Los activistas proderechos critican que se continúe con la política de Trump, pero el Gobierno sostiene que no hay más centros ante la avalancha de llegadas
26 feb 2021 . Actualizado a las 09:13 h.La Administración Biden ha comenzado a reabrir los polémicos centro de detención para albergar al número cada vez mayor de menores migrantes no acompañados que llegan a la frontera sur de Estados Unidos. La decisión ha levantado las críticas de los activistas proderechos de los inmigrantes que no entienden cómo el nuevo Gobierno puede seguir los pasos del expresidente Donald Trump, después de anunciar un giro humanitario a su políticas migratoria.
La polémica saltó a principios de semana cuando el Departamento de Salud y Servicios Humanos anunció la reapertura del centro de Carrizo Spring (Texas) para alojar a 700 adolescentes de entre 13 y 17 años que cruzaron solos a EE.UU. desde México. En junio del 2019, Trump convirtió la instalación en un centro de detención con capacidad para 1.300 internos, pero cerró dos meses después debido a los elevados costes de entre 700 y 800 dólares al día por menor.
«No está bien»
Desde las filas demócratas, la congresista por Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez mostró su rechazo hacia la iniciativa. «Esto no está bien, nunca ha estado bien, nunca estará bien, sin importar la Administración o el partido», tuiteó tras conocer la noticia. El presidente Joe Biden continúa con sus planes porque, justifica, no tiene más remedio que hacerlo dadas las restricciones de capacidad de otros centros durante la pandemia y a la continua llegada de niños a la frontera. «Esta es una situación difícil», reconoció la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, quien aseguró que el objetivo es reunir a los menores lo más rápido posible con sus familias.
El siguiente paso del Gobierno será reabrir el centro de acogida de migrantes de Homestead (Florida), la única instalación de estas características de gestión privada, inaugurada durante la presidencia de Barack Obama. El centro llegó a alojar a 3.200 menores y fue clausurado por Trump en agosto del 2019 después de ser objeto de denuncias por presuntos abusos sexuales, hacinamiento y sobrecostes en los contratos. «Es innecesario, costoso y va absolutamente en contra de todo lo que Biden prometió que iba a hacer», denunció Linda Brandmiller, una abogada que representa a menores simpapeles en San Antonio, a The Washington Post.
La Administración Biden todavía está expulsando a todos los niños que llegan con sus padres a la frontera bajo las leyes promulgadas por Trump.
En mitad de las críticas, Biden revocó el miércoles las restricciones de su predecesor que impedían la entrada a EE.UU. de los solicitantes de residencia permanente (la conocida como green card) y de los trabajadores extranjeros temporales. El presidente cumplió así con las reclamaciones de los empresarios que pedían rescindir las prohibiciones que impedían la entrada de mano de obra.