Johnson crea un comité ministerial para salvaguardar la unidad del Reino Unido

Juan Francisco alonso LONDRES / E. LA VOZ

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Nicola Sturgeon, en la sesión del martes en el Parlamento escocés
Nicola Sturgeon, en la sesión del martes en el Parlamento escocés DPA vía Europa Press

Busca frenar el auge del nacionalismo escocés y las tensiones en el Úlster

26 feb 2021 . Actualizado a las 09:13 h.

El Reino Unido, tal y como lo conocemos, está en peligro. Así lo considera el primer ministro británico Boris Johnson, quien decidió este jueves crear un grupo especial de trabajo que diseñará un plan para garantizar la pervivencia del Estado nacido en 1707, tras la unión de los reinos de Inglaterra y Gales y el de Escocia.

El Comité Estratégico para la Unión deberá «trazar la agenda que el Gobierno pondrá en marcha para mantener la unidad», aseguraron la BBC y el diario The Guardian, que revelaron que el premier presidirá el grupo. Lo integrarán, por ahora, los ministros de Economía y de Gabinete, Rishi Sunak y Michael Gove, respectivamente; los secretarios para Escocia, Gales e Irlanda del Norte; y el exnegociador del brexit, David Frost.

En Londres hay preocupación por el auge del independentismo escocés y galés, así como por el resurgimiento de las tensiones sectarias en Irlanda del Norte. Sin embargo, hasta ahora la respuesta oficial se ha limitado a promesas de inversiones millonarias y a rechazar nuevos referendos secesionistas.

El «brexit», el gran culpable

El comité nace a poco más de tres meses de las elecciones autonómicas en Escocia, que la ministra principal de la región, la nacionalista Nicola Sturgeon, ha presentado como una especie de plebiscito independentista. Sturgeon ha asegurado que, de ganar los comicios, lo que todas las encuestas dan por hecho, impulsará un segundo referendo de autodeterminación, sin importar si Londres lo aprueba.

La salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) es el origen del distanciamiento entre Inglaterra y al menos dos de las otras tres naciones que conforman el país, en particular, Escocia. ¿La razón? La mayoría de los escoceses, casi el 60 %, votaron por seguir en el bloque comunitario en el referendo del 2016 y dos años antes, en la primera consulta sobre la independencia, una de las principales banderas de los partidarios de permanecer en la unión británica fue que la eventual separación dejaría a Escocia fuera del club. Muchos de quienes en su momento rechazaron la independencia (52 %) hoy han cambiado de parecer, al ver que igualmente ya no forman parte de la UE.

En Irlanda del Norte, el brexit también es señalado como el responsable de las tensiones internas, entre las comunidades protestante (favorable a seguir en el Reino Unido) y católica (proindependencia para unificarse con la vecina República de Irlanda). Los problemas para comerciar que el divorcio entre la UE y Londres está provocado en el Úlster son la fuente de la discordia.

Johnson creó el comité después de que su asesor para la unidad nacional, Oliver Lewis, dimitiera la semana pasada, tras pasar solo dos semanas en el cargo. Lewis, cercano al polémico Dominic Cummings (cesado en noviembre), llegó a Downing Street para suplir a Luke Graham, quien a principios de mes fue despedido por el primer ministro.

El dimisionario achacó su decisión de dejar el cargo a la falta de colaboración, pero desde el Gobierno han rechazado dar una explicación a su salida.

Más de 300.000 españoles han tramitado los permisos «postbrexit»

301.790. Ese es el número de españoles que hasta diciembre tramitaron los permisos para seguir viviendo y trabajando en el Reino Unido tras el brexit, según datos del Ministerio británico del Interior (Home Office), que reveló que casi 5 millones de personas se han registrado en el llamado EU Settlement Scheme (Programa de asentamiento para ciudadanos comunitarios).

Polonia, con más de 911.000 solicitudes, es el país que encabeza de lista de peticiones, seguido de Rumanía, Italia, Portugal y España. El Home Office recuerda que el 30 de junio expira el plazo para que los nacionales de la UE que vivían en el Reino Unido antes del 31 de diciembre se registren y tengan así garantizados sus derechos de residencia, trabajo y demás beneficios sociales.

Mientras el Settlement Scheme sigue avanzando, los problemas en la aplicación del acuerdo comercial entre Londres y Bruselas se agravan. Lo revela una encuesta del Instituto Colegiado de Adquisiciones y Suministros (CIPS, por sus siglas en inglés), que indica que el 66 % de los 350 empresarios británicos entrevistados han sufrido demoras para importar productos desde la UE en febrero. La cifra casi duplica a la registrada en enero, cuando el 38 % de los consultados se quejó por los retrasos que estaban sufriendo en las aduanas.

En el caso de las exportaciones, el 44 % de los entrevistados afirmó que los productos que venden a los Veintisiete están tardando en llegar más que antes.