Podemos dice que la coalición peligra y Sánchez le pide «bajar los decibelios»

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y los vicepresidentes Carmen Calvo y Pablo Iglesias, en el pleno del Congreso de este miércoles
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y los vicepresidentes Carmen Calvo y Pablo Iglesias, en el pleno del Congreso de este miércoles E. PARRA

El jefe del Ejecutivo garantiza que la ley de vivienda se aprobará con acuerdo entre los dos socios del Gobierno

25 feb 2021 . Actualizado a las 09:05 h.

El debate era en teoría sobre el funcionamiento del estado de alarma, pero Unidas Podemos lo convirtió en un escenario para reflejar el grado de tensión en el Gobierno de coalición. Y, vista su posición, y a pesar de que en esta ocasión Pablo Iglesias sí aplaudió el discurso de Pedro Sánchez, ese nivel es elevado. «En tomar o no esas medidas valientes y eficaces no solo nos jugamos el futuro del Gobierno de coalición, nos jugamos el futuro de nuestro país», advirtió el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, en referencia a cuestiones como el control de los precios del alquiler, la ley trans o la reforma de las pensiones, citando por primera vez la posibilidad de una ruptura del Ejecutivo de coalición si el PSOE no cumple los acuerdos firmados.

 Volver a repartir las cartas

Sánchez trató de rebajar esa tensión agradeciendo el apoyo de la formación morada y pidiendo a Echenique «bajar un poco los decibelios». Sin ocultar las diferencias en el seno del Ejecutivo, el líder del PSOE les restó trascendencia. Y aseguró que, pese a las protestas de Unidas Podemos por su supuesto incumplimiento del pacto de Gobierno en lo que afecta al control de los alquileres, la nueva ley de vivienda se va a aprobar con consenso de los dos socios de coalición. Pero en Unidas Podemos no ocultan que hay serias diferencias no solo en ese capítulo, sino en muchos otros. «Algunas no las vamos a poder resolver esta legislatura y habrá que esperar a que los españoles vuelvan a repartir las cartas», indicó Echenique.

Sánchez, en un tono presidencial y huyendo de la refriega con sus socios, se mostró «razonablemente satisfecho» con «el funcionamiento, los hitos, los hechos y las políticas» de un Gobierno que, según dijo, tiene «mucho que aprender» por ser el primer Ejecutivo de coalición, aunque admitió que «nadie puede estar absolutamente satisfecho». «Mi obligación es trabajar por la unidad de las fuerzas progresistas», insistió Sánchez, que indicó a Unidas Podemos que esa responsabilidad no es solo suya, sino «de todos, máxime en momentos gran turbación». Dirigiéndose a la bancada de los de Pablo Iglesias, afirmó que son otras fuerzas políticas que se sientan en el Congreso las que desean que el PSOE y Unidas Podremos no estén «juntos en los bancos azules del Gobierno», y por ello deben trabajar para mantener la unidad y llegar a acuerdos, y no hacer el juego a sus enemigos políticos.

En lo que Sánchez no parece dispuesto a transigir ni a ser condescendiente con la posición de sus socios de Gobierno es en el cuestionamiento de la calidad de la democracia española que hace Pablo Iglesias. En varios pasajes de su intervención aseguró que España es una democracia «plena», en contra de lo que sostiene el líder morado.

 Límites a la libertad de expresión

Sánchez aseguró además, en referencia a las protestas violentas por el encarcelamiento del cantante Hasel, que «la libertad de expresión tiene límites» y que «nada tiene que ver con la libertad de expresión» el recurso a la violencia, que es, según dijo, «la peor propaganda para cualquier causa». Reprochó sin embargo al líder del PP, Pablo Casado, que invoque la ley de partidos para ilegalizar a Unidas Podemos. «Me gustaría saber quién le susurra a usted estas ideas al oído. No les están ayudando. Le aconsejo que abandone el camino de la exaltación porque es el camino de la perdición», espetó.

El portavoz del PNV, Aitor Esteban, reprochó a los dos socios del Gobierno de coalición que discrepen «en público» sobre su agenda política porque eso no ayuda a los que, como su partido, según afirmó, quieren contribuir a la estabilidad. «Nos espanta la política declarativa», señaló Esteban, que criticó también que el Gobierno y la oposición convirtieran lo que era un debate sobre el estado de alarma en uno sobre el estado de la nación.