sus intenciones a través de Internet.

Dentro de las actividades organizadas para la toma de posesión, que tiene como tema «EE.UU. unido», Biden participó en el Día del Servicio, coincidiendo con la festividad de Martin Luther King Jr. repartiendo comida en Filadelfia. Mientras, Kamala Harris presentó su dimisión como senadora, cargo que ha ocupado en los últimos cuatro años, de cara a la sesión de investidura como vicepresidenta del país.