«Tengo 23 años y llevo 9 días hospitalizada, que nadie piense que libra por ser joven»

María Cobas Vázquez
m. cobas O BARCO / LA VOZ

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Iria Junco lleva 9 días ingresada en el CHUO
Iria Junco lleva 9 días ingresada en el CHUO

Iria Junco se recupera de una neumonía provocada por el coronavirus en el CHUO

07 feb 2021 . Actualizado a las 17:32 h.

Si eres joven y te contagias de coronavirus, apenas tienes síntomas; así que tampoco hay que preocuparse mucho. Es un argumento que se atribuye muchas veces a los adolescentes o los veinteañeros cuando se ve que no cumplen las restricciones. Como si la pandemia solo fuese un problema para los mayores. Pero no es así. Cada vez hay personas más jóvenes con covid, y no siempre pasan la infección sin apenas síntomas o como si fuese una gripe. Es el mensaje que transmite con insistencia, a pesar de su voz cansada, la ourensana Iria Junco. «Tengo 23 años y llevo nueve días ingresada en el CHUO; que nadie piense que se libra por ser joven», asegura.

Ahora ya está mucho mejor, pero cuenta que cuando llegó «no saturaba bien». Estuvo varios días con respiración asistida. «Cuanto te ponen una máquina para que respire por ti, te echas las manos a la cabeza», cuenta. Y más cuando la médica le dijo que podrían acabar bajándola a la uci. «Tuve mucho miedo», relata. El aislamiento no ayuda. Iria está sola en su cuarto en la sexta planta del CHUO, recuperándose de neumonía, donde el personal entra totalmente tapado con el epi. «Solo les ves los ojos, y pasan aquí el mínimo tiempo posible», remarca Iria, que recurre a las videollamadas para poder ver a su pareja y a su familia. No puede salir de su habitación, pero a veces entra el sonido del pasillo. «A veces escuchas, ‘hoy falleció...’. Es muy duro, porque a tu lado se está muriendo gente», añade.

Iria no sabe cómo ni dónde se contagió. Su madre, que trabaja como limpiadora en el CHUO, dio positivo dos días antes de que la joven supiese que estaba infectada en un cribado que hicieron en su planta. «Pero no puedo saber si yo me contagié antes, porque aunque salía de casa siempre superprotegida, tenía que salir a hacer la compra o ir a clase», relata. Días antes de su positivo tuvo su último examen en Educación Social.

Iria dice que no buscan culpables, «porque no sabes quién pudo contagiarse primero», si ella, su madre, su padre o su pareja (con quien vive). Los tres están en aislamiento domiciliario, con síntomas leves. Mientras, Iria sigue en su habitación de hospital pese a todas las medidas de protección que aplicó durante toda la pandemia. «En enero del año pasado tuve dos neumonías muy seguidas, la primera bilateral con derrame en el pericardio, así que me cuidaba mucho», explica.

Cuando de repente notó que le costaba respirar y le subía la fiebre, se fue a urgencias. Y de ahí pasó directamente a planta. Todavía no sabe cuándo le darán el alta. «Me dicen que es un proceso largo y complicado. No tengo fecha, pero yo creo que estoy en fase media. No estoy tan mal como cuando entré, pero me queda mucho», dice. Y de nuevo insiste: «Que la gente se conciencie. Si no paramos nosotros el virus, no lo va a parar nadie».