El Banco de España enfría la euforia por el bitcoin y alerta de sus riesgos

C. P.

ACTUALIDAD

DADO RUVIC

Considera que las criptomonedas son muy volátiles, complejas y opacas

09 feb 2021 . Actualizado a las 17:59 h.

El bitcoin sigue disparado. La criptomoneda cotiza hoy en los 46.018 dólares, después de alcanza los 48.000 ayer, tras conocerse que la empresa Tesla, comandada por el hombre más rico del mundo, Elon Musk, habría invertido 1.500 millones de dólares en una remesa virtual. Según el empresario, aceptará el bitcoin como moneda para adquirir sus productos. 

Este respaldo explícito ha renovado la fiebre por este activo sobre el que han aterrizado ya los grandes fondos de inversión y principales bancos del mundo. El furor del bitcoin parece no tener fin y no son pocos los analistas que creen que alcanzará un valor de 100.000 dólares a finales de año. 

Los riesgos, claro, no son desdeñables. El Banco de España ha publicado esta mañana una circular para alertar de la extrema volatilidad de las criptomonedas (tanto bitcoin como ether), su complejidad y la falta de transparencia con la que se comercializan. Un cóctel de peligros que ahuyentarían a los pequeños inversores, pero no a los grandes, ávidos de beneficios en un entorno de bajos tipos de interés. El temor a que el ascenso meteórico del bitcoin y acabe en una burbuja es real. 

Sin regulación 

El organismo recuerda que «en la Unión Europea no existe un marco que regule los criptoactivos como el bitcoin, y que proporcione garantías y protección similares a las aplicables a los productos financieros». Se está negociando un reglamento (MiCA) para controlar la emisión de criptoactivos y a los proveedores de servicios que los utilizan. Pero todavía no tienen consideración de medio de pago, ni cuentan con el respaldo de un banco central, ni están cubiertas por mecanismos de protección al cliente como el Fondo de Garantía de Depósitos o el Fondo de Garantía de Inversores. Por eso la alerta del Banco de España se dirige a los pequeños inversores que, por su cuenta, estén pensado en adquirir estos activos: las pérdidas no están aseguradas y pueden ser cuantiosas dada la enorme volatilidad en el mercado. Por eso considera que su inversión es «de alto riesgo». «Se trata de instrumentos complejos, que pueden no ser adecuados para pequeños ahorradores, y cuyo precio conlleva un alto componente especulativo que puede suponer incluso la pérdida total de la inversión», señala. 

Y es que ni siquiera hay una explicación a cómo se forma el precio de las criptomonedas. No hay mecanismos «eficaces que impidan su manipulación», como sí ocurre en los mercados regulados de valores. Cualquiera puede sacar provecho de una buena campaña mediática en las redes para hacer subir su precio de forma artificial, como hizo Musk con sus tuits. ¿Qué las respalda? El consenso de quienes las poseen en torno a la utilidad del activo, nada más. No hay una economía detrás, como ocurre con las divisas tradicionales. «Muchas de estas criptomonedas pueden verse carentes de la liquidez necesaria para poder deshacer una inversión sin sufrir pérdidas significativas, especialmente porque su circulación entre inversores, tanto minoristas como profesionales, es muy limitada», admite el Banco de España. 

Por último, la autoridad bancaria española alerta de los riesgos de pérdida en caso de robo de claves privadas: «Puede suponer la pérdida de las criptomonedas, sin posibilidad de recuperarlas. Este riesgo debe ser valorado antes de adquirir estos activos, tanto si se gestiona personalmente el monedero, como si su custodia se deja en manos de terceros». Eso mismo fue lo que le pasó a Stefan Thomas, un ingeniero de San Francisco que olvidó sus claves y tiene bloqueados 250 millones de dólares en bitcoins. Solo le quedan dos oportunidades para poder descifrar la contraseña que puso hace diez años.