Toni Cantó deja sus cargos en Cs y el escaño tras pedir la dimisión de Arrimadas

La Voz REDACCIÓN

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La líder de la formación naranja parchea la crisis incorporando al núcleo duro a barones como Marín y Villacís y restando poder a los estrategas de la moción

15 mar 2021 . Actualizado a las 21:55 h.

Primeras decisiones en un tenso comité ejecutivo de Ciudadanos. El valenciano Toni Cantó ha anunciado su marcha del partido después de que la líder de la formación naranja haya decidido «proteger» a su núcleo duro tras el fiasco en Murcia. Los cambios propuestos por Inés Arrimadas no han convencido al dirigente que ha confirmado que dejará su acta en las Cortes valencianas. Cantó ha pedido durante la reunión de la ejecutiva la salida de toda la cúpula y retirar la «ridícula» moción de censura en Murcia que se ha llevado de forma «bochornosa». Además, ha reclamado ir en Madrid de la mano del PP y que Ignacio Aguado no sea el candidato. «No podemos ir con él», ha dicho.

Tras la negativa de la presidenta de Cs a hacerlo, el valenciano abandonó la sede de Alcalá y dejó entrever que abandonará la política. «Me planteo llamar ahora a mi representante a ver si puedo trabajar», ha aseverado.

Cantó había abandonado ya la extinta UPyD para militar en Cs. El actor había exigido la salida de Carlos Cuadrado y José María Espejo, en el punto de mira del valenciano y de otros dirigentes territoriales desde el batacazo electoral en Cataluña. Los dos hombres de confianza de Arrimadas han dado un paso al lado y han renunciado a sus vicesecretarías para calmar los ánimos tras el fiasco de la operación Murcia, que ha dejado a Ciudadanos fuera de dos Gobiernos autonómicos en la misma semana.

Espejo y Cuadrado pierden peso. Este pasa otra vez a ocuparse de las finanzas del partido, y José María Espejo se queda como secretario general del grupo parlamentario.

Para aplacar los ánimos internos, Arrimadas había propuesto ampliar el comité permanente de siete a 15 miembros e incluir en él a algunas de las voces críticas con su gestión y de paso diluir el peso de sus escuderos Cuadrado y Espejo. La líder liberal incorporó así al núcleo duro a Juan Marín y Begoña Villacís, al exvicepresidente madrileño Ignacio Aguado y al coordinador de Aragón, Daniel Pérez, entre otros.

«Hemos cometido errores»

Arrimadas también ha propuesto que sea Edmundo Bal, quien ha ganado proyección interna en los últimos meses, el que ejerza como portavoz nacional relegando a Melisa Rodríguez, que será portavoz adjunta. El abogado del Estado, una de las caras más visibles del partido desde su fichaje por Albert Rivera el 28A, es otro de los escuderos de Arrimadas y portavoz adjunto del partido en el Congreso.

Tras asumir las equivocaciones cometidas por la formación naranja —«Y tanto que hemos cometido errores», ha admitido—, Arrimadas ha recalcado que en este momento de crisis ha decidido «ser valiente y dar un paso al frente», como siempre ha hecho, la última vez cuando hace un año asumió la presidencia del partido. Una formación a la que ha definido como el «único partido de centro liberal limpio de España», contra el que hay una «operación» para intentar acabar con él porque es «incómodo».

Su principal argumento en este sentido es que «luchamos contra la corrupción, no la tapamos» y que, siendo «socios leales», no pueden ser «cómplices» de las prácticas corruptas.

Según Arrimadas, sus compañeros de Murcia «no podían más» ante la situación que estaban experimentando en el Gobierno de coalición de la región, con abundantes irregularidades y «casos espeluznantes» de «hostigamiento, señalamiento, amenazas y ofrecimientos». Un panorama de corrupción que justificaba la moción de censura presentada contra Fernando López Miras junto al PSOE y cuya gravedad, según ha lamentado, no ha logrado transmitir debidamente a los españoles.

En cuanto a las deserciones de cargos del partido al PP, ha señalado que permiten «ver la diferencia entre los verbos ser y estar», porque «hay personas que estaban en Cs, pero no son de Cs».