Renzi pasa la pelota a sus exsocios para solucionar la crisis política en la que ha sumido a Italia

gonzalo sánchez ROMA / EFE

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Matteo Renzi, en su comparecencia tras reunirse con Mattarella
Matteo Renzi, en su comparecencia tras reunirse con Mattarella ALESSANDRO SERRANO | EFE

Trasladó a Mattarella su disposición a apoyar a un nuevo Gobierno, pero reclama negociar un programa ambicioso

29 ene 2021 . Actualizado a las 09:07 h.

El líder del partido Italia Viva (IV), el ex primer ministro italiano Matteo Renzi, no ha excluido este jueves volver a apoyar la coalición de Gobierno que él mismo puso en jaque al retirarle su apoyo, pero exigió para ello un programa ambicioso y, sobre todo, que sus antiguos socios aclaren si quieren reconciliarse.

«Estamos preparados para apoyar un Gobierno institucional o uno político; preferimos este último, pero necesitamos saber si quieren estar con nosotros», dijo Renzi a su salida de las consultas con las que el presidente de la República, Sergio Mattarella, trata de resolver la crisis.

Renzi ha puesto contra las cuerdas a la coalición que integran el antisistema Movimiento Cinco Estrellas (M5E), el Partido Demócrata (PD, centroizquierda) y Libres e Iguales (LeU, izquierda), liderada por el primer ministro Giuseppe Conte, ahora en funciones tras dimitir.

Hace dos semanas, Renzi retiró a la coalición el apoyo clave de sus 29 diputados y 18 senadores, escindidos del PD en el 2019, por estar en desacuerdo con el Plan de Recuperación para la pandemia, y acabó con la mayoría absoluta.

Sin embargo, tras verse con Mattarella, volvió a tender la mano a sus viejos aliados, pero antes exigió un programa más ambicioso para invertir los 209.000 millones de euros del plan europeo contra la pandemia.

Y también les animó a aclarar si quieren una reconciliación, tras recibir en los últimos días «palabras al borde del insulto».

Las preferencias de Renzi serían un Gobierno «político», que pasaría por integrar a su partido, y si no, uno «institucional» o técnico. La última puerta es un adelanto electoral, pues sabe que los sondeos le dan menos del 3 por ciento.

Lo que Renzi no llegó a aclarar es si apoyaría a Conte como primer ministro, pues las desavenencias entre ambos son conocidas y en Italia hay quien cree que su intención con este movimiento es derribarlo.

El líder de IV ha insistido en que no tiene «vetos» acerca de los nombres. Primero se deberá elaborar el programa para agotar la legislatura en el 2023, y después será el momento de decidir «quién se pone al volante», sostuvo.

De hecho reveló que este jueves ha hablado con Conte y que le había asegurado que la suya no es una pugna por «motivos personales».

Renzi, antigua joven promesa de la política europea, volvió a ser el protagonista de la jornada. Todos le esperaban en el Palacio del Quirinal de Roma, sede de la Presidencia de la República, donde Mattarella se afana con su ronda de consultas.

Y más después del cuestionado viaje que acaba de hacer a Arabia Saudí para impartir una conferencia pagada sobre innovación y donde se ha reunido con el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, desoyendo las críticas por el trato de los derechos humanos de Riad.

Italia busca estabilidad

El presidente Mattarella, entre pantallas de metacrilato para evitar el coronavirus, fue recibiendo a los líderes de los distintos grupos políticos, entre ellos los que apoyan abiertamente a Conte, LeU y el PD de Nicola Zingaretti.

Otro de los momentos importantes de esta jornada fue la llegada del Grupo Mixto, donde la coalición gubernamental está buscando apoyos puntuales para reemplazar la ausencia de Renzi, con escaso éxito hasta el momento.

En el Senado, donde perdió la mayoría absoluta, esencial para seguir en el poder, ha surgido un nuevo grupo bautizado como «Europeístas» y que ya ha reclutado a diez miembros del partido de la comunidad italiana en el extranjero, MAIE, y otras fuerzas.

El fundador de ese partido, Ricardo Antonio Merlo, nacido en Buenos Aires y nieto de inmigrantes españoles e italianos, ha asumido la misión de integrar en ese grupo neonato al mayor número de senadores posibles para servir de muleta para Conte.

No obstante todavía no es suficiente. En declaraciones a Efe, el senador cree que su grupo aumentará en los próximos días pues sostiene que Conte es «la única alternativa». Lo otro sería un adelanto electoral que entregaría el país a la derecha, advierte.

Hacia el final de las consultas

Este viernes, Mattarella encarará la última jornada de reuniones para después retirarse a meditar y buscar una solución a este laberinto político, algo para lo que está avalado y valorado por su dilatada trayectoria como juez del Tribunal Constitucional.

Sus últimas reuniones serán con la coalición conservadora, formada por los ultraderechistas Matteo Salvini, líder de la Liga, y Giorgia Meloni, de Hermanos de Italia, más Silvio Berlusconi, jefe de Forza Italia (centroderecha), aunque por el momento se desconoce si será sustituido por su mano derecha, Antonio Tajani. Una alianza a la que todas las encuestas dan como ganadora en unos comicios..

Y al final del día se verá con el mayor partido del hemiciclo, el M5E, que insistirá en su defensa a Conte.