Los retos urgentes de Schumer, el líder de la frágil mayoría demócrata en el Senado de EE.UU.

Esperanza Balaguer NUEVA YORK / E. LA VOZ

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Schumer se enfrenta a presiones incluso en su partido
Schumer se enfrenta a presiones incluso en su partido ALEXANDER DRAGO

El empate a 50 escaños, que solo deshace el voto de Kamala Harris, convierte al senador en una pieza crucial para Biden

31 ene 2021 . Actualizado a las 09:47 h.

Cuando Chuck Schumer no está en Washington, recorre las calles de Brooklyn montado en su bicicleta. El recién estrenado líder de la mayoría demócrata del Senado nació hace 70 años en el seno de una familia judía del popular barrio de Nueva York. Su padre era dueño de un pequeño negocio, y su madre, ama de casa. Asistió a una escuela pública y se graduó en la James Madison High School, al igual que otros vecinos ilustres, como la icónica jueza del Tribunal Supremo Ruth Bader Ginsburg y el senador por Vermont Bernie Sanders.

Toda la trayectoria política de Schumer está ligada a la ciudad que le vio nacer. Tras estudiar en Harvard, renunció a su carrera como abogado, para convertirse en 1978, con 23 años, en el miembro más joven de la Asamblea de Nueva York desde el presidente Theodore Roosevelt, un siglo atrás. Nunca ha vuelto a perder unas elecciones.

El pasado 20 de enero, después de que Joe Biden celebrase su investidura como presidente de Estados Unidos, Schumer cumplió su sueño de liderar la Cámara que controla la política estadounidense, a la que llegó en 1998, tras 18 años como congresista.

Dado el equilibrio del Senado 50-50 entre republicanos y demócratas, con el voto de desempate de la vicepresidenta, Kamala Harris, su mandato es más una pesadilla que una bendición. De inmediato, se topó con un jefe de la minoría republicana, Mitch McConnell, dispuesto a amarrarse al poder a toda costa. McConnell se negó a llegar a un acuerdo para gobernar sin el compromiso de proteger las reglas que permiten el obstruccionismo.

Aunque el republicano acabó cediendo, fue la primera señal de los obstáculos a los que se enfrenta para sacar adelante la agenda demócrata. Es más, el propio Schumer se someterá a la reelección en el 2022, lo que representa un desafío para sus propios intereses.

Rechazo de los conservadores

El primer reto será la celebración del segundo impeachment contra Trump por incitar al asalto del Capitolio, que comienza el 8 de febrero. Los republicanos no están dispuestos a concederle los 17 votos necesarios para condenar al expresidente. Y mantienen el control de la organización del juicio bajo la amenaza de dilatar el proceso. La segunda urgencia será sacar adelante el nuevo paquete de alivio a los afectados por la crisis del covid, impulsado por el presidente, con una economía en apuros y el rechazo de los conservadores. Incluso dentro de su partido, Schumer se enfrenta a presiones, con los moderados esperanzados por alcanzar un consenso bipartidista y los más liberales azuzando para que demuestre que McConnell no controlará la agenda demócrata. «No se saldrá con la suya. No vamos a hacer lo que quiere», aseguró Schumer en su primera y única entrevista desde que se convirtió en líder dada a la cadena MSNBC. Schumer aseguró que el partido está unido y que continuará con sus llamadas a la reconciliación para atraer los acuerdos bipartidistas. Una quimera difícil de alcanzar con los republicanos de vuelta a los brazos de Trump.